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“Me gusta que las colecciones tengan un hilo conductor y un estilo en el que siempre están presentes mi tierra y sus atardeceres, con ese color tan especial”. Inés Domecq nos habla de la luz del sur, que inspira su mirada de la moda. Por eso, qué mejor escenario que la romería de El Rocío para presentarnos los diseños de su nueva colección de verano, en pleno camino a la aldea almonteña. Hace dos años, la jerezana creó, junto a Virginia Pozo, IQ Collection, un proyecto que nació en pleno confinamiento y que, hoy, se ha convertido en todo un fenómeno de estilo y de ventas.
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Femeninas, elegantes y con cierto aire bohemio, las creaciones de esta firma han conquistado el armario de un sinfín de mujeres. Desde aristócratas e influencers hasta la Reina Letizia han caído rendidas a las prendas versátiles y llenas de personalidad de la marquesa de Almenara y su socia. Trabajadora incansable, Inés compagina su labor al frente de la marca con la producción de reportajes de lifestyle.
“La duquesa de Alba hubiera sido una gran embajadora de nuestra ropa; era una mujer atrevida, segura de sí misma y comprometida con sus raíces y los valores de la marca”, comenta la marquesa de Almenara
Además, es experta en conciliar su faceta profesional con la de madre de dos niños, Sol, de once años, y Alfonso, de nueve, fruto de su matrimonio con Javier Martínez de Irujo, nieto de la añorada duquesa de Alba, tal y como nos comenta mientras nos describe la nueva colección: “Intentamos inspirarnos en nuestros orígenes y nuestras raíces y pensamos en ello en cada diseño para luego plasmarlo en nuestras prendas. Creo que es una colección muy completa y amplia y hemos buscado, como siempre, que quien vista nuestra ropa se sienta única, elegante, segura”.
—Vuestros diseños son muy versátiles, pueden servir para una celebración o, como vemos aquí, para El Rocío.
—Sí, son muy versátiles y nos alegra verlos en diferentes ambientes. Intentamos que se puedan llevar tanto para una boda o un bautizo como para una cena de amigos y, por supuesto, para las fiestas típicas de nuestro país, como pueden ser las ferias de Sevilla o de Jerez y, cómo no, para El Rocío.
“Creo que no hay un truco infalible de estilista. Yo intento siempre que cada persona se sienta ella misma, cómoda y que le guste lo que lleva puesto”
—La firma nació en una época complicada, todo un desafío… Y ahora todas quieren llevar vuestros diseños. ¿Esperabais que llegaríais a convertiros en este fenómeno?
—Nos hemos encontrado estas circunstancias de forma casual y, como siempre decimos, la clave está en el trabajo duro y en la constancia. Hay mucha dedicación detrás de cada diseño y también nos hemos sabido rodear de un equipo magnífico que hace posible que cada vez más gente se vista de IQ. Es todo un orgullo que nos motiva para seguir creciendo e intentar mejorar cada colección.
—¿Cuál es el secreto de este éxito tan rotundo?
—El éxito es poder trabajar en lo que amas, en lo que te gusta o realmente te aporta íntimamente. ¿Me hablas de secreto? No sé, nosotras solo pensamos en hacer diseños elegantes, únicos, que sienten bien, que ensalcen la femineidad y que tengan un toque IQ.
—A la duquesa de Alba, la abuela de tu marido, le gustaban los diseños alegres y coloridos… Imagino que te hubiera encantado que llevara vuestras creaciones. ¿Crees que hubiera sido una buena embajadora de vuestros diseños?
—¡Sin dudarlo! Era una mujer atrevida, a la vez que segura de sí misma y comprometida con sus raíces y los valores de la marca.
“Me paso el día observando, buscando inspiración y pensando en la siguiente creación. Puede llegar a ser estresante, pero es la parte que más me gusta de mi trabajo”
—María de la Orden se convirtió en una novia muy flamenca, en la fiesta previa a su boda, con un diseño exclusivo vuestro… ¿Cómo fue la creación de este traje tan especial? ¿Os dio María las pautas de cómo quería que fuera su vestido?
—María es una buena amiga, pero, sobre todo, una grandísima profesional del mundo de la moda. Ella nos conoce y confió en nosotras, en nuestro estilo y en nuestro trabajo, porque somos una marca con personalidad, igual que la suya. Ella ya tenía claro lo que quería y nosotras ayudamos a hacerlo realidad. Nos hizo mucha ilusión cuando nos eligió y es todo un orgullo que haya confiado en nosotras para ese día tan especial.
—Estamos centradas en plasmar en nuestra ropa todo lo que la inspiración y la creatividad llega a nosotras, queremos que IQ sea especial, diferente y que haga que nuestras clientas disfruten de sus momentos especiales con nuestros modelos. No está en nuestros planes hacer trajes de novia, creo que es difícil dedicarse bien a las dos cosas. Los trajes de novia tienen un proceso totalmente distinto. Pero, por supuesto, hacemos algún traje que nos piden y nos hace mucha ilusión el encargo.
Ilusión y dedicación
—Inés, compaginas tu trabajo con la producción de reportajes y, además, tienes dos niños… ¿Cómo consigues llegar a todo?
–Como cualquier mujer de hoy en día, trabajando mucho mucho. Pero el día tiene muchas horas y hay tiempo para todo. Es muy importante organizarse bien y priorizar. Además, es fundamental tener un buen equipo en quien apoyarse y yo tengo al mejor posible, que me hace todo mucho más fácil.
—¿Tienes la sensación de que has tenido que sacrificar algo en todo este tiempo?
—Siempre sacrificas algo, pero no tengo la sensación de haberme dejado nada por el camino. A mí me gusta más hablar de ilusión y dedicación, ya que, cuando tienes un objetivo y estás contenta con lo que haces, no lo ves como un sacrificio.
—¿Cuál es la parte de tu trabajo que más te gusta?
—Me paso el día observando, buscando la inspiración y dando vueltas a la cabeza pensando en la siguiente creación. Este proceso puede llegar a ser estresante, porque parece que nunca se acaba y, cuando terminas con una colección, ya tienes que pensar en la siguiente, pero, sin duda, es la parte que más me gusta. También me encanta ver a la gente vistiendo de IQ; es, seguro, la parte más satisfactoria de este trabajo.
—¿Nos desvelarías un truco infalible de estilista?
—Me encantaría conocer el truco infalible, pero creo que no lo hay. Yo intento siempre que cada persona se sienta ella misma, cómoda y que le guste lo que lleva puesto. Luego ya puedes darle un toque más personal, pero sin olvidar quién es el verdadero protagonista.
“No está en nuestros planes hacer novias, tiene un proceso totalmente distinto y es difícil dedicarse bien a las dos cosas. Pero, por supuesto, hacemos algún traje que nos piden y nos hace mucha ilusión”