Decía Schiaparelli que, “en tiempos difíciles, la moda siempre es extravagante”. No está siendo sencillo reponerse de lo que sucede ahí fuera, pero aquí está la moda para hacernos soñar. En eso se empeña la industria esta temporada, en sacarnos una sonrisa, permitiéndonos, al menos durante un rato, interpretar la vida desde otro ángulo. Lo consigue, por ejemplo, dramatizando con creatividad los códigos de una prenda clásica como la camisa. Estrictamente formal, originalmente masculina y sorprendentemente versátil, las firmas más comerciales y vanguardistas (gusta a todos por igual) desnudan su esencia para crear algo nuevo. ¿Cómo? Te damos las claves de su genialidad para que las incorpores esta temporada.
El ADN de Carolina
Para Carolina Herrera, una camisa blanca es sinónimo de seguridad. Cuando la diseñadora lanzó su primera colección, en 1981, utilizando esta pieza del armario masculino como protagonista, quizá, no sabría que, décadas más tarde, sería un eje fundamental de su ADN de estilo. Cuarenta años después, Wes Gordon insiste en destacar sus bondades. Fiel a la ortodoxia que la casa emplea con esta prenda, esta primavera presenta una versión formal, aunque no exenta de cierta fantasía, con hombros pronunciados gracias a sutiles volantes. Y es que, como ella decía (y continúa diciéndolo), “te la puedes poner con cualquier cosa. Es la persona y la forma de llevarla lo que la hace diferente. Llevo diseñando camisas blancas desde siempre, pero no me canso de ellas”.
Un imprescindible
Está entre las cinco prendas de cualquier ranking que hable del fondo de armario. Optar por la más clásica o dejar que entren detalles actuales depende solo de ti. Bourrienne Paris es una firma francesa especializada en hacer colecciones que son también tesis sobre la camisa. “Nos inspiramos en la herencia francesa en las siluetas de las camisas que se hacían desde el siglo XVII hasta el XX. Trabajaban mucho los cuellos, las mangas y los volúmenes. En Bourrienne Paris hacemos lo mismo de un modo más contemporáneo”, comenta Cecile Faucheur, su directora creativa. El resultado son camisas que definen la silueta, marcan el tono del resto del look y están repletas de detalles (un corte, un cuello o un volante) que las convierten en piezas únicas y para siempre, como también logran con sus propuestas Jil Sander, Erdem o Dolce & Gabbana.
Cuestión de proporciones
La primavera se expresa de muchas maneras distintas y estamos ante una prenda verosímil en cualquiera de sus interpretaciones. Adopta la versión más larga, como proponen Valentino, Gauchere o Peter Do, y tendrás la clave de un vestido P-A-R-A T-O-D-O. Será el tejido el que marque el punto de sofisticación. Sin embargo, acórtala por debajo del pecho y tendrás el crop top más sorprendente y osado. Desde que Miuccia Prada lanzó su colección para Miu Miu, su look college con minicamisa está en todas partes.
En clave conceptual
Sin cuellos o con unos XL, inspirándose en las camisas a medida de Saville Row, con puños y cuellos rígidos y armados, pero rompiendo toda formalidad con una silueta gigante... La versión más novedosa de la camisa la ofrecen Marques’Almeida, Patou o Raf Simons. El belga no ceja en su empeño y, como reza su bio de marca: “Muestro mi actitud, mi pasado, presente y futuro. Utilizo los recuerdos e intento situarlos en el mundo actual”. Su interpretación de esta prenda icónica es un modo de demostrarlo.