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Cuando piensas en el hábito de fumar, ¿conoces realmente sus consecuencias? ¿Sabes si es más dañino el humo o la nicotina? ¿Hay alternativas al cigarrillo?
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Muchos se sorprenderían al descubrir que el principal problema no está en el tabaco en sí, o en la adicción que genera la nicotina —que no es inocua—, sino en cómo se consume el cigarrillo a través de la combustión.
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Hoy en día existen más de 1.000 millones de personas que fuman, concretamente 9 millones en España y, según estimaciones de la OMS, no se espera que esta cifra cambie significativamente de cara al 2025.
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¿Nuestra misión? Favorecer el debate público sobre el papel que pueden jugar las alternativas sin humo respaldadas por la ciencia, que tienen el potencial de reducir significativamente la exposición a sustancias químicas dañinas en comparación con los cigarrillos.
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Según una investigación realizada por Povaddo para Philip Morris International, el 43% de los encuestados está confundido con respecto a los productos sin humo; y el 76% de los fumadores estaría dispuesto a cambiar a alternativas menos dañinas si supieran claramente cómo se diferencian de los cigarrillos y la ciencia detrás de ellas.
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El humo del cigarrillo contiene aproximadamente 6.000 químicos. De estos, alrededor de 100 han sido identificados por las autoridades en salud pública como dañinos o potencialmente dañinos y ligados a las enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
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Un cigarrillo quema tabaco a temperaturas de hasta 900° centígrados. Esto genera un humo que contiene grandes niveles de químicos tóxicos. Como las alternativas sin humo no queman el tabaco sino que lo calientan, aunque no están exentas de riesgo y con su uso se inhala nicotina, son una opción mejor que el cigarrillo.
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Cuando no hay combustión, no se produce humo. Entre estas opciones sin humo encontramos los dispositivos de calentamiento de tabaco, los cigarrillos electrónicos, el snus y la bolsa de nicotina.
*La nicotina es una sustancia adictiva presente de manera natural en la hoja de tabaco. Aunque no es la principal causa de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, no es inocua y está contraindicada para determinados perfiles (menores, embarazadas, lactantes, diabéticos, personas con hipertensión o insuficiencias cardiacas).