Se entienden a la perfección solo con cruzar sus miradas. Porque son más que hermanas, son las mejores amigas, confidentes y, además, han emprendido juntas su negocio en el mundo de la moda con su firma, The Villa Concept. Grace y Melissa Villarreal marcan tendencia y no solo eso: su día a día y su forma de ver la vida despiertan una gran expectación en las redes sociales, un mundo en el que Grace, la mayor de las hermanas, fue una de las pioneras.
Nacidas en Colombia, han encontrado su sitio en nuestro país, donde triunfan con su estilo y han formado una familia. Grace es madre de tres hijos —Violetta, de diez años; Allegra, de ocho, y Luca, de tres —, mientras que Melissa acaba de comprometerse. Ahora dan juntas la bienvenida al verano y nos hablan de su vida, de moda y de todo lo bueno que está por llegar.
“Estoy feliz de haber formado parte del principio de una profesión tan nueva. Todo empezó como un hobby que anhelaba tener como trabajo”, cuenta Grace, una de las primeras influencers
—¿Qué significa para vosotras la moda?
—Una manera de expresarte, de hacer arte, de conectar con una parte muy personal de ti mismo. Nos hemos dado cuenta de que, a veces, planear un estilismo el día anterior no tiene sentido porque ¡nunca sabes cómo vas a despertarte! Cuando consigues el look que te apetece, con el que conectas y te sientes tú, sientes que te puedes comer el mundo.
—¿Quién de las dos está más pendiente de las tendencias y piensa más sus estilismos?
—GRACE: ¡Meli! Y luego lo comentamos juntas todo.
—MELISSA: Me encanta inspirarme, pero no busco tendencias únicamente, sino que vuelvo también al pasado. Pero he de decir que, si tengo un evento interesante, pienso antelación mi “look” para la ocasión.G.- Yo soy más práctica, a veces llega el día y no sé ni qué ponerme. ¡Fluyo mucho en el momento y se me da bien hacerlo! Meli, por lo general, me mantiene al tanto de cómo va todo en el mundo de la moda.
—¿Os intercambiáis ropa?
—¡Muchísimo y nos encanta! Tenemos la suerte de tener la misma talla en todo. Y no solo compartimos, sino que nos compramos lo mismo. En ambos armarios encontraréis muchas prendas iguales.
—¿Quién pide más a quién y quién se olvida más de devolverla?
—M.- Yo soy mucho de recordar prendas que me flipan del armario de Grace y pedírselas, pero intento devolverlo pronto (aunque diga ella que no).
—G.- Mi memoria a veces no me ayuda y no me acuerdo bien ni de lo que tengo en mi armario. Meli me sugiere muchas prendas de su armario para ciertas ocasiones, viajes o eventos. A veces se me olvida devolverlo rápido y la encuentro en mi armario.
—¿Es fácil ser hermanas y socias?
—Es mucho más fácil ser hermanas que socias, pero, gracias a Dios, hacemos un equipo diez, somos un equilibrio perfecto en el trabajo y nos compenetramos. Melissa es más ‘romántica’, piensa más en el diseño y la estética. Yo, en cambio, soy más racional y objetiva.
“¡Me acabo de prometer! Estoy feliz y me siento afortunada de haberme cruzado con el amor de mi vida, es una bendición de Dios”, nos confiesa Melissa
—¿Cómo y cuándo se os ocurrió la idea de crear vuestra firma The Villa Concept?
—Desde pequeñas queríamos crear algo que se mantuviese en el tiempo, dejar un legado, hacer algo con lo que nos identifiquemos y podamos pasar de generación en generación. Unos años antes de empezar la marca, pensando en productos específicos, nos dimos cuenta de que no teníamos en mente algo en particular, sino que queríamos crear un espacio donde poder encontrar “productos de calidad que te duren toda la vida”. A la hora de idear esos diseños, siempre pensamos en piezas de fondo de armario con cortes clásicos, prendas que se queden contigo, que te acompañen en todas las ocasiones, de modo que adquieran también un valor sentimental.
—¿Cuál es el espíritu de vuestra firma?
—El espíritu de nuestra firma es todo lo que es la mujer Villa: soñadora, alegre, familiar, artista, luchadora, valiente, honrada, humilde. Tenemos nuestro manifiesto de marca que nos define al cien por cien. Una mujer Villa piensa así: “Quiero soñar, y hacerlo a lo grande. Quiero ser valiente, tomar el riesgo por lo que vale la pena. Quiero vestirme de elegancia y sabiduría, abrazando la sencillez de los detalles. Quiero alzar la compasión y gratitud como mi bandera. Quiero ser libre, conducirme con osadía y confianza, y conservar al mismo tiempo la humildad de los grandes. Quiero aprender constantemente, incluso de mis errores, y levantarme más fuerte cada vez que caigo. Quiero vivir con pasión, disfrutando de cada momento y abundar en serenidad incluso en los días de tormenta. Lo quiero siempre, y mi corazón nunca duda de ello”.
—¿Es difícil emprender hoy en día en la moda?
—Emprender, en términos generales, es muy complicado. Es un camino duro y a veces un poco hostil. La moda en concreto es un mundo difícil, donde hay mucha competitividad y, además, hay poco hueco para marcas “slow fashion” emergentes. Es difícil encontrar fábricas, proveedores que te prioricen y quieran trabajar con pequeñas cantidades. Al cliente también te lo tienes que ganar, educarle para que valore tu producto y su historia, calidad y recorrido.
Una de las primeras influencers
—Grace, eres una de las pioneras en el mundo influencer, ¿cómo crees que ha evolucionado el sector?
—Estoy feliz de haber formado parte del principio de una profesión tan nueva. Para mí todo empezó como un hobby que anhelaba tener como trabajo y, poco a poco, se ha reconocido como un trabajo respetado y realmente impactante en el mundo de la publicidad. Creo que era inevitable y ha sido una transición rápida porque, aunque ya existía “la gente con influencia”, solían ser personas reconocidas en otras profesiones quienes se convertían en “líderes de opinión”. Ahora, con las redes sociales, se ha abierto a todo el mundo la posibilidad de ser un líder de opinión selfmade.
—¿Qué ha sido para ti lo más complicado y qué lo mejor?
—Lo mejor de mi profesión es la flexibilidad de horarios. Eres dueño de tu tiempo. Ha sido un trabajo que me ha permitido vivir mi sueño de ser una madre presente siempre. Yo elijo cuándo y dónde trabajar y eso me da muchísima tranquilidad y satisfacción. ¿Lo más difícil? Ser extremadamente responsable y saber usar tu tiempo de la manera más eficiente. Por otro lado, no hay días libres. El día que no creas contenido, la plataforma y tu audiencia te penalizan.
—¿Cómo compaginas este mundo con tu vida de madre de familia numerosa?
—He tenido que aprender cómo priorizar la familia y a mí misma. Como mi trabajo surge de hacer lo que me gusta, siempre he gravitado hacia trabajar en exceso porque la recompensa es inmediata cuando te dedicas a las redes. He aprendido, quizás de la peor forma, cómo tiene que existir un balance para que las cosas duren. Ahora mismo estoy en un momento en el que disfruto infinitamente mi trabajo y a mi familia.
—¿Cómo ven tus hijos el mundo de las redes? ¿Cómo lo gestionas en casa?
—Mis hijos no tienen una conciencia real de la magnitud del impacto de las redes sociales. Quizás mi hija mayor entiende que subo videos y fotos, pero no sabe la cantidad real de personas que me siguen cada día desde hace diez años. En casa mis hijos, de diez, ocho y tres años no consumen redes sociales. Solo hay un perfil que vemos juntos y es Nachter, que tiene videos de humor sano del que podemos disfrutar todos.
—Melissa, tú eres más pequeña que Grace, ¿cuál es el mejor consejo que te ha dado en tu carrera como influencer?
—No imagino haber empezado y seguir aquí sin la guía y la experiencia de Grace. Es mi mentora y a la primera que acudo para todo. Grace es mi ejemplo de profesionalidad, de esfuerzo y dedicación completa. El mejor consejo que me ha dado es “sé constante siempre y da más de lo que te pidan”. Esta profesión no es fácil y consideró vital tener una persona clave para que camine contigo.
—¿Hacia dónde iban vuestros pasos antes de ser creadoras de contenido?
G.—Estudié Fotografía en una de las escuelas más prestigiosas de Madrid, EFTI. Soy una persona curiosa, autodidacta y que siempre ha estado interesada en el mundo audiovisual. Creo que habría terminado con mi propio estudio de producción audiovisual.
M.—Yo estudié Psicología y me especialicé en Clínica. Siempre me ha encantado la moda, pero como un hobby. Por otro lado, me encanta haber descubierto el mundo empresarial, el marketing y mi parte más creativa (pensaba que no la tenía) —ríe—.
—¿Qué virtudes destacaríais la una de la otra?
M.- Grace es una mujer constante, muy analítica, lineal y nada emocional. Sabe lo que quiere, va a por ello y lo consigue. Admiro mucho su entereza para enfrentar los obstáculos de la vida y lo familiar, dedicada y buena madre que es.
G.-Melissa es una mujer apasionada, que hace cada cosa con la mayor intensidad y atención que puede. Tiene un corazón generoso y servicial, y es romántica.
—¿Y qué defectos confesables?
M.— Grace tiene una memoria terrible y además siempre va a mil. Le cuesta coger el móvil y contestar rápido y a veces quiero ahorcarla. Mi estrategia es amenazarla con que ya no voy a ser su amiga como no me conteste.
G.— Melissa es una persona apasionada en todos los aspectos de su vida, con lo cual cada pequeño evento diario afecta su estado de ánimo continuamente. Nunca sabes con qué Melissa te vas a encontrar.
—¿Cuáles son vuestras próximas metas personales y profesionales?
M.—En cuanto a lo profesional, crecer, aprender y llevar a Villa a otro nivel. Queremos salir de España y para eso estamos abiertas a encontrar inversores que crean en el proyecto. En cuanto a mi perfil en redes, siempre quiero mejorar, crear vínculos a largo plazo con marcas que me representen y ofrecer un contenido no solo estético, sino real, que represente mis valores y mi forma de ver la vida, que pueda servir no solo de inspiración, sino de ayuda a mis seguidores. En lo personal, ¡me acabo de prometer! Estoy feliz y me siento afortunada de haberme cruzado con el amor de mi vida, es una bendición de Dios. Estoy superilusionada por nuestra boda y toda la organización.
G.—Mi cabeza está continuamente pensando en cómo reinventarme como creadora de contenido, mantenerme actualizada y seguir creciendo. Quiero también encontrar un proyecto nuevo que me apasione. Con Villa estamos en un momento de crecimiento y me gustaría agrandar el equipo con inversores que hagan que la firma alcance reconocimiento internacional.