La era victoriana tuvo al infalible Sherlock Holmes y su inseparable Watson y, ahora, la España de posguerra cuenta con su pareja de sagaces investigadores en Un asunto privado , una serie con el sello de Bambú Producciones, creada por Teresa Fernández-Valdés, Gema R. Neira y Ramón Campos, el mismo equipo detrás de éxitos como Velvet, Fariña o Now & Then. Ambientada en los años 40, sigue los pasos de Marina Quiroga, una mujer de la alta sociedad adelantada a su tiempo que está dispuesta a atrapar a un asesino en serie, y para ello, la nueva ficción española de Prime Video -disponible desde el 16 de septiembre- cuenta con el fichaje internacional de Jean Reno, el carisma de Aura Garrido y la colaboración de una actriz que es patrimonio cultural de nuestro país, Ángela Molina.
“Es una delicia. La quiero definir así porque cada capítulo te conquista más que el anterior. Me siento muy orgullosa de producir una serie para Prime Video como esta y de rodearme de un equipazo tan impecable en un momento difícil como fue la pandemia, cuando rodamos”, nos dice Teresa Fernández-Valdés, única mujer española en lograr la medalla de honor del MipTv de Cannes (2018), que lidera un proyecto tan distinto como atractivo. Hablamos con la cofundadora de Bambú Producciones y con el elenco de lujo de la serie, una reunión única en Mónaco.
Jean Reno
-La serie está ambientada en 1948, el año en que naciste, vaya casualidad.
-Absolutamente -ríe-. Me gustó mucho la idea de trabajar en este año y todo lo que conlleva.
“Mi padre era fan de Antonio Molina. Cuando vi a Ángela por primera vez le dije que mi padre tenía casetes y grabaciones del suyo, se quedó sorprendida y eso nos unió” (Jean Reno)
-Y en España, algo especial para ti, ya que tus padres eran españoles, gaditanos, en concreto.
-Sí. Ha sido increíble encontrar un proyecto tan especial y novedoso y trabajar con Aura fue una bendición. Es una mujer increíble, tiene un corazón enorme y mucho talento.
-Con Ángela había una conexión “familiar”.
-Cierto. Mi padre era fan del suyo, así que cuando nos encontramos le dije que mi padre tenía casetes y grabaciones de Antonio Molina. Se quedó sorprendida, me dijo: “¿Cómo?”. Y eso nos unió. Ángela es una verdadera profesional. Yo comparo este oficio con el tenis. Si juegas con un campeón, jugarás mejor. Y si actúas con una persona con talento, todo se desarrolla mejor.
-La serie se rodó en Galicia, en plena pandemia. ¿Cómo fueron aquellos meses?
-Galicia fue como mi casa, con comida extraordinaria, con gente muy amable y, bueno… llovió, pero teníamos paraguas. Conocía Madrid, Andalucía y Barcelona, pero Galicia no, así que pude descubrirla.
-Hasta hace poco, nunca habías rodado en español y ahora lo haces cada vez más. ¿Es una casualidad o es que tus raíces te tiran?
-Las dos cosas. Siempre tuve el ojo puesto en encontrar un guion, pero, como trabajaba mucho más en Estados Unidos y Francia, no pude. Y la situación en España no era como ahora, que se están produciendo cosas extraordinarias. De alguna manera, en España hay más proyectos y a mí mis raíces me llaman.
“Para mí, la familia es lo más importante, lo más bello y el sentimiento más generoso. Realmente, con los años te das cuenta que es el amor más poderoso y grande. La familia es lo que somos” (Ángela Molina)
-De todos los papeles interpretados en tu trayectoria, ¿con cuáles has disfrutado más?
-Es difícil contestar porque yo encuentro siempre de comer y de beber en el personaje que hago, en el trabajo que tengo. En mi corazón y en mi cabeza es más la persona que me encuentro en el set que el papel. Si estoy con gente que tiene corazón y talento, como Ángela Molina o Aura, estoy contento. Si estoy con un idiota, me aburro.
-¿Te has encontrado con muchos idiotas?
-A veces, hay algunos que ¡oh là là! Cuando entras en el hotel por la noche y piensas que mañana otra vez este idiota va a estar en el set, pues no estás contento -ríe-.
-Pareces un hombre con sentido del humor, ¿es así?
-Sí, es lo que me dicen mi mujer y mis amigos. Sí, porque es algo muy andaluz. Al final del día te vas a morir, así que disfruta -ríe-.
-¿Lo más importante para ti?
-Mi familia. Mi mujer, mis hijos y mis amigos.
Aura Garrido
-¿Cómo ha sido trabajar en la serie?
-Ha sido un proyecto muy exigente, es una serie muy compleja y queríamos hacerla muy bien. No todos los días tienes la oportunidad de hacer algo así. El equipo era un lujo y he aprendido mucho con ellos.
“Jean Reno es un actor que mis hijos me han hecho amar. Samuel ponía ‘El especialista’, cada día, cuando llegaba del colegio. Y Mateo descubrió el mar y su ciencia en ‘El gran azul’, y ha dedicado su vida a ello” (Ángela Molina)
-Que Teresa Fernández-Valdés te llamara ¿te hizo ilusión o te dio mucho respeto?
-¡Las dos cosas! Pero, sobre todo, ilusión, que recordase que tenía muchas ganas de hacer comedia.
-¿Qué dirías de Jean Reno y Ángela Molina?
-Trabajar con Jean era una masterclass diaria, la sutileza y la profundidad que le da a su personaje son increíbles. Ángela es una fuerza de la naturaleza, es tremendamente magnética y libre y tiene muchísima sensibilidad. Un privilegio trabajar con los dos.
-¿Alguna anécdota divertida que nos puedas contar?
-¡Nos pasaron muchas cosas! Rodando de noche en el Sil, en la Ribeira Sacra, estuvimos a punto hundirnos en la embarcación. Empezó a llover y rodábamos en un barco antiguo que se encallaba constantemente.
-Llevas trece años de carrera, ¿lo mejor y lo peor?
-Lo mejor: la gente y los lugares que he conocido gracias a esta profesión. Lo peor es que, a veces, no he podido estar con mi gente en momentos importantes.
“Trabajar con Jean era una ‘masterclass’ diaria, Ángela es una fuerza de la naturaleza... ha sido un privilegio trabajar con los dos, he aprendido muchísimo” (Aura Garrido)
-¿Qué momento decisivo cambió tu carrera?
-Ha habido varios, pero, quizá, el mayor fue cuando me dieron mi primera película, Planes para mañana.
-Cuando se apagan los focos, ¿qué te gusta hacer?
-Viajar, estar con mi gente, leer, ver teatro y cine… También intento dedicar tiempo a aprender algo nuevo.
-¿Cómo te llevas con las alfombras rojas?
-Hace años que trabajo con un estilista, Freddy Alonso. Tiene muy pillado lo que me gusta y me encantan sus propuestas.
-¿Al mal tiempo buena cara?
-No lo sé. Admiro mucho a la gente que pone por delante la fortaleza y sale adelante de todo e intento ser así, pero creo que no se puede generalizar. Hay situaciones muy duras y no pasa nada porque algunas nos sobrepasen. Creo que hemos vivido un exceso de discurso positivista y me parece que, a veces, no ayuda.
La actriz Aura Garrido, protagonista de ‘Un asunto privado’, es una apasionada de su trabajo y asegura que “lo mejor de esta profesión es la gente y los lugares que he conocido. Lo peor: no estar con mi gente en momentos importantes”
Ángela Molina
-¿Qué ha supuesto para ti volver a trabajar con Bambú y, en concreto, con Teresa?
-Teresa es un ser humano al que quiero y admiro muchísimo. Ha sido un privilegio, como siempre, porque lo hace todo muy fácil y siempre son proyectos espléndidos de los que me gusta formar parte.
-Nunca habías trabajado con Jean Reno, pero está ligado a tu familia de alguna manera.
-Sí, es un actor que mis hijos me han hecho amar, porque tenían puestas en continuidad las películas que hacía. Samuel estaba enamorado de Natalie Portman y ponía El especialista cada día, en cuanto llegaba del colegio. Mateo descubrió el mar, sus bondades y su ciencia a través de El gran azul y, además, ha dedicado su vida a ello. Mi nieto Enzo se llama como su personaje en la película. ¿Quién me lo iba a decir a mí? Jean ha estado en mi vida de una manera tierna y, además, lo amo como actor y tiene una humanidad que sobrepasa.
-Vienes de una familia grande, tienes cinco hijos, cuatro nietos... ¿La familia lo es todo para ti?
-Sí, para mí es lo más importante de la vida, lo más bello, lo más potente y el sentimiento más generoso y al que uno más se entrega con dicha. Con los años, te das cuenta de que es el amor más poderoso, el más grande. Es lo que somos, somos los que nos han antecedido, somos nuestro padre, nuestra madre y, luego, nuestros hijos serán igual que nosotros. Es el río de la vida y eso es, para mí, lo que hay que cuidar, porque hay veces que uno puede descuidarse y poner en primer lugar otras cosas. La familia es la gozada más grande. Bueno, yo al menos lo necesito -ríe-.
“Empezamos esta carrera, Ramón Campos y yo, sin nada. Me recuerdo buscando de banco en banco el dinero y miles de puertas que se cerraban, peleando y consiguiéndolo, firmando el primer contrato...y el recuerdo es de muchísima felicidad” (Teresa Fernández-Valdés)
-¿Tus nietos te reconocen en la pantalla o para ellos eres, sencillamente, la abuela?
-Para ellos soy la abuela y ya está. Y me encanta, porque así disfrutan la realidad. No les hace falta fantasear conmigo.
-Después de toda la vida delante de las cámaras, ¿sigues disfrutando de tu trabajo como al principio?
-Yo diría que más y más. No sé hasta cuándo será así, pero, hoy, lo puedo decir. Me sigue ilusionando e interesando igual. Me desborda la pasión que siento por mi oficio, porque es humanizar la vida y porque el cine, en este siglo, ha sido uno de los grandes tótems de la cultura.
“Jean Reno es un actor que mis hijos me han hecho amar. Samuel ponía el especialista, cada día, cuando llegaba del colegio. Y Mateo descubrió el mar y su ciencia en el gran azul, y ha dedicado su vida a ello” (Ángela Molina)
-¿Te arrepientes de haber rechazado algún trabajo o haber dicho que sí a otros?
-No me arrepiento ni de haber dicho que sí ni de haber dicho que no. Porque creo que todo es consecuente con lo que uno siente en ese momento y hay que vivirlo como uno cree que es mejor. Yo lo he vivido así, a pesar de que luego las películas a las que he dicho que no han sido buenas películas, no era un momento en que yo podía abordarlas por las cuestiones que fueran.
-¿Qué te define hoy por hoy, Ángela?
-Lo de definirme… me resulta complicadísimo. Pero sí que la etapa de la vejez real, la verdad, es nueva, es muy curiosa… Y doy muchas gracias porque la vida es muy bella, pero es muy frágil. Lo demás es algo que todos tenemos que enfrentarnos a ello y está en coherencia con lo que se nos ha dado.
-¿Crees que envejecer con naturalidad es lo más elegante?
-Creo que envejecer con naturalidad es lo normal. Es lo natural.
Teresa Fernández-Valdés
-¿Tenías claro desde el principio el elenco de actores de la serie?
-Cuando uno escribe, no siempre tiene una cara asociada al proyecto. Lo que teníamos claro es que queríamos a una figura de peso en el personaje masculino. El hecho de que el mayordomo no tuviese que ser una persona joven nos permitía acceder a un tipo de actor con solera y en el caso de la jovencita, nos íbamos dejando la libertad de pensar quién sería a medida que íbamos escribiendo.
-Y se fue acercando el momento de barajar nombres.
-Amazon tenía claro que quería un actor con proyección internacional y que hablara español, así que eso limitaba las posibilidades, pero como la serie tiene un tono de comedia, el nombre de Jean Reno fue el primero de la lista. No iba a ser fácil, él vive en Nueva York y está muy metido en la industria americana, pero tiene unas raíces muy fuertes con España y fue el timing perfecto. Así que me fui a verle a Nueva York, se lo propuse, leyó los guiones, le encantaron y el sueño se hizo realidad.
“Me siento muy orgullosa de haber podido producir una serie para Prime Video como esta y de haberme rodeado de un equipazo tan impecable en un momento tan difícil como fue la pandemia, cuando rodamos” (Teresa Fernández-Valdés)
-¿Cómo llegasteis a Aura?
-Queríamos una actriz joven y que, a la vez, estuviese en un momento determinado de su vida, porque Marina es una chica joven, pero con una mirada madura y con la inconsciencia de querer ser todo y teniéndolo todo en contra. Con Aura habíamos trabajado y está en un momento dulce de su carrera. Le gustó el tipo de mujer y el hecho de poder asomarse a la comedia, que no había hecho.
-¿Qué tiene de especial Un asunto privado?
-Es una serie ambiciosa. Nos ha permitido soñar grande, porque cada episodio es una película. Seguramente no hubiéramos podido hacer Un asunto privado si previamente no hubiésemos hecho las otras series, pero vais a ver en ella un espíritu único y muy especial.
-Estudiaste Periodismo y lo ejerciste, ¿cómo se cruzaron en tu camino las series de ficción?
-Nací en Pontevedra y al acabar la carrera, en Madrid, me volví e investigué el periodismo local. Yo era muy creativa, muy artista y se me quedaba cojo para las ambiciones que tenía. Decidí estudiar un máster en Producción y Gestión Audiovisual y allí descubrí que el mundo de contar historias, tal y como lo hacía en el periodismo, de repente, cuando hablabas de ficción, era mucho más amplio. Realmente, la ficción llegó para enamorarme absolutamente y para dar rienda suelta a la parte más creativa de mí.
-Hace pocos años peregrinabas en busca de financiación, ahora Bambú es una empresa importante del sector, ¿qué recuerdas de los inicios?
-Los recuerdos son maravillosos. Me acuerdo buscando de banco en banco el dinero y miles de puertas que se cerraban. Porque nosotros empezamos esta carrera, Ramón Campos y yo, de cero. Entonces, me recuerdo peleando por ello y consiguiéndolo, firmando el primer contrato, creciendo poquito a poco y dando cada paso siempre sensatamente. El recuerdo que tengo es de muchísima felicidad.
“¡Nos pasaron muchas cosas! Rodando de noche en el Sil, en Ribeira Sacra, estuvimos a punto de hundirnos en la embarcación. Empezó a llover y rodábamos en un barco antiguo que se encallaba constantemente” (Aura Garrido)
-Tu nombre aparece en las listas de mujeres más poderosas del entretenimiento, ¿impresiona?
-Me siento muy orgullosa y feliz. Siento que mi nombre no solo me representa a mí, sino a un equipo, el de Bambú Producciones, y también a millones de mujeres que se dedican a esta profesión. Tengo la suerte de estar ahí, no sé por qué, sinceramente. A veces el timing de la vida es muy importante y a mí me ha regalado mucho en ese sentido.
-¿De dónde nacen tus ideas para estar continuamente creando?
-Lo que lees, lo que vives, de todas tus experiencias vitales. Cualquier cosa, la actualidad, historias del pasado, familiares, incluso la música. Todo es fuente de inspiración, porque cuando uno trabaja creando, la mente está activa todo el rato.
-¿A la ficción española le sobra o le falta algo?
-Nunca sobra nada. La ficción española está en un momento precioso, dulce, de crecimiento, de explosión... Y para ser honesta… siempre falta dinero, porque, cuanto más tengamos, historias más grandes vamos a poder contar.