Pocos saben quién está detrás de su firma de joyas, y es que Nuria Blázquez apuesta por la discreción, al igual que en el diseño de Small Affaire, la marca que dio vida hace ya casi 10 años. Tras una década de éxitos, conocemos de cerca a esta empresaria y nos descubre el lugar donde se escapa a desconectar. Una fabulosa quinta en Portugal, en la que su naturaleza y arquitectura son un auténtico bálsamo para el alma.
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“Estudié comunicación, pero siempre había tenido la necesidad de ser independiente y lancé mi primera colección hace casi 10 años. Empecé con una web, cuando en ese momento era impensable vender joyas online”
-Nuria, te conocemos por tu faceta de diseñadora de joyas, ¿siempre supiste que te querías dedicar a ello?
-Mi firma es una extensión de mí y de mi historia. Surgió de forma bastante natural, porque yo siempre había tenido la necesidad de ser independiente, de buscar algo que tuviese una parte creativa. Estudié Comunicación Audiovisual, Publicidad y Relaciones Públicas, y lancé mi primera colección hace casi 10 años. Empecé con una web cuando en ese momento era impensable vender joyas online y poca gente apostaba por el proyecto.
“La joyería ha formado parte de mi vida. Acompañaba a mi madre a un joyero que realizaba piezas especiales y siempre me quedaba fascinada con el proceso”
-Hasta entonces, ¿cómo había sido tu experiencia en el mundo de las joyas?
-La joyería ha estado presente desde hace muchos años y ha formado parte de mi vida. Acompañaba a mi madre a un joyero que era amigo de la familia y que realizaba piezas especiales y siempre me quedaba fascinada con el proceso.
-¿En qué te inspiras a la hora de diseñar?
-Mi misión es hacer lujo asequible. Para mí, está representado a través del diseño y la fabricación en España con el apoyo a artesanos, a través de los materiales nobles que utilizamos. Producir aquí unifica muchos valores de la empresa: sostenibilidad, calidad, tradición, compromiso…
-¿Cómo es para ti la joya perfecta?
-Es la que simboliza un momento o una persona. Una joya heredada que pueda recordarte a alguien o una joya que adquieres, con la que puedas crear recuerdos y tenga un significado.
-¿Y a la que tienes un cariño especial?
-Un anillo de mi abuela materna con una esmeralda colombiana que mi madre guarda con mucho cariño y, por supuesto, mi anillo de pedida: un modelo solitario clásico con un gran diamante central diseñado por mi marido.
“El ritmo lento, la tradición, el clima, los pasteles de Belem, las noches escuchando fados con un buen vino, el ‘bom día’ de algún lugareño… para mí, Portugal lo tiene todo, y en esta Quinta me siento como en casa”
-¿Es importante para ti la sostenibilidad?
-Luchamos contra el fast fashion , al final la joyería no deja de ser el polo opuesto. Fabricamos productos de cercanía y creamos joyas con impacto positivo siguiendo un modelo ético y responsable. Esto hace que aumente nuestro valor como marca porque para nosotros generar el menor impacto posible es un esfuerzo, pero también un valor añadido.
-Ahora, nos recibes en la casa donde veraneas…
-Para mí, la Quinta de Cadima es un paraíso perfecto donde huir de todo y conectar contigo y con los que te rodean. Está en un pequeño pueblo auténtico portugués, a pocos minutos de una aldea pesquera con playas salvajes, situada entre Aveiro y la histórica ciudad de Coimbra.
-Cuéntanos un gran recuerdo que tengas de ella.
-Siempre que vengo con compañía intento no desvelar demasiados detalles para ver su reacción cuando llegan y ven los jardines y todos los detalles de la casa. Recuerdo desayunos en silencio con amigos mientras escuchas los pájaros y los árboles al son del viento y las mañanas al sol. La maravillosa biblioteca y el porche en el que puedes pasar largas tardes sin necesidad de nada más. La primera vez que vine, me asombró como hacía tiempo no me asombraba nada por su belleza, por la paz que transmitía, por la cantidad de rincones donde poder disfrutar y por la amabilidad de Cristina, su dueña, quien hace que las estancias sean realmente especiales.
-¿Qué tiene Portugal para ti? Además, te acabas de casar aquí.
-Sí y me pidieron la mano en Lisboa. Nuestra última colección se llama Da luz y está inspirada en la luz del atardecer en Portugal. Es un país que siempre sorprende, la gente es amable y ahora está más de moda que nunca.
“Mi misión es hacer lujo asequible. Para mí, el lujo está representado a través del diseño y la fabricación en España con el apoyo a artesanos, a través de los materiales nobles que utilizamos”
-¿Por qué comenzaste a venir de vacaciones?
-Siempre intento huir de los lugares abarrotados y me hablaron muy bien de Cadima y Coimbra. Cuando vine por primera vez era invierno y me quedé fascinada. El ritmo lento, la tradición, el clima, los pasteles de Belem, una meia leite, las noches escuchando fados con un buen vino, el bom día de algún lugareño, las olas salvajes y las dunas eternas… Para mí, Portugal lo tiene todo, y en esta quinta me siento como en casa.