A pesar de que han pasado ya dos años desde que Edmundo Arrocet decidió finalizar sus ocho años de amor de manera abrupta, María Teresa Campos sigue manteniendo una excelente relación con los hijos del cómico. De hecho, la presentadora suele hablar por teléfono con ellos, tal y como desvela a ¡HOLA! mientras nos enseña su nueva casa. “Me llevo maravillosamente con todos sus hijos. Cuando me despierto, lo primero que hago son unos ejercicios que me recomendó Maxi”, se refiere a uno de los dos vástagos que Edmundo tuvo con su segunda esposa, la odontóloga chilena Rocío Corral, fallecida en 2012.
El trato es tan estrecho que María Teresa ya ha invitado a la familia del humorista a que conozca el piso de más de ciento cuarenta metros cuadrados en el que la comunicadora se ha instalado cerca de Aravaca, a las afueras de Madrid. “Hace poco hablé con Maxi y le dije: ‘Mira, veniros a casa, que ya no vivo tan lejos y tengo sitio para vosotros. Así veo cómo está Leoncito de mayor y cómo está el nuevo miembro de la familia, Magno”, nos cuenta, haciendo referencia al nacimiento del nuevo nieto de Bigote Arrocet.
María Teresa siempre ha sentido un apego especial por los hijos del cómico, desde el principio de su noviazgo. No hay que olvidar que Estefanía, fruto del matrimonio de Edmundo con Rocío Corral, acompañó a la comunicadora en la presentación de su primera colección de zapatos, que tuvo lugar en enero de 2016, en Madrid. En las Navidades de ese mismo año, la matriarca de las Campos también acogió en su antigua casa tanto a Estefanía como a Maxi y la mujer de éste, la arquitecta de interiores griega Natalia Andriotis. Allí, todos ellos celebraron la Nochebuena con Terelu, Carmen Borrego y el resto de la familia. En octubre del año siguiente, la presentadora volvió a abrir las puertas de su casa para Maximiliano, su mujer y el pequeño León, nacido dos meses antes.
Estas visitas de los hijos de Edmundo Arrocet a María Teresa constatan la fuerte unión que se forjó durante los ocho años que duró el noviazgo de su padre con la comunicadora y que se mantiene a día de hoy. Ni siquiera la decepción amorosa sufrida la ha alejado de Maximiliano y Estefanía. Así lo afirma la veterana presentadora al hablar de su última llamada telefónica con el hijo del humorista: “Le confesé que estaba preocupada por si estaban enfadados conmigo, por comentarios que he hecho de su padre. Inmediatamente, su respuesta fue: “Por Dios, María Teresa, ¿te crees que nos vamos a enfadar contigo? Si todos te queremos muchísimo”.