adriana abascal y su hija jimena hola4110© VALERO RIOJA

Adriana Abascal y su hija Jimena: un sueño cumplido a sus pies, con mucha pasión y acento español

La empresaria mexicana y la pequeña de sus hijos, de quince años, posan en Sevilla con la nueva colección de su firma, Skorpios, en la que trabajan mano a mano


7 de mayo de 2023 - 10:01 CEST

Dicen que son muy diferentes, pero tienen algo en común y es la pasión que ponen en cada paso que dan en la vida.  Adriana Abascal  no puede estar más orgullosa de sus tres hijos y de que la pequeña de ellos,  Jimena, de quince años, la acompañe en el gran salto profesional que dio en 2020 con el lanzamiento de su firma de zapatos de lujo, Skorpios.

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Adriana lleva blusa de Elisabetta Franchi y collar de Christian Dior, y Jimena, look de Ermanno Scervino y pendientes de Rabat.

Un camino en el que Jimena se ha adentrado pisando fuerte de la mano de su madre, de quien está recibiendo increíbles lecciones de cómo es el mundo de la moda, el diseño y la empresa. Ella está centrada en los estudios que cursa en Londres, pero ha vivido cómo se crea una firma desde cero y, ahora, aprovecha su tiempo libre para trabajar al lado de su madre y aportar su punto de vista.

“Jimena es muy profesional y una niña tremendamente responsable a la que le gusta muchísimo la comunicación, la moda y el  business. Para nosotros su ayuda en la firma es muy importante”

Es una niña que sorprende por su madurez, sus ganas de aprender y de comerse el mundo y, aunque ha nacido en Los Ángeles y ha vivido en Londres y París, siente sus raíces españolas y adora nuestro país, al igual que Adriana. Este amor por España se ve plasmado en la última colección que han hecho, en la que han contado con la colaboración del artesano sevillano Javier Menacho, un guarnicionero que se lanzó al mundo de la alta marroquinería y la decoración de interiores, que ha llegado a diseñar bolsos para Dior. Adriana se ha inspirado en Sevilla, en su cultura y sus tradiciones para dar vida a estos diseños, con los que ha posado junto a su hija en el corazón de la capital hispalense.

—¿Por qué habéis elegido Sevilla para este reportaje?

—La colección está inspirada en Sevilla y el artesano Javier Menacho es muy importante en ella, porque me ha inspirado muchísimo. Yo llegué con mis botas y le pedí que me ayudara a darle identidad, un ADN español —porque es mi cultura también—, y, en este caso, sevillano, que me parece que es muy bonito, muy barroco, potente y original. Skorpios es una extensión de mí y esta soy yo también.

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Adriana lleva blusa de Elisabetta Franchi y collar de Christian Dior, y Jimena, look de Ermanno Scervino y pendientes de Rabat.

—Tu hija Jimena tiene mucho que ver en el éxito de Skorpios. ¿Cómo es trabajar con ella?

—Jimena es muy profesional y una niña tremendamente responsable. Ella ve las oportunidades y nos ayuda muchísimo. De repente, te llama y dice “mira a esta influencer que creo que le gustan las botas y que le pueden interesar las nuestras”. Es una niña que le gusta muchísimo la comunicación, le encanta la moda y el business. Le gusta aprender, tiene una gran ambición académica y don de gentes. Además, para nosotros es un termómetro muy importante porque nos da un punto de vista más juvenil.

—¿Cómo es vuestra relación? 

—Es mi persona favorita y me divierto tanto con ella… Parece increíble que tenga quince años. Se relaciona perfectamente con gente mayor, pero también con los niños pequeños de mis amigas y no sabes cómo es con mi madre, cómo la cuida. Mi madre tiene alzhéimer y está muy mayor y, de repente, la maquilla o la disfraza. Es una niña que tiene tanta vida, tanta fantasía, tanta alegría. Y lo bueno de Jimena es que es amiga de todos mis amigos y me la llevo a todas partes.

—La echarás muchísimo de menos ahora que está en Londres. 

—Sí, pero estamos todo el tiempo en contacto. Al principio, fue un poco difícil, como un shock, porque ocurrió al mismo tiempo que Diego se marchó a la universidad. Pero no le puedo quitar una oportunidad de mejorar su educación e ir a un colegio que le puede abrir las puertas a una mejor universidad.

“Lo que más me gusta de mi madre es que nunca se rinde. Aunque tenga un día malo en el trabajo, siempre se levanta con mucha energía. Admiro la pasión que tiene por su trabajo”
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“Es mi persona favorita y me divierto tanto con ella. Ahora ya la puedo llevar a todas partes, a la oficina, a la fábrica de Italia, con amigos, hasta a bailar”, nos dice la empresaria mexicana sobre su hija. Ambas, con calzado de su firma, arriba, llevan looks y joyas de Dior y Jimena, sombrero de Mimoki.

—Con tus otros dos hijos, Paulina y Diego, también fuera, tendrás el corazón dividido.

—Al que más echo de menos es a Diego. Porque él es muy casero y yo llegaba a casa y él estaba ahí, aunque fuera con amigos. Pero, afortunadamente, me ha llegado en un momento en el que Skorpios me necesita y creo que todo pasa por algo.

—Decías la última vez que hablaste con nosotros, después de tu separación de Emmanuel Schreder, que tu firma es ahora tu pareja y te necesita.

—Muchísimo, y es muy demandante (ríe). Es un momento en el que estamos todos muy ocupados, mis hijos están en su carrera y yo, en la mía. Pero lo más importante es la comunicación y estamos al día. Diego está en Los Ángeles y Paulina está terminando sus estudios en Berkeley (San Francisco) y viajando por todas partes porque está produciendo un documental.

México y España

—Sois una familia trotamundos.

—El otro día, saliendo de un showroom de Milán, un señor me preguntó: “¿De dónde eres?”. Y le dije: “No lo sé”. Cuando una agencia me ayudó a hacer lo que llaman brand book, definieron Skorpios como una marca con mucha personalidad, que no tiene nacionalidad, y pensé: “Esto soy yo”.

—Pero tú llevas a España y a tu México en el corazón.

—Soy la mexicana más española que conoces. Porque crecí en un gueto muy español, admirando siempre a España, donde me siento en casa. No te puedo decir que no me siento mexicana. México es mi infancia, me recuerda quién soy y de dónde vengo y le ha dado a Skorpios el color que tenemos. México es el color, el drama, la profundidad, es una cultura mística. Todo eso soy yo también. Siento que mi madre es México y mi padre es España.

“Al principio, cuando Jimena se fue a estudiar a Londres, fue como un shock, porque ocurrió al mismo tiempo que Diego se marchó a la universidad a Los Ángeles. Pero estamos todo el tiempo en contacto”
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Arriba, la joven, de quince años, posa con chaqueta de Sportmax y pantalones de GCDS y joyas de la ‘maison’.

—Por último, dime un sueño que tengas para ti y otro que tengas para tus hijos.

—Quiero tener salud y que mis hijos se realicen, que sean buenas personas y que se rodeen también de buenas personas. Deseo que todo se quede como está. No es que esté perfecto, porque en la vida siempre hay momentos complicados, pero con la madurez vas aprendiendo que tienes que llorar, pero que lo importante es levantarte rápido y tener una actitud. Quiero que Skorpios crezca como va. Esto no es mi éxito, esto es el éxito de un grupo de personas que están atrás, que podrían estar en una de las casas más grandes de lujo, pero están aquí porque creen en ello y quiero que algún día digan: “Fue una buena apuesta”.

Habla Jimena

—Estás estudiando este curso en Londres, ¿cómo te va?

—Es una experiencia increíble, es mucho trabajo, pero también es muy divertido, porque he conocido a muchas personas muy interesantes y me encanta el sistema de educación. Estoy muy feliz aquí. Vuelvo a París algunos fines de semana a ver a mi familia, disfrutar de ellos y divertirme y, después, regreso al cole y me pongo a estudiar.

—¿Ya sabes qué carrera te gustaría hacer?

—Desde pequeña he tenido la suerte de crecer en el mundo de la moda, gracias a mi madre, y de aprender muchísimas cosas, no solo de la moda en sí y el diseño, sino sobre el desarrollo de una marca, la parte del business y la gestión, que me he dado cuenta de que es lo que mas me apasiona. He podido tocar un poco todo y desde pequeña también he asistido mucho a las producciones, he ido a la fábrica, he asistido a muchas reuniones importantes, he podido ver crecer una marca desde el día uno y para mí ha sido como una escuela. Obviamente, lo más importante para mí ahora son los estudios en Londres, pero cuando puedo y cuando tengo tiempo me involucro en Skorpios.

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Adriana, con capa y falda de Fabiana Filipi, chaleco de Dior, anillo de Grassy, cinturón de Miguel Marinero y botas de su firma, como Jimena, que completa el look con top de Elisabetta Franchi, falda de Louis Vuitton y anillo de Rabat.

 —¿Qué es lo que más admiras de tu madre?

—Que nunca se rinde, siempre, aunque tenga un día malo en el trabajo, se levanta al día siguiente con mucha energía y felicidad. Admiro la pasión que siente por su trabajo.

 —Por tu forma de hablar, creo que tú has heredado esa pasión.

—Sí, yo soy una persona muy apasionada por muchas cosas.

—¿Qué cosas te apasionan? ¿Qué hobbies tienes?

—Me gusta mucho escuchar música, bailar, la comida, viajar, aprender idiomas, el arte, leer… ¡Son tantas cosas! Sobre todo, la fotografía y la cinematografía.

—¿Cómo es vuestra relación madre e hija?

—Es casi como de amigas o hermanas, somos muy cercanas, la quiero muchísimo. Habrá gente que lo juzgará, pero yo hay veces que entro en su mundo y creo que eso me ha ayudado mucho a madurar, aunque bueno, obviamente sigo siendo niña, vivo como tal y aprecio mi juventud y mi vida de niña. Pero a los tres nos ha educado de una forma que podemos perfectamente sentarnos a hablar con quien sea, de cualquier edad e involucrarnos en una conversación.

—¿Te pareces a tu madre o sois diferentes?

—Somos muy diferentes, pero creo que en el tema de la pasión nos parecemos, también somos muy generosas, muy locas y divertidas.

© VALERO RIOJA

“Es uno de los trabajos más especiales de mi vida porque Adriana, aparte de darme mi sitio como artesano, me incentiva al diseño”, cuenta Javier Menacho (sobre estas líneas), quien ha colaborado en esta colección de Skorpios.

—¿Cuál es el mejor consejo que te ha dado?

—Uf… Es que me da muchos, pero yo diría que el mejor es seguir mi corazón, confiar en mí y en mi instinto y estar segura de mí misma.

 —¿Qué sueños tienes para tu madre y qué sueños tienes para ti?

—Para mi madre, mi sueño más grande es que sea lo más feliz posible y que tenga muchísimo éxito en todos sus proyectos. Y para mí, espero entrar en una buena universidad y, después, aprovechar cada oportunidad que tenga lo máximo posible y ser feliz conmigo misma, viajar, tener buenas amistades y estar bien rodeada en la vida.

TEXTOCRISTINA OLIVAR
FOTOSVALERO RIOJA
ESTILISTAINÉS MARINERO
ASISTENTE DE FOTOGRAFÍAPEDRO MELO Y ANDRÉS BARBOSA
ASISTENTE DE ESTILISMONURIA MONTES
MAQUILLAJE Y PELUQUERÍAMARIO ARAQUE BY MÖN I.C.O.N. TEAM