Si a Sandra Gago le hubieran dicho que iba a vivir tantas cosas en tan poco tiempo, no lo hubiera creído. Pero, como ella misma asegura, “no siento que me haya perdido nada, todo lo contrario, creo que he disfrutado al máximo de cada etapa y lo sigo haciendo”. Empezó en la moda muy joven, con quince años. En lo personal también ha vivido deprisa. El 20 de septiembre de 2019, con veintitrés años, se casó con el tenista Feliciano López, y el 4 enero de 2021 nació su hijo, Darío, cuando tenía veinticinco.
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“Ser madre era mi sueño y mi ilusión desde bien pequeña. Formar una familia, para mí, es lo mejor que te puede pasar en la vida”, nos decía entonces. Ahora, Sandra, convertida en una mamá ‘trotamundos’ con su niño y su marido, mientras compagina su carrera en la moda y su trabajo como wedding planner, va camino de celebrar su tercer aniversario de boda. Una fecha importante a las puertas de un otoño que llega cargado de proyectos. Así nos lo cuenta con espectaculares joyas de Rabat perfectas para esta temporada.
—Sandra, vosotros que viajáis tanto al extranjero, ¿cómo habéis vivido el verano?
—Hemos estado en Mallorca unos días con la familia y en agosto hemos ido improvisando sobre la marcha. Pero, sin duda, siempre que podemos nos quedamos en España y alguna semana en casa, que se echa de menos.
—¿Te gusta esta época del año o prefieres otras?
—Me encanta el verano y siempre he sido muy de playa. Ahora es verdad que cada vez más me gusta el plan de montaña en invierno. Improvisamos fines de semanas muy divertidos con amigos y familia y, sin duda, son los mejores planes.
—¿Y cómo se presenta el nuevo curso? ¿Qué te tiene preparado el otoño?
—Vuelvo con las pilas cargadas y con infinitas ganas de dar forma a los proyectos de estos últimos meses del año.
—¿Cómo sueles tomarte el regreso a la rutina después de las vacaciones?
—No me cuesta porque me gusta volver a tener una rutina. Disfruto mucho de mi trabajo y estoy deseando que llegue septiembre para ver qué me depara.
—También supone volver a cuidarse más, por los ‘excesos’ veraniegos… ¿o eres disciplinada en ese aspecto?
—¡Intento ser constante y hacer ejercicio tres días a la semana siempre que puedo! Tengo esa rutina en cuanto a deporte desde hace tiempo y es lo que mejor me sienta. Obviamente, hay alguna semana que no hago nada, pero intento moverme siempre.
—¿Y qué haces para mantenerte en forma, Sandra?
—Cumplo veintisiete años en octubre y, hasta ahora, me he mantenido como a mí me gusta verme, comiendo sano, sin ningún tipo de dieta estricta, haciendo deporte y algún que otro masaje corporal, que ayuda. Veremos en unos años… ja, ja, ja. Adoro comer, es de las cosas con las que más disfruto y uno de los mejores placeres de la vida.
“Feli y yo hemos creado la familia que ambos queríamos y seguimos igual o más unidos que antes. ¡Somos un equipo y nos necesitamos!”
—Y ahora que Darío ya camina, correr detrás de él también ayuda…
—¡Pues de verdad que noto que tengo mucha más actividad que antes y que quemo todo más rápido, porque no paro! ¡Esta edad es muy divertida, pero tienes que andar con mil ojos!
—¿Cómo te las arreglas para compaginar tu papel de madre con tu vida profesional y el seguir a tu marido por todo el mundo?
—¡Organizándome muy bien! Y, por desgracia, no es mi punto fuerte —ríe—. Aunque ahora o me organizo y aprovecho cada segundo del día o dejo la mitad de cosas sin hacer. Y, por supuesto, gracias a una buena logística que me permite poder estar con mi familia y a la vez volver a España o donde sea que tenga que ir si me sale un trabajo.
—¿Te cuesta separarte del niño?
—¡Sí, mucho! Pero cada vez lo llevo mejor.
—Eres una mamá ‘trotamundos’... ¿Cómo apañas los equipajes? ¿Qué no falta nunca en tu maleta?
—Hay tantas cosas que no pueden faltar…(Ríe). ¡Desde que viajamos con nuestro hijo tengo una lista infinita de cosas que chequeo siempre antes de salir!
—¿Cuál es, hasta ahora, el viaje que habéis hecho los tres que recuerdas con más cariño?
—Los que hemos hecho en los últimos meses, ya que nuestro hijo es más consciente de todo y lo disfrutamos mucho con él.
“¿Cómo me las arreglo para compaginar la maternidad con mi vida profesional y viajar con Feli por todo el mundo? ¡Organizándome muy bien! Y, por desgracia, no es mi punto fuerte” (ríe)
—Ahora sí le sacaréis parecido, ¿a quién ha salido?
—Depende de a quién se lo preguntes te dirá una cosa.. ja, ja, ja. Yo digo que tiene un mix, de verdad lo veo así.
—¿Ha cambiado mucho tu estilo desde que eres madre?
—No, la verdad… creo que siempre he vestido bastante sencilla y con prendas de fondo de armario básicas.
—¿Cuáles son tus tendencias favoritas? ¿Qué podemos encontrar en tu armario?
—La tendencia que más sigo son las prendas más masculinas, como los chalecos, los pantalones de sastre, americanas… Además, los clásicos nunca pasan de moda y con cualquier pieza de Rabat consigues el look perfecto.
—Tienes veintiséis años, comenzaste en la moda con quince, te casaste con veintitrés, fuiste madre con veinticinco… ¿Sientes que has vivido muy deprisa?
—Un poco sí, pero no me arrepiento de nada. La vida se me ha presentado así y me siento muy afortunada.
—¿Crees que te has perdido cosas?
—¡En absoluto! He vivido y sigo viviendo mucho. No siento que me haya perdido nada, todo lo contrario, creo que he disfrutado al máximo de cada etapa y lo sigo haciendo.
—El veinte de septiembre celebras tu tercer aniversario de boda con Feli. ¿Cuál es el balance?
—Que hemos creado la familia que ambos queríamos y que seguimos igual o más unidos que antes. ¡Somos un equipo y nos necesitamos!
“Guardo con mucho cariño una joya muy especial, un reloj que me dejó mi abuela cuando falleció. Mi abuela materna era mi segunda madre y la echo mucho de menos”
—¿Repetirías hoy todos los pasos que has dado hasta aquí?
—¡Por supuesto, cada uno de ellos!
—¿Os animaréis pronto a ampliar la familia? ¿Os gustaría ser papás de nuevo?
—¡Nos gustaría a largo plazo, sí! Pero, de momento, estamos disfrutando de nuestro niño.
—¿Tienes alguna joya especial que guardes con mucho cariño o te pongas en ocasiones especiales?
—Un reloj que me dejó mi abuela cuando falleció. Mi abuela materna era mi segunda madre y la echo mucho de menos.
“Un poco sí siento que he vivido deprisa, pero no me arrepiento de nada”, nos dice Sandra, que comenzó en la moda con quince años, se casó con veintitrés y fue madre con veinticinco
—Llevas cuatro años colaborando con Rabat. ¿Cuáles son los valores que te unen a la firma?
—El respeto, el esfuerzo, la dedicación y el compromiso de toda la familia Rabat, que hace posible que sea una firma de tanto éxito y un equipo querido por toda la industria.
—¿Has retomado plenamente también tu trabajo como wedding planner?
—¡Sí! Estoy inmensamente agradecida por los proyectos que van saliendo y, además, es un trabajo con el que me siento muy realizada.
—¿Cómo describirías el momento que estás viviendo actualmente?
—Honestamente, diría que privilegiado. Primero, porque, gracias a Dios, toda mi familia tiene salud, es algo que siempre tenemos que agradecer, pero ahora más que nunca. Ahora mismo, disfrutando del verano con mi gente y con muchas ganas de volver a la carga con el trabajo que, en este dos mil veintidós, me ha dado muchas alegrías y satisfacciones.