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Nahia Lafuente: la casa de las flores

Esta construcción, que fusiona estilo francés y vasco, situada en Guetaria, es la razón de ser y el corazón de la marca de moda que Nahia Lafuente ha construido con tesón y mucho sentido del humor. Vivir en pijama, dentro y fuera de casa, y rodearse de flores es parte de su filosofía. Descubrimos cómo el arte se cuela en cada rincón de este vivido caserío contemporáneo

11 de septiembre de 2022 - 16:03 CEST11 sept 2022 - 16:03 CEST

Desayunar cada mañana entre las montañas de Guetaria y el mar Cantábrico, mirando sus jardines llenos de palmeras, plataneras y hortensias, disfrutando de una casa que tiene vida propia, es el proyecto vital de Nahia Lafuente y su familia. Nahia vivía en Dusseldorf, allí tuvo a su primer hijo, donde se mudó para trabajar como directora de visual merchandiser para una marca internacional, pero algo le dijo que debía volver a casa.

De hecho, la marca de moda que lanzó en plena pandemia, Iturri Enea, tiene su alma alojada en esta construcción tradicional de estilo vasco francés. Todo parte de ella y lo comparte con el mundo a través de maravillosas batas, camisones, manteles y doseles de flores. Un oasis de inspiración en el corazón del País Vasco.

“Nuestros jardines están llenos de plantas y flores que a menudo acaban decorando las mesas, mesillas y tocadores de la vivienda. Plasmarlas en los estampados era imperativo para nosotros”

Palmeras, plataneras y hortensias colman los jardines de esta casa tradicional vasca construida por los padres de Nahia en la década de los 90. Las esculturas atípicas decoran el interior y el exterior de la casa y todo ese mundo es el que desea transmitir con Iturri Enea, su firma de moda y objetos para casa. En la imagen, Nahia, fundadora de la firma, con vestido, de Andion Clothing; botas, de Hunter; y kimono, de Iturri Enea.

-Tu firma de moda y homeware, Iturri Enea, nace como tributo a esta casa familiar. ¿Cómo surge esta asociación de ideas?

-Esta casa es el epítome de lo que somos, de nuestra forma de hacer y de nuestro modo de vivir. Siempre hemos tenido mucho sentido del humor y cierto gusto por lo bizarro. La idea de las batas y los camisones de flores está intrínsecamente ligada a esta casa. Es ecléctica, llena de arte... Nuestros jardines están llenos de plantas y flores que a menudo acaban decorando las mesas, mesillas y tocadores de la vivienda. Plasmarlas en los estampados de nuestras colecciones era imperativo para crear Iturri Enea.

-¿Siempre tuviste claro que la marca invitaría a sacar a la calle ropa cómoda y creativa?

-La idea era crear una marca de ropa de casa con la que una mujer se sintiese tan cómoda como para tumbarse a leer un libro en el sofá o salir a regar las plantas, y tan guapa como para ir a dar un paseo. Que a tantas mujeres les gusten nuestras prendas y que salgan a la calle con ellas, es verdaderamente gratificante.

“La idea era crear una marca de ropa de casa con la que una mujer se sintiese tan cómoda como para tumbarse a leer y tan guapa como para dar un paseo. Que a tantas mujeres les guste salir con ella a la calle es verdaderamente gratificante”

Desayunos así marcan la diferencia entre su vida y la del resto del mundo; rodeados de una naturaleza tentadora y una tranquilidad abrumadora es el mayor lujo que se puede tener hoy en día. Sobre la mesa, tazas de consomé y platos, de Andrea Suárez; jarra con flores, bandeja y tabla, todo de IUKA para Rita Von, y flores, de Flowers&Co.

- Hablando de tu estilo... En tu vida, ¿siempre has buscado la comodidad dentro y fuera de casa?

- Comodidad, sí, y desde que tengo hijos aún más, pero siempre con un estilo divertido y femenino. La idea de estar en casa con cualquier cosa que hay en el armario nunca ha ido conmigo. Siempre me he vestido para mí misma, fuera y dentro de casa.

-Arte y creatividad impregnando lo cotidiano. ¿Qué recuerdas de tu infancia que responda a esta frase, lema de tu firma?

-El arte, la música y la pintura siempre han sido una constante en mi vida y eso también se refleja en mi casa. Recuerdo los turbantes de mi madre y los objetos bizarros que coleccionaba mi padre, las esculturas y cuadros que adornaban los pasillos de mi casa. Todos esos estímulos están grabados en mi retina desde muy chiquitita y definen lo que soy.

“Recuerdo los turbantes de mi madre y los objetos bizarros que coleccionaba mi padre. Todos esos estímulos están grabados en mi retina desde muy chiquitita y definen lo que soy hoy”

El arte y la música habitan en esta casa de manera natural. “Esta es una casa ecléctica. Mis padres tenían gusto por los anticuarios y las ferias de brocante, por eso esta casa es especial también en la decoración. Sencilla, pero poco común…”. Arriba, un diván de anticuario; a la derecha, una chimenea decorada con libros y dos piezas de modelismo naval. En la imagen, uno de los dormitorios, que muestra la importancia de la vida vegetal. Aquí, los motivos botánicos están presentes en cuadros y colchas, pero con estilo y sencillez, desde el encanto... En la otra imagen, Nahia posa con jeans, de Zara; camisa de Andion Clothing; bata, de Iturri Enea, y zapatos, de Cayumas.

-Te gusta lo extraordinario. ¿De dónde viene ese gusto?

-De siempre, pero creo que con los años se ha acentuado. Iturri Enea nació en plena pandemia Covid, un tiempo en el que todo se volvió gris y aburrido. Nuestras atrevidas mezclas de estampados, colores y patrones se convirtieron en una forma de jugar con lo que teníamos en casa. Entiendo la moda con humor, vestir para ser vista, divertirme y sentirme bien conmigo misma.

-Tu madre se dedicó al arte y a tu padre le gustaba buscar objetos extraños. ¿Cuál es el más raro que aún conservas en esta casa?

-Mis padres han coleccionado un sinfín de artículos pintorescos, entre ellos, un piano antiguo, cuadros de zoología (¡incluyendo uno de una tenia!), un huevo de avestruz, una cebra hinchable gigante… De ellos he aprendido a ponerle pasión, tesón y humor a todo lo que hago, y a no hacer las cosas a medias.

“Nos hemos volcado tanto en nuestra marca que es como un tercer hijo, un modo de vida que invade todos los espacios”

Toda la construcción, levantada en los noventa, está conectada con la naturaleza, mirando al mar y de espaldas a la montaña. Arriba, Nahia posa con mono, de Rita Von; zapatos, de Cayumas; y chaqueta, de Iturri Enea. A la izquierda, Nahia lleva vestido, de Rita Von; zapatos, de Cayumas, y chaleco, de Iturri Enea. Derecha, blusa, de Rita Von; jeans, de Zara, y slippers, de Shuia Shuia.

-¿Cómo poner en práctica la filosofía de vida que te transmite esta casa y que tanto practicas?

-Empieza el día con música. Desayuna algo que ponga una sonrisa en tu cara. Cambia de peinado. Saca esa vajilla que solo usas en ocasiones especiales. Lee unas páginas de tu libro favorito. Da un paseo por esas calles que nunca atraviesas. Sonríe a tu reflejo en el espejo. Usa pintalabios rojo para estar en casa. Pinta un cuadro. Ponte un turbante. Cocina con especias… Haz cosas originales, pon humor en tu día y ¡prueba algo nuevo al menos una por semana.

Las flores protagonizan cada estancia. El exterior invade las paredes de la casa de Nahia a través de sus diseños. Por esto, las telas estampadas de Jaipur están en cada rincón, desde un mantel a un dosel. Nahia practica y promueve un estilo divertido y contemporáneo, tradicional pero un poco extravagante, con mucho encanto, como esta casa, que es alma de la marca y de su familia. “Nuestras batas quedan genial con camiseta y vaqueros. Los pijamas se pueden separar y combinar la parte de arriba como si fuera una blusa y los pantalones con cualquier top liso”. En esta imagen, en la cocina, Nahia lleva mono estampado y blusa, ambos de Andion Clothing, y kimono guateado, de Iturri Enea.

FotografíaINMA FIUZA

TextoSara Trueba

EstilismoLola Delgado

Maquillaje y peluqueríaAna Vega para Ederlan