Sophie Auster, estrella musical y musa de la escena neoyorquina, gana aún más en distancias cortas. La artista, que regresa a los escenarios europeos después de un receso obligado debido a la pandemia, contesta así de cercana y confiada a todas nuestras preguntas.
-Compositora, modelo, actriz… Tu talento y estilo son incuestionables. ¿Por qué te decantaste por el mundo de la música?
-Cuando tenía ocho años estaba en el coro del colegio, muy pronto descubrí que era más feliz en el escenario y decidí que iba a ser artista de alguna forma. A los dieciséis años empecé a escribir mis propias canciones y a combinar mi amor por la poesía con mi amor por la música. Mi experiencia tan joven tocando en espectáculos, estando en la carretera y colaborando con otros músicos cimentó mi deseo de seguir en esto como carrera.
-Pronto te veremos en Europa presentando tu nuevo EP Dancing with Strangers. ¿Qué puedes contarnos sobre este nuevo álbum?
-Es un pequeño EP que escribí durante la Covid. Mi intención era escribir y componer canciones que movieran a la gente a ponerse en pie en un mundo posencierro. Veo estas nuevas canciones como un instrumento de catarsis y una expresión de la pura alegría de estar vivo, sin importar las circunstancias.
“Descubrí que donde soy más feliz es sobre el escenario y decidí muy pronto que iba a ser artista de alguna forma. A los dieciséis años empecé a escribir mis propias canciones y a combinar mi amor por la poesía con mi amor por la música”
-Eres uno de los rostros de la escena cultural y social de Nueva York. ¿Qué te aporta la ciudad y cómo es haber nacido en un círculo cultural como el suyo?
-Amar a Nueva York es también salir de Nueva York. La ciudad puede abrumar incluso a los nacidos y criados aquí, pero no hay nada como volver a ella. Durante la pandemia, mi marido, Spencer Ostrander, y yo nos mudamos a Bed Stuy, en Brooklyn. Vivimos junto a músicos de jazz sudamericanos a los que oímos tocar a través de nuestras paredes, por la calle hay pintores y otras personas creativas; existe un fuerte sentido de comunidad. Nueva York siempre ha sido una fuente de inspiración y me siento agradecida.
-Tu padre, Paul Auster, y tu madre, Siri Hustvedt, son dos grandes escritores de nuestro tiempo. ¿Qué valores te han transmitido?
-Me han inculcado una fuerte ética de trabajo. Como dice mi padre, “nadie te obliga a hacer arte”. Creo que tomarte a ti mismo y a tu arte en serio y trabajar en ello cada día ha sido lo más significativo para mí. Y, por supuesto, ser un ser humano moral y amable.
“Amar Nueva York es también salir de Nueva York. La ciudad puede abrumar incluso a los nacidos y criados aquí, pero no hay nada como volver a ella”
-Ambos fueron galardonados con los Premios Príncipe de Asturias en 2006 y 2019 respectivamente. ¿Cómo recibió en su país este importante reconocimiento español?
-Creo que el prestigio y honor del Premio Asturias se traslada a Estados Unidos en ciertos círculos, pero, para el público general, no creo que sea consciente de la magnitud del premio.
-Te casaste con Spencer Ostrander en septiembre de 2019 en casa de tus padres en Brooklyn. ¿Qué recuerdos guardas?
-Fue una pequeña boda de cincuenta personas, la mayoría familia, y Spencer y yo nos casamos en el salón con todos reunidos a nuestro alrededor. No podría pensar en una forma más cálida y relajada de casarse. Uno de mis recuerdos favoritos de la boda fue escuchar a mis padres dar sus discursos y ver a mis amigos y demás familia acurrucados en el suelo.
“Mi marido y yo nos mudamos a Bed Stuy, en Brooklyn. Vivimos junto a músicos de jazz a los que oímos tocar a través de nuestras paredes. Todo el mundo se saluda por la calle y hay un fuerte sentido de comunidad”
-¿Cómo está siendo vuestra vida de casados?
-Es la misma que cuando éramos novios, pero ahora con una cuenta bancaria conjunta y menos viajes debido a la pandemia. Nunca pudimos irnos de luna de miel, así que llamamos con cariño a los primeros meses de la pandemia nuestro “Coronamoon”. Cuando nos conocimos, los dos viajábamos mucho, así que la distancia y el hecho de echarnos de menos formaron parte de nuestra relación. Si las cosas se levantan de nuevo después de ómicron, ahora me costará más estar lejos de Spencer.
“Si las cosas se levantan de nuevo después de ómicron, creo que me costará más estar lejos de Spencer, ya que hemos estado el uno con el otro día tras día durante dos años”
-Tu rostro es uno de los más conocidos en los front rows. ¿Qué es para ti la moda?
-La moda desempeña un papel importante en la actuación y en la forma de presentarse. Me gusta experimentar con los personajes y los diferentes looks en función del material que estoy creando. Cuando era pequeña, una de mis cosas favoritas era disfrazarme. En la antigua casa de mi abuela, en Minesota, guardaba toda la ropa de vestir de mi madre y mis tías en un viejo banco de almacenamiento. Crecí rebuscando entre tutús, vestidos, coronas y guantes de satén. Me gustaba fingir que era otra persona y no creo que eso haya cambiado.