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Dueña de un estilo propio que no se ajusta a etiquetas, su nombre es sinónimo de elegancia y el podio de la invitada perfecta es suyo. Inés Domecq no solo acierta, sino que siempre impacta, tanto en el día a día —imprime su sello a cada uno de sus outfits con un estilo que mezcla elegancia y tendencia—, como en las grandes ocasiones, donde sus estilismos siempre causan una auténtica revolución.
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La última ha sido en la boda de sus amigos los marqueses de Cubas, Álvaro Falcó e Isabelle Junot, en la que la marquesa de Almenara volvió a causar sensación con un conjunto de su propia firma de moda, IQ Collection . Se trata de un diseño inédito de su nueva colección de primavera-verano compuesto por una blusa tableada de satén color marfil, con hombros marcados (las hombreras son ya una de las señas de los diseños de la jerezana), y una falda midi confeccinada en lino rústico de tono granate, inspirada en los años 30, con volúmenes laterales. De talle muy alto y abotonada en el frente, la falda realzaba la esbelta figura de Inés y lograba el efecto ‘cintura de avispa’.
Inés completó su look con un sombrero de paja de trigo de copa alta, de inspiración sombrero cordobés, en color tabaco, con cinta de seda salvaje y botón antiguo de pasamanería, de Nana Golmar —sin duda, un guiño a sus raíces andaluzas—; joyas de la colección Savage Privé, de Roberto Coin, un clutch rígido con mosaico multicolor y zapatos de tacón con pulsera en el tobillo, en ante de color teja.
A la aristócrata no hay estilismo que se le resista, ni como diseñadora ni como productora de reportajes lifestyle. Con mucha clase, además de una elegancia innata y una figura de maniquí que la han convertido en referente para una legión de mujeres, Inés es, además, una trabajadora incansable. La jerezana es experta en conciliar su faceta profesional con la de madre de dos niños, Sol, de diez años, y Alfonso, de ocho, fruto de su matrimonio con Javier Martínez de Irujo, nieto de la añorada duquesa de Alba. Eso sí, a veces a costa de robarle horas al sueño.
Tal vez ese es el precio del éxito, porque Inés y su socia, Virginia Pozo, están arrasando con sus originales creaciones, cargadas de personalidad y feminidad. En abril de 2020, en pleno confinamiento, estrenaron su firma y lanzaron su primera colección de moda. Ahora, entre las que han caído rendidas a los icónocicos volantes, hombreras e innovadores patrones de los trajes de esta marca se encuentran aristócratas (además de Isabelle Junot, marquesa de Cubas, a la que Inés vistió en la fiesta de la noche anterior a su boda, Sofía Palazuelo, duquesa de Huescar, también ha llevado sus diseños), influencers y hasta la reina Letizia.
