Vive en el palacio de Santa Marinella, pero se siente orgullosa de madrugar cada día para ir a trabajar. Sofía Odescalchi, hija del príncipe Carlo Odescalchi y la artista Lucia Nalli, ha heredado el amor de sus padres por el arte y, por eso, estudió Bellas Artes, aunque actualmente es presentadora de televisión y profesora de pilates. Se expresa a través de las redes sociales, lo que le ha llevado a convertirse en toda una influencer. La joven aristócrata nos cuenta cómo es vivir con el título de princesa.
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“En Nueva York tenía mucho estrés y no podía seguir el ritmo de la moda. Me sentía muy sola. Por eso, probé suerte en el mundo de la televisión”
-Sofía, ¿qué significa la moda para ti?
-Vida. Mi madre era modelo e hizo su última pasarela embarazada de mí… Es una forma de experimentar, de encontrarme conmigo misma.
-Estudiaste Bellas Artes, pero te dedicas a la televisión, ¿cómo y por qué cambiaste de rumbo?
-Estaba trabajando en una gran empresa de relaciones públicas en Nueva York, pero sufría mucho estrés y no podía seguir el ritmo de la moda. Tuve psoriasis y me sentía muy sola la mayor parte del tiempo. Decidí probar suerte en el mundo de la televisión con el programa Pekin Express. Desde hace seis años hago Forum, un programa en el que se presentan casos legales reales y en el que me siento mucho más empoderada, rodeada de personas de las que aprendo y escuchando realmente la vida de los demás.
“El título de princesa se asocia a dinero y riqueza y eso me entristece. Yo no compré el castillo de Santa Marinella, es una herencia familiar y la verdadera dificultad es mantenerlo”
-¿Cómo te gustaría influir a través de la TV?
-Para eso, uso las redes sociales. Con ellas me doy a conocer rompiendo el cliché de “princesa” por el que se me conoce. En las redes trato temas personales como mi experiencia congelando óvulos, un tema que en Italia todavía es tabú.
-Tu padre es príncipe y tú también tienes título de princesa, ¿qué significa esto hoy en día?
-El título de princesa se asocia con dinero y riqueza y eso me entristece. Yo no compré el castillo de Santa Marinella, es herencia familiar y la verdadera dificultad es mantenerlo. La gran mayoría de los nobles solo conservan el nombre, pero yo quiero demostrar lo que soy capaz de hacer y de aportar, evitando que me vean como la chica que tiene todo lo que quiere.
“Quiero demostrar que soy capaz de hacer cosas y aportar, evitando que me vean como la chica que tiene todo lo que quiere”
“Quien me sigue en redes sociales sabe que me levanto a las 5 A. M. para recibir clases. Trabajar duro me hace querer pelear más”
-¿Qué le dirías a los que piensan que es fácil triunfar viniendo de un entorno privilegiado?
-Quien me sigue en redes sociales ve que cada día me levanto a las 5 de la mañana para recibir clases de pilates… Trabajar duro me hace querer pelear más. Y sí, tal vez duerma en una buena cama, en la casa de mis padres, pero soy económicamente independiente desde los 18 años.
-El pilates es la otra gran pasión de tu vida.
-Obtuve el título de profesora de pilates hace años en Nueva York y desde entonces forma parte de mi vida. Sin él no podría trabajar en la industria del entretenimiento de una manera relajada. Gracias a pilates mi padre volvió a esquiar a los 67, después de 6 años de parón. Estas hazañas son las que realmente me hacen sentir feliz y realizada.
“Mi madre desfiló por última vez embarazada de mí, por eso la moda para mí es vida. Con ella expreso lo que soy”
-¿Un sueño por cumplir?
-Mi nuevo centro de pilates y gyrotonic… Es pequeño, pero, de momento, es suficiente.