Instalado por fin el calor, solo necesitas la energía de la tierra para mimetizarte con ella. Recibe las tendencias que vienen del desierto y aplícalas en la ciudad. Texturas, linos, reminiscencias étnicas y guiños ‘ultracool’ nos ayudan a dibujar el estilo del verano con naturalidad y carácter.
Neutros y tierras imprimen con facilidad un aspecto más étnico al look de verano. Si hay que adaptarse al medio, mejor con estilo, como hace la modelo, con conjunto, de Cortana; collar, de Moises Nieto, y pendientes, de Aristocrazy.
Al abrigo de tejidos naturales y texturas en relieve se define mejor una temporada en la que se desdibujan las estaciones. Así, la modelo lleva chaqueta y pantalón acolchado, ambos de Masscob; cinturón, de Longchamp; zuecos, de Salvatore Ferragamo, y pendientes, de Malababa.
El espíritu hippie se torna más sofisticado con unos buenos accesorios con los que brillar este verano. La modelo lleva bañador estampado, de Missoni; pantalón de lino, de Emporio Armani; pañuelo de seda, de Hermès; bolsos cruzados, ambos de Loewe; brazalete, de Hermès, y pendientes, de Malababa.
Los pequeños detalles definen el look. En este caso, es el vestido con frunces y los grandes accesorios los que nos llevan por el camino de la tierra hacia un baile de ritmos ancestrales. Vestido bicolor, de Loewe; pendientes, de Malababa, y brazalete, de Aristocrazy.
En el desierto o en la ciudad, la compañía de un traje de color crudo siempre es garantía de éxito. La modelo lleva traje de chaqueta, de Max Mara; camisa, de Sportmax; jersey, de Masscob; bolso cilíndrico y zapatos de tiras, de Emporio Armani; collares, de Thomas Sabo, y pulsera, de Tous.
El tacto del ante y la grandeza de una silueta oversize reclaman su lugar allá donde estén. Por eso, el look más atemporal y contemporáneo se hacen visibles todo el año. Gabardina, camisa y bermudas, todo de Dior; botas altas, de Zara; collar y brazalete, ambos de Aristocrazy.
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