Sarah Loinaz no lo ha tenido fácil. Desde pequeña se ha topado con numerosos obstáculos, primero en el colegio, donde sufrió bullyng ; después, para abrirse camino en el mundo de la moda, donde se le cerraron muchas puertas, como ella misma ha confesado, y, por último, para cumplir su sueño de coronarse como Miss Universo España, título que logró en 2021, cuatro años después de haberse presentado por primera vez, de derramar muchas lágrimas y de pasar muchas noches estudiando —compagina su trabajo en la moda con la carrera de ADE—. Tenaz, constante y con las ideas muy claras, la modelo es un bellezón —a la vista está— que alza su voz por la defensa de la integración social.
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“En el colegio se metían mucho conmigo por el origen marroquí de mi madre y eso me condicionó mucho a la hora de hablar el darisha, mi lengua materna, en público”
De padre vasco y madre marroquí, se siente muy orgullosa de sus orígenes y de ser musulmana. Y no duda en contar su propia historia si puede servir para acabar con los obstáculos. “¡Es hora de que empecemos a romper barreras! Con pequeños gestos podemos ayudar a erradicar la discriminación racial y social. Eduquemos a las nuevas generaciones. #Soydiversidad”, proclama en su cuenta de Instagram.
—Sarah, cuéntanos tu historia, ¿cómo te convertiste en modelo?
—Empecé de una forma curiosa, fue casi sin querer. Unos amigos me ofrecieron participar en un corto para el Festival de San Sebastián y ahí fue donde la agencia de modelos se puso en contacto conmigo. Así empezó todo.
—¿Tus padres te apoyaron?
—Al principio no, porque para ellos era un mundo desconocido y tampoco consideraban la de modelo una profesión real. Empecé muy joven y su miedo era que no cumpliera con mis responsabilidades, pero, cuando vieron que sí lo hacía, me apoyaron totalmente y hoy en día están muy orgullosos de todo lo que he hecho.
“Cuando gané el título, sentí que tuve acceso a la gran plataforma que es Miss Universo para poder apoyar diferentes causas, como la integración social”
—¿Qué supuso para ti convertirte en Miss Universo España?
—Cuando gané, sentí que tuve acceso a una gran plataforma para apoyar diferentes causas, como la integración social, a través de diferentes voluntariados y contando mi propia historia, ya que vengo de dos culturas diferentes: la marroquí, por parte de mi madre, y la española, por parte de mi padre. Me sentí feliz y orgullosa de poder hacer llegar el mensaje de que todos somos iguales.
“Siempre que puedo, cuento mi historia para que a ningún niño le pase lo mismo que me pasó a mí”
—¿Alguna vez has sufrido discriminación racial o social?
—Sí. Cuando era pequeña, en el colegio se metían mucho conmigo por el origen marroquí de mi madre. Eso me condicionó mucho a la hora de hablar el idioma en público. Si de algo me arrepiento es de no haber hablado el darisha como lengua materna desde pequeña a causa de esto. Hoy en día estoy muy orgullosa de ser quien soy, de mi madre, por supuesto, y de la cultura, a la que me siento superconectada. Viajo a Marruecos a menudo y siempre que puedo cuento mi historia para que a ningún niño le pase lo mismo. Hoy, las nuevas generaciones en su gran mayoría son mezclas de razas y culturas, creo que es lo más bonito y mágico que hay.
“Somos amigos y ya. Me sorprendió mucho ver las noticias porque, de verdad, no hay nada”, aclara la modelo sobre los recientes rumores que apuntaban a que era novia del futbolista colombiano James Rodríguez
—Hablas de pequeños gestos para romper las barreras. ¿Cuáles son los que tú llevas a cabo?
—Siempre que puedo, cuento mi experiencia para que alguien que esté en la misma situación en la que yo estuve se pueda sentir identificado. También he visitado asociaciones y centros de menores, colaborando con diferentes actividades y compartiendo tiempo con los niños. Al final, ellos son nuestro futuro y creo que es muy importante prestarles atención y compartir experiencias para hacerles sentir que no están solos y que cada uno de ellos puede conseguir lo que se proponga.
“Creo en el destino”
—Como tú, ¿no? Obtuviste el título cuatro años después de presentarte por primera vez…
—Sí, exacto. La primera vez que me presenté, con 19 años, quedé primera finalista y es lo peor que me pudo pasar, porque siempre tuve esa espinita clavada y quise volver a intentarlo. Estaba en pleno desarrollo y no me sentí satisfecha del papel que había desempeñado, diría que no fui yo al 100 %. Necesitaba quedarme tranquila, para saber que, si ganaba, es porque era para mí y si siendo yo no ganaba, es que no era para mí. Creo mucho en el destino.
—Pareces una mujer fuerte, competitiva, que no te rindes fácilmente… ¿Tú cómo te defines?
—Sí, es así, y soy muy sensible. Mi lema es que todo pasa por algo, incluso algo que en el momento me puede parecer malo, con el tiempo veo que es por algo bueno… También soy muy positiva.
—¿El hecho de ser musulmana ha sido un hándicap en tu carrera?
—No. Yo respeto muchísimo las diferentes opiniones y culturas, de hecho, me gusta escuchar y siempre aprender cosas nuevas y la verdad es que siempre he recibido el mismo trato.
—¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
—Viajar, sin duda. Me gusta muchísimo viajar y conocer nuevas culturas, gastronomías, costumbres… Me parece increíble que estemos a un avión de cualquier parte del mundo, que seamos tan diferentes y que al mismo tiempo seamos tan iguales, lo disfruto muchísimo.
—¿Y lo que menos?
—Creo que lo más duro de esta profesión es la soledad. Muchas veces tengo la oportunidad de estar en sitios increíbles, y me siento superagradecida, pero al final estoy sola y no es lo mismo.
—¿No tienes ocupado el corazón?
—Ahora mismo estoy feliz, yo siempre tengo el corazón lleno de amor. Pero si te refieres a si tengo novio, sigo soltera.
“No sigo el fútbol”
—El pasado otoño se te relacionó con James Rodríguez…
—No es verdad. Somos amigos y ya. Me sorprendió mucho ver las noticias porque de verdad que no hay nada.
—Pero ¿qué te parece el futbolista colombiano, se ajusta a tu tipo de hombre ideal?
—No tengo un tipo en concreto. Siento que más que un prototipo se trata de una conexión, de una cuestión de energías.
—¿Te gusta el fútbol ? ¿Saldrías con un futbolista?
—No sigo el fútbol, la verdad. Y en cuanto a la profesión, creo que cuando de amor se trata nunca se puede decir nunca.
—Estabas estudiando ADE. ¿Has terminado la carrera? ¿Cómo va a influir en tus metas laborales?
—Me tuve que cambiar a una universidad online por el trabajo. Es una carrera muy general y la voy a enfocar desde otra perspectiva y vinculada al mundo de la moda, que es lo que me gusta.
—¿Cuáles son tus próximos proyectos?
—Tengo un proyecto muy interesante, estoy muy enfocada en él. Tiene mucho que ver con la belleza y los cuidados de la piel desde una producción que apoya y busca resaltar la belleza de las pieles en todas sus formas. Todavía no puedo desvelar más, pero tengo muchas ganas de enseñároslo.
—¿Vas a dejar a un lado tu faceta de modelo?
—Me veo trabajando en la moda, pero desde esta nueva perspectiva, creo que me siento más cómoda. De momento, seguiré trabajando como modelo y en un futuro, cuando salga a la luz este nuevo proyecto, quizá también, pero en temas más puntuales.