Orgullosa de sus raíces y tradiciones, enamorada del sur, del campo y de la moda, Sol Domecq Bohórquez acaba de cumplir 19 años con muchos proyectos, sueños y metas por cumplir en el horizonte. Ella es la hija mayor de Sol Bohórquez y Borja Domecq, quienes pertenecen a dos importantes familias jerezanas de pura cepa, ganaderas de toros bravos de gran tradición en España, y está estudiando en la universidad Filosofía, Política, Derecho y Economía, aunque no descarta en el futuro dedicarse al diseño de moda, como su madre, que es su referente de estilo y de la que asegura que tiene mucho que aprender.
“Mis padres y mis abuelos me han inculcado el valor de la familia y no les puedo estar más agradecida por el regalo de tener una tan grande y unida”
Discreta, con una impactante mirada —como la de su madre— y figura de modelo, posa ante nuestras cámaras con moda de El Corte Inglés y nos descubre cuáles son sus gustos, inquietudes, su estilo y sus sorprendentes aficiones. Como buena jerezana, le encanta la moda flamenca y adora las tradiciones andaluzas, le gusta la música, el baile, tocar la guitarra y montar a caballo, hobbies que contrastan con el deporte que practica, el fitboxing . Ahora disfruta de su vida universitaria y del tiempo que pasa rodeada de su familia, antes de adentrarse en dos aventuras solidarias con las que pondrá su granito de arena para intentar que nuestro mundo sea un poco mejor y que, seguro, marcarán para siempre su vida.
—¿Qué significa la moda en tu vida?
—Para mí la moda es creatividad, estética, una forma de expresarse y quererse.
—¿Alguna vez has pensado abrirte camino en la industria?
—Es algo que me gusta mucho, aunque nunca he sabido cómo encauzarlo; aun así me gustaría vivirlo más de cerca, quizá, trabajando para la casa LVMH.
“¿El mejor consejo que me han dado mis padres? No perder de vista lo verdaderamente importante en la vida y nunca tener miedo a equivocarme”
—¿Te gustaría probar suerte como diseñadora, como tu madre?
—Me encantaría intentarlo algún día, aunque me queda mucho por aprender de ella. Ojalá pueda llegar a tener su visión y buen gusto. Nunca me deja de sorprender su elegancia y la manera en que consigue hacer de lo más sencillo una auténtica maravilla.
—Además de a tu madre, ¿a quién más admiras en la moda?
—Me encanta mi tía Inés, la considero un genio, es única y tiene un estilo propio e impresionante. También admiro muchísimo a Maria Grazia Chiuri y sus creaciones.
—Acabas de cumplir, este mes de abril, 19 años, ¿qué estás estudiando?
—Estudio PPLE (Filosofía, Política, Derecho y Economía) en el IE. Es una carrera relativamente nueva, muy completa e interesante y que, por el momento, me está encantando.
“El campo es el lugar donde mejor me siento y en el que he pasado los momentos mas felices de mi infancia, siempre rodeada de familia y amigos”
—¿Dónde te gustaría dar tus primeros pasos profesionales?
—De momento, estoy aprendiendo y averiguando poco a poco qué es lo que me gusta, aunque en un futuro sí que me veo trabajando en un despacho de abogados, en banca como asesor fiscal e incluso en Naciones Unidas o algún otro organismo internacional.
—¿Cuál es el mejor consejo que te han dado tus padres?
—No hagas jamás lo que no te gustaría que te hicieran. No perder de vista lo verdaderamente importante en la vida y nunca tener miedo a equivocarme, porque, al fin y al cabo, es la mejor manera de crecer.
—¿Cómo definirías tu estilo?
—Sencillo, pero elegante.
—¿Cuáles son tus básicos para esta temporada?
—Unas bailarinas y una blazer cortita azul marino, ¡no me las quito nunca!
—¿Qué significa para ti llevar dos apellidos tan importantes y con tanto arraigo en Andalucía?
—Significa un orgullo inmenso y, sobre todo, una verdadera suerte. Tanto mis padres como mis abuelos me han inculcado siempre el valor de la familia y no les puedo estar más agradecida por el regalo de tener una familia tan grande y tan unida y por las increíbles relaciones que hemos formado entre primos, tíos y sobrinos.
—¿Qué es lo que más orgullosa te hace sentir de tus raíces?
—Me encanta la autenticidad, la simpatía y, sobre todo, lo cariñosa que es la gente. Me fascinan todas nuestras tradiciones y me enorgullece cómo se han mantenido a lo largo de la historia y lo siguen haciendo, a pesar de todas las dificultades que las amenazan con desaparecer en la sociedad en la que vivimos.
“Me encanta la moda flamenca. Recuerdo con cariño las visitas a la costurera, desde muy pequeña, y la ilusión con la que iba a probarme los trajes de gitana que me diseñaba mi madre”
—Como buena jerezana, ¿te gusta la moda flamenca?
—Me gusta muchísimo, es más, recuerdo con especial cariño las visitas a la costurera, desde muy pequeña, y la ilusión con la que iba a probarme los trajes de gitana que me diseñaba mi madre, después de pasarnos horas y horas eligiendo y comprando las telas y las cintas.
—¿Te gusta más el campo o la ciudad?
—El campo, sin duda alguna. Es el lugar donde mejor me siento y en el que he pasado los momentos más felices de mi infancia, siempre rodeada de familia y amigos.
—¿Cuáles son tus hobbies?
—Me encanta tocar la guitarra, cantar, bailar, pasear, montar a caballo y, desde no hace mucho, hago fitboxing . Siempre me dicen que no me pega nada, pero a mí me encanta (ríe). Soy también una fanática de la alta costura y me inspira muchísimo ver los desfiles de años anteriores de las grandes casas como Dior y Dolce & Gabbana.
“Próximamente, tengo planeada una misión a Costa Rica y un nuevo proyecto relacionado con la pobreza infantil en el tercer mundo y la evangelización”
—¿Te llama la atención el mundo de las redes sociales? ¿Te gustaría ser influencer?
—Es un trabajo que admiro mucho, aunque nunca me ha llamado la atención. Quizá sea por mi educación o mi forma de ser, pero no sería capaz de renunciar a mi privacidad y estar siempre expuesta a la opinión pública.
—Por último, ¿cuáles son tus próximas metas?
—Próximamente, tengo planeada una misión a Costa Rica, en la que espero dar todo de mí, aunque sé de sobra que voy a recibir mucho más, y cargar las pilas para un nuevo proyecto relacionado con la pobreza infantil en el tercer mundo y la evangelización.