Carlota Casiraghi se ha convertido, sin apenas pretenderlo, en la heredera natural de dos iconos de estilo del siglo XX, la princesa Grace de Mónaco y su hija Carolina . Ambas han encarnado esa elegancia sencilla y natural capaz de convertir cada uno de sus looks en la mejor inspiración. Algo que también ha demostrado la sobrina de Alberto de Mónaco, una de las jóvenes princesas que más interés despierta y que celebró el pasado tres de agosto su treinta y seis cumpleaños.
La conocida como la “princesa filósofa” nos sorprende en cada una de sus apariciones, ya sea con vestidos de noche sobre la alfombra roja de la Gala MET, con zapatillas en un photocall, en el Festival de Cine de Cannes, en el tradicional Baile de la Rosa o en plena jornada de playa con atuendos muy chic, elegantes y sin estridencias. Tiene un estilo muy personal siempre a la última pero con detalles que lo hacen único y que sólo ella es capaz de lucir con tanta elegancia y naturalidad como lo hace.
En esta ocasión no la hemos visto en el ‘Pacha III’, el barco que Stefano Casiraghi regaló a Carolina con las iniciales de sus tres hijos, sino en un yate, acompañada por su marido, Dimitri Rassam, con quien celebró su tercer aniversario de boda el pasado uno de junio, y un grupo de amigos, junto a quienes lució tipo y estilo. Su armario veraniego apuesta porlos básicos en blanco y negro, pero también tiene espacio para las flores , los tejidos plisados y de gasa, eldenim, el encaje y una amplia paleta de colores. Pocas veces la vemos con excesivos adornos o complementos llamativos y suele llevar el pelo suelto y un make up natural con labios en tonos rosados como las imágenes que ilustran este reportaje. La pareja disfrutó también de las jornadas marineras con su hijo Balthazar, que cumplirá cuatro años el próximo octubre.
Carlota está ahora volcada en sus proyectos de filosofía , materia de la que se licenció en la Universidad de la Sorbona, en París. Pero no se ha desvinculado del mundo de la moda, y desde hace varios años ejerce como embajadora y portavoz de Chanel, firma que ha ido ganando protagonismo en su armario en las últimas temporadas. Convertida en una de las royals más elegante de su generación, Carlota Casiraghi siempre ha sabido caminar a la perfección entre los looks atemporales que tanto recuerdan al estilo de su madre y abuela y las tendencias , que ella siempre interpreta a su particular manera, demostrando que no hay nada que se le resista.
Si el verano continúa con sus habituales planes, es probable que más adelantelos podamos ver en laisla de Pantelaria, donde vive y tiene sus viñedos la madre del productor, Carole Bouquet. O en la isla de Cavallo, una de las joyas más cuidadas del Mediterráneo donde la familia Grimaldi tiene mansión desde hace años. Se trata del único archipiélago habitado de las conocidas como Islas Lavezzi, ubicadas en el Estrecho de Bonifacio, entre Córcega y Cerdeña, y que pertenecen a Francia aunque en el pasado fueron italianas.
No hay ninguna foto de Carolina o sus hijos en ese enclave a pesar de que los Grimaldi han pasado allí muchos veranos. La ausencia de imágenes tiene su origen en que la fauna de la isla está tan protegida –es reserva natural desde 1981–, como sus habitantes, a quienes cubre de las miradas ajenas un nutrido grupo de gendarmes franceses. Para proteger a humanos y entorno, hay zonas donde ni siquiera pueden acercarse los barcos, medio de transporte que poseen casi todos los isleños, lo que permite que las aguas sigan siendo cristalinas y la arena se mantenga del color blanco que siempre ha sido marca de la zona.