Estamos en Ibiza, la isla del glamour , en una localización exclusiva y de lujo, con una supermodelo internacional, Fernanda Motta, la top brasileña famosa por haber sido, durante mucho tiempo, la cara de Rolex, de Moët & Chandon, de Victoria’s Secret y presentadora de Brazil’s Next Top Model. Fernanda está considerada una de las modelos más sexis del mundo. Una gran profesional que se vuelve hechizante ante la cámara. Grandes ojos azules magnéticos y un cuerpo magnífico que sabe moverse e interpretar el vestido como pocas modelos en el mundo. En este reportaje, lleva las creaciones de Celia Kritharioti, por la que enloquecen grandes estrellas, como Jennifer Lopez, y joyas de Roberto Coin. Una moda etérea, casi líquida, cristalina, en colores aguamarina y verde evanescente, donde las transparencias juegan el rol fundamental de la ligereza.
—¿Cuáles son las cosas más importantes que has hecho en tu vida, Fernanda?
—He hecho muchas cosas a lo largo de estos últimos veinticinco años. Empecé con dieciséis y he trabajado durante siete para Victoria’s Secret, algo que me ha hecho muy famosa. Posé en cinco ocasiones para Sports Illustrated, la famosa revista deportiva americana, que una vez al año publica una edición especial con las modelos más importantes del momento. Y también he trabajado para Rolex y he hecho campañas publicitarias para Moët & Chandon, Pantene, Calzedonia, Intimissimi y muchas otras firmas. También he presentado, durante tres años, el programa Brazil’s Next Top Model, que se retransmitió en sesenta y dos países, y participo como celebridad en muchos eventos.
“En la vida, todo pasa por algo, y si hay que enfrentarse a una enfermedad como la mía, hay que hacerlo de manera positiva”
—Y también te has casado, ¿no?
—Sí. Me casé muy joven con Roger Rodrigues, un exitoso empresario brasileño. Éramos amigos de siempre y contrajimos matrimonio después de siete meses de noviazgo. Llevamos casados veintidós años y tenemos una hija, Chloe, de ocho.
—¿Cómo es?
—Es una mezcla de mí y de su padre, que es un hombre encantador. Sus ojos son de color marrón y es inteligente, buena y habla todos los idiomas. Está estudiando en la escuela americana.
—Tú y tu marido también sois socios, ¿no?
—Mi marido y yo tenemos once restaurantes en Brasil y trabajamos juntos. Hemos abierto dos Makoto, que es un restaurante japonés muy famoso, y un Caviar Kaspia, local de restauración muy reconocido en París. También hamburgueserías, pizzerías y muchos negocios en São Paulo. Y en Florianópolis, el Cafe de la Musique, un club de playa muy frecuentado. Al igual que él, me ocupo de todo. Participo en reuniones para tomar decisiones muy importantes y viajo mucho para atender los negocios.
—Ahora estáis de vacaciones en Europa. ¿Qué es lo que más te gusta?
—Sí, hemos estado primero en Roma, después en Barcelona, luego en Capri y, finalmente, en Croacia, en barco. Me gustan todas las cosas del Mediterráneo, aunque ahora haga un poco de calor, y me encanta la gente. Es agradable, guapa, alegre y tiene personalidad.
—¿Habías venido a Ibiza antes?
—Había venido muchas veces por trabajo y de vacaciones. Aquí he hecho muchas cosas para Victoria’s Secret y sus catálogos.
“Me casé muy joven con el empresario Roger Rodrigues. Llevamos casados veintidós años y tenemos una hija, Chloe, de ocho”
—Dinos, ¿eres más famosa por tu cuerpo o por tu cara y tus ojos?
—Mis ojos son peculiares, azules, un color inusual en Brasil, donde la gente normalmente los tiene verdes o marrones. Sin embargo, muchos de mis clientes dicen que soy hermosa en todos los aspectos.
—También sueles asistir a muchos eventos a favor de organizaciones benéficas, como el celebrado por Unicef, en Capri, recientemente.
—Siempre acudo cuando me llaman, sobre todo, después de haber padecido un cáncer de mama. Es muy importante alertar a las mujeres para que se hagan un chequeo. Quiero ayudar. Es importante para mí. Trato de decirles a todas las personas que están enfermas que se pueden curar. Desgraciadamente, hay personas que mueren porque se enteran demasiado tarde.
“Mi marido y yo tenemos once restaurantes en Brasil y, al igual que él, me ocupo de todo. Participo en reuniones para tomar decisiones muy importantes y viajo mucho para atender los negocios”
—¿Cómo sobrellevaste tú la enfermedad?
—En la vida, todo pasa por algo, y si hay que enfrentarse a una enfermedad como la mía, hay que hacerlo de manera positiva. La mente controla todo el cuerpo y su combinación con la medicina te salva.
—¿Qué mensaje quieres transmitir entonces?
—Yo pienso que todo tiene una razón de ser y ayudo a chicas que no tienen con quien hablar de este problema. Algunas madres dicen que soy la inspiración para sus niñas, porque he superado el tumor. Mientras me cuidaba, siempre fui positiva y nunca permití que nadie me viera mal. Mi hija no sabía que estaba enferma y no vino al hospital. Hay que cuidarse y curarse sin que lo tuyo se convierta en un problema para todos los demás.
“Es muy importante alertar a las mujeres para que se hagan un chequeo. Quiero ayudar. Es importante para mí. Trato de decirles a todas las personas que están enfermas que se pueden curar”