Supo saber convertir su hobby en profesión. Y aquel blog llamado Amlul, que abrió hace quince años, es hoy el nombre de su firma de moda. De influencer a empresaria. Ella misma nos cuenta cómo ha sido su trayectoria y cómo hace para compaginar ambas facetas.
-¿Qué resumen harías de tu carrera?
-Ha sido bastante estable. He tenido la gran suerte de vivir en otros países y ver crecer mi hobby, que ahora se ha convertido en una profesión y, a su vez, ha evolucionado en un nuevo proyecto: lanzar mi propia marca sostenible, hecha en España.
-De los trabajos que has hecho, ¿de cuál te sientes más orgullosa?
-Sin duda, de los frutos que ha dado el blog, que comenzó con el mismo nombre que hoy lleva mi marca: Amlul.
“La sencillez y la elegancia no pueden faltar en mis diseños. Líneas rectas para mujeres seguras de sí mismas y nunca demasiado forzado ni para pretender ser alguien que no eres”
-¿La faceta de tu trabajo que más te gusta?
-Estar más detrás de la cámara que delante y poder dirigir a un equipo de mujeres que lideran proyectos tan bonitos como Amlul y que comparten esta visión y este proyecto conmigo.
“He tenido la gran suerte de vivir en otros países y ver crecer mi hobby, que ahora se ha convertido en una profesión y, a su vez, ha evolucionado en un nuevo proyecto: lanzar mi propia marca sostenible, hecha en España”
-Después de tanto tiempo viviendo fuera, ¿por qué decidiste volver a España?
-He vuelto a España sin pensar hacerlo; siempre creí que me iba a quedar en EE.UU. más tiempo. Vine con dos maletas, con la intención de volver a los seis meses. Quedarme aquí no es una decisión definitiva, sino que es un momento en el que mi trabajo más principal y personal me ha traído de vuelta, ya que hacemos la producción 100 % en España y para mí es esencial poder controlar la calidad.
“Cuando tienes una empresa, todas las decisiones que tomas van a afectar al equipo, ya no tienes una carrera en solitario. Es una buena práctica antes de formar una familia”
-De las diferentes ciudades en las que has vivido, ¿con cuál te quedas?
-Creo que sin duda Nueva York porque, aunque nunca pensé que me fuera a gustar tanto, es una ciudad con la que me identifico.
“De los diferentes lugares en los que he vivido me quedo con Nueva York porque, aunque nunca pensé que me fuera a gustar tanto, es una ciudad con la que me identifico”
-Hace tres años lanzaste tu firma, que apuesta por diseños atemporales, ¿por qué has querido seguir esta filosofía?
-Yo nunca sigo la tendencia, cuando decidí lanzar una marca de moda sostenible atemporal no fue enfocada a eso. Siempre he creído en las marcas atemporales porque consumo firmas australianas y americanas que se rigen por unos climas que no entienden de temporalidad. También coincide con el calentamiento global, cada día consumimos más, independientemente de la estación.
“Me siento muy orgullosa de los frutos que ha dado el blog, que comenzó con el mismo nombre que hoy lleva mi marca: Amlul”
-¿Qué no le puede faltar a un diseño tuyo?
-La sencillez y la elegancia. Líneas rectas para mujeres seguras de sí mismas y nunca demasiado forzado ni para pretender ser alguien que no eres.
-¿Qué ha supuesto mostrar tus diseños en la pasarela 080 Barcelona?
-Poder desfilar en España ha sido maravilloso. No lo teníamos pensado ni contemplado, ya que las colecciones no se conciben para pasarela, pero hemos tenido la oportunidad de presentar nuestro ADN, así como nuevas siluetas.
“Quedarme en España no es una decisión definitiva, sino que es un momento en el que mi trabajo más principal y personal me ha traído de vuelta, ya que hacemos la producción 100% en España y para mí es esencial poder controlar la calidad”
-No hace mucho abriste tu primera tienda física en Madrid, pues al inicio solo había venta online, ¿qué te ha llevado a abrirla?
-No es una tienda como tal. Es nuestro primer espacio físico, en el que cohabitan el estudio de diseño y el de creación de contenido. Al ser una marca pionera online, el espacio físico es un escalón donde conocer a nuestras clientas para que puedan descubrir el producto y sentir y ver las calidades.
-¿Cómo ves la moda ahora desde el punto de vista de empresaria?
-Ser empresaria tiene una responsabilidad, al igual que ser influencer, pero diferente. Cuando tienes una empresa hay gente que depende de ti y el compromiso es mucho más real. Las decisiones que tomas afectan al equipo, tu carrera ya no es en solitario y por libre. Es una buena práctica antes de formar una familia (risas).
-¿Cómo haces para compaginar ambas facetas?
-Estoy todavía adaptándome. Creo que aún tengo un largo camino que recorrer para buscar un mejor equilibrio.