“Diría que soy muy intuitiva y emocional, pero, a la vez, muy racional y trabajadora. Es una mezcla algo contradictoria, pero que últimamente me está trayendo cosas buenas”. Así se define Luna Serrat, la nieta mayor de Joan Manuel Serrat, que ha decidido cambiar de rumbo y convertirse en la nueva artista de la familia. Estudió Periodismo y Comunicación Audiovisual y trabajó en la radio musical, pero, hace dos años, se dio cuenta de que eso no le hacía feliz. Ahora, con veinticinco años, persigue su sueño de ser actriz mientras explora su vena literaria componiendo canciones. ¿Seguirá los pasos de su admirado abuelo? Protagonista de un posado excepcional, Luna, que es hija de Queco Serrat, fruto del primer matrimonio del cantautor con la exmodelo Mercedes Doménech, nos desvela esta y otras incógnitas de su personalidad.
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—Luna, ¿por qué escogiste estudiar Periodismo? ¿Cómo te diste cuenta de que eso no era lo tuyo?
—Nos meten tan desde pequeños en la cabeza eso de “estudia una carrera”, “cuantas más salidas tenga mejor”, “haz prácticas”, “haz un máster”, “vete a vivir fuera”, “aprende idiomas”, “independízate”..., que no hacerlo te asusta. Y yo hice todo: dos carreras, tres años de prácticas, un máster y tres países. Y cuando lo haces, ¿qué? ¿He seguido todos los pasos necesarios para “ser feliz”? ¿Por qué no lo soy? Empecé a darle vueltas y vi que mis mejores momentos, donde más feliz era, los empleaba en el arte, en pintar, en cantar, en hacer monólogos frente al espejo, en tocar el piano, en escribir… y me lancé. Empecé Interpretación y Canto y es, muy de lejos, la mejor decisión de mi vida. Ahora no vivo en otro país, ni tengo mi piso propio, ni mi sueldo fijo cada mes, pero soy feliz, disfruto y me acuesto y me levanto sonriendo. Creo que el éxito es eso.
Estar cerca del mundo del arte
—Porque tu sueño es ser actriz y te estás preparando para ello…
—Así es. Llevo ya dos años de formación en una escuela de teatro y, mientras, estudio Canto y toco piano y guitarra.
—¿Es algo que siempre habías llevado dentro?
—Sí, absolutamente. A veces siento que llego un poco tarde, me hubiera evitado mucha frustración haber encontrado este camino de niña. Porque sentía que no encajaba, pero ¿cómo iba a encajar? Si en mi colegio solo tenía letras o ciencias y yo era artista. El periodismo (el musical, que es en el que yo me especialicé) fue la forma que encontré de estar cerca del mundo del arte sin ejercerlo. Fue una manera cobarde de no alejarme demasiado de lo que me hacía feliz.
“Me da un poco de pena que mi abuelo haya decidido retirarse. Espero ir a muchos de los conciertos de su última gira”
—Al pertenecer a una familia de artistas, ¿crees que lo natural era que siguieras ese camino?
—¿Lo natural? No sé qué sería lo natural. Natural es que cada uno haga lo que quiera y tome sus decisiones. Afortunadamente, siempre me han dado la opción de escoger sobre mi futuro y me han enseñado que la vida comienza muchas veces y puedo empezar de cero tantas veces como quiera. Y así fue.
—¿También te gustaría probar suerte en el mundo de la música, como cantante?
—Siempre he dicho que no, pero ese ‘no’ iba ligado a muchas inseguridades que, afortunadamente, voy soltando poco a poco. Así que, quizá, sí. No lo sé.
“Con poder vivir la de la interpretación me vale y me sobra”
—En tu perfil de Instagram sueles publicar muchas citas literarias… ¿Te gusta escribir?
—¡Sí! Me apasiona… Para mí es terapéutico. Escribo mis canciones y me desahogo.
—¿Has tenido ya la oportunidad de trabajar en algún proyecto como actriz?
—Ojalá veáis algo pronto. Creo y espero que sí.
—Teatro, cine, televisión… ¿Qué mundo, dentro de la interpretación, te llama más la atención?
—¡Está el mundo de la interpretación como para poder elegir! Ja ja ja... Con poder vivir de esto, a mí me vale y me sobra.
“Mi sueño es ser actriz. Llevo ya dos años de formación en una escuela de teatro y, mientras, estudio Canto y toco piano y guitarra”
—¿Tu tía Candela te ha dado algún consejo al respecto? ¿Te ha guiado en algún sentido?
—Mi tía Candela me ayuda a preparar los castings que se me atascan. La admiro mucho y me importa mucho su crítica. Es buena coach.
—Tu familia te habrá apoyado en tu decisión…
—Absolutamente, en esta y en todas. Tampoco opinan demasiado, ellos se limitan a acompañarme.
“Es mejor ser discreta, me ha ido bien así”
—Cuando dices que eres la nieta de un artista tan querido como Joan Manuel Serrat… ¿cómo reacciona la gente?
—No es algo que diga. No por nada, pero creo que para todo en la vida es mejor ser discreta y me ha ido bien así.
—¿Te da pena que haya decidido retirarse ya de los escenarios?
—Un poco… Pero, como he dicho, igual que mi familia no opina acerca de mis decisiones, yo tampoco lo hago sobre las suyas. Al igual que ellos, me limito a acompañarlos.
“Mi tía Candela me ayuda a preparar los ‘castings’ que se me atascan. La admiro mucho y me importa mucho su crítica. Es buena coach”
—¿Irás a alguno de sus conciertos de esta última gira?
—Espero que a muchos.
—¿Cuál de sus canciones te acompaña siempre?
—Lucía, Mediterráneo, Paraules d’amor… Tengo varias tatuadas por el cuerpo.
—¿Él te ha animado a que sigas sus pasos y te dediques a la música?
—Él me anima a todo lo que me haga feliz. ¿Qué va a querer un abuelo más que la felicidad de sus nietos?
Amigas ‘influencers’
—Otra de tus facetas es la de influencer, de hecho, tienes casi sesenta mil seguidores… ¿Qué suponen las redes sociales para ti?
—Siendo muy sincera, soy bastante desagradecida con las redes y me debería reconciliar con ellas. Las critico bastante porque son un reflejo poco fiel de la vida real, pero es cierto que me han dado muchas cosas buenas… Me han dado amigos, me han dado experiencias y, sobre todo, me han dado trabajo, trabajo que me ha permitido pagarme mis estudios.
“Mi abuelo me anima a todo lo que me haga feliz. Vi que mis mejores momentos, donde más feliz era, los empleaba en el arte, en pintar, en cantar, en hacer monólogos frente al espejo, en tocar el piano, en escribir…, y me lancé”
—Muchas de tus amigas también lo son, como Ana Matamoros, Anna Ferrer Padilla, Alba Díaz…
—¡Sí! Son mis amigas desde antes de que empezara el fenómeno influencer, Anita, de hecho, lo es desde el cole…
—Y en cuestiones de amor, ¿cómo te va? ¿Tienes pareja?
—No. Una pareja estable y bonita no he tenido nunca. Y tampoco me preocupa. Ahora mismo, entre mis clases y mi trabajo, estoy de nueve de la mañana a nueve de la noche fuera de casa y los fines de semana me los dedico a mí, a estudiar y a la música. Si apenas veo a mis amigos y a mi familia, no sé en qué punto de la ecuación entrará una pareja. Supongo que eso llega y llegó, pero no la necesito. Mi vida está completa tal y como está.