El Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 es un circuito histórico en el mundo de la automoción. Velocidad, adrenalina, lujo y espectáculo unidos en una cita única que atrae a las grandes fortunas del planeta y donde el glamour Grimaldi reina a pie de pista. En el paddock dan auténticas lecciones de estilo y una de las mujeres más alabadas en los últimos años ha sido Beatrice Borromeo.
La aristócrata italiana acierta y conquista con cada uno de sus looks, de la mano de su marido, Pierre Casiraghi. En cuanto ella pone un pie en el paddock, acapara los flashes y sus estilismos dan la vuelta al mundo. La última vez que ha estado siguiendo una carrera, que fue de coches de Fórmula E -categoría de monoplazas eléctricos creada por Alejandro Agag-, cautivó con un sencillo pantalón con blanco, ambos de color blanco, y una blazer en tono crema.
Pero tanto así como con apuestas más sofisticadas, Beatrice nunca falla en este circuito urbano, famosos no solo por la complejidad de sus curvas casi imposibles y por todas las leyendas e historias que hay en torno a él, sino porque la ciudad se paraliza, los balcones se cotizan a precio de oro para poder ver a los coches pasar a toda velocidad y el puerto se llena de mega yates para poder ser testigos de la carrera.
Si nos remontamos al gran premio de 2022, encontramos que Beatrice llevó uno de sus colores fetiche en este circuito: el rojo, siempre haciendo un guiño al rojo y blanco de la bandera de Mónaco. Como musa de Dior, confió en la maison francesa y lució un vestido camisero en largo midi, del mismo tono que la montura de sus gafas de sol, con las que hizo un pequeño homenaje a su compatriota y gran dama del cine Sofía Loren, ya que el modelo se llama Sofía por ella. Y es que las gafas de sol que lleva siempre para esta cita, son de aire retro y le gusta arriesgar con sus diseños.
En 2021, dejó a un lado el rojo y lo cambió por el blanco. Fue una imagen muy diferente y más sobria, ya que aún era obligatorio llevar mascarillas a causa de la pandemia. Hay que remontarse al 2019, para volver a ver a Beatrice Borromeo en el palco de la carrera, ya que en 2020 por el covid se suspendió la cita. En 2019, se decantó por un vestido de color nude con lunares negros, con un cinturón que marcaba su delgada figura, también firmado por Dior.
En 2018 no asistió, ya que tan solo una semana antes del gran premio nacía su segundo hijo, Francesco. Sin embargo, antes de esto, en 2017 y en 2017, llevó dos de sus looks más alabados aquí, uno de falda roja y blanca rayas, que combinó con blusa blanca, y un conjunto de top y pantalón con estampado vichy, que combinó con unas sencillas zapatillas de deporte blancas.
Sin duda, ella se ha convertido en otro espectáculo más dentro de este circuito de Montecarlo, en el que el rugido de los motores inunda las calles de la ciudad, creando un ambiente inigualable y único en el mundo... como su estilo.