La primera vez que Alicia Sanz viajó a Los Ángeles, en 2013, fue para visitar a un amigo. Consiguió un agente y comenzó una etapa de idas y venidas hasta que, dos años después, decidió instalarse allí. “A la semana de hacerlo, me salió mi primera serie americana, From Dusk till Dawn (Robert Rodríguez). Siempre he sido muy de seguir mis impulsos y realmente sentía que mis siguientes pasos pasaban por arriesgar y dar un salto al vacío”. Lo dice alguien que no ha dudado en seguir su instinto nunca. Nacida en Ceuta, ganó un concurso de belleza, se mudó a Madrid para estudiar Interpretación, ha participado en series de éxito como Gavilanes, Bandolera y Amar es para siempre e hizo las maletas a Hollywood. Alicia va cumpliendo sueños a base de esfuerzo y tesón. Recientemente, ha sido doña Urraca en El Cid y ha rodado la Now and Then, “la primera serie bilingüe de Apple producida por Bambú Producciones a nivel mundial, cargada de intriga y un reparto superinternacional”. “Interpreto a Sofía de joven y la versión adulta es interpretada por Maribel Verdú. Es un personaje con mucho carácter, muy libre, que se muda a Miami para estudiar Abogacía y allí se enamora por primera vez y pasará algo con su grupo de amigos que cambiará su vida para siempre”.
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—¿De siempre quisiste ser actriz?
—Sí, desde muy pequeña ya le decía a mi madre que quería estar dentro de la televisión… y, cuando vi Titanic en el cine (mi primera peli que no fue de Disney), sentí una llamada que aún recuerdo muy fuerte a día de hoy. Quería hacerle sentir a la gente lo que Kate Winslet me transmitía a mí en esa escena final donde Leo muere…
—¿Cómo fueron tus inicios en este mundo?
—Empecé a estudiar Interpretación en la escuela de Juan Carlos Corazza mientras vivía en una residencia en la calle Fuencarral. Comencé a hacer audiciones y, en el segundo año, empecé en La pecera de Eva, y de ahí mi primer protagonista en Antena 3 con Gavilanes.
La actriz, de treinta y tres años, fue Miss Ceuta y, tras participar en varias series de éxito, hace unos años se marchó a vivir a Los Ángeles. “Me tocó apostar, dejé mi piso y me instalé allí”
—¿Cómo recuerdas el día que te eligieron Miss Ceuta?
—En ese momento aún vivía en Sevilla y estudiaba Económicas. Me dieron una beca por mis notas en la selectividad y mis padres no entendían que no la aprovechara. Para mí, Miss Ceuta fue mi escape a acercarme a lo que más amaba en el mundo, que era actuar. En Miss España tuve la suerte de coincidir con el director de cine Javier Elorrieta, que fue parte del jurado, y él convenció a mis padres para que me dejaran ir a estudiar Interpretación a Madrid.
—Después de haber trabajado en series de éxito, diste el salto a Hollywood. ¿Cuándo decidiste dar ese paso?
—Todo pasó de una forma muy orgánica. La primera vez que estuve allí, hace como siete años, conseguí agente y hacía muchísimas audiciones. Después de estar yendo y viniendo dos años, llegó un punto en que me tocó apostar y tomé la decisión de dejar mi piso en Madrid para instalarme allí.
—Decías que has tenido que hacer verdaderos maratones de audiciones.
—Puf… Al principio, llegaba a tener dos al día y tres o cuatro a la semana. La mayoría de las veces sabía que el papel no era para mí, pero era mi forma de aprender. Fue un máster, porque ahí no hablaba casi inglés. A veces, me aprendía las escenas sin saber realmente lo que estaba diciendo. Miro a atrás y, a veces, me parece casi imposible que haya llegado hasta aquí.
“Antonio Banderas, Penélope, Javier Bardem… son referentes de cultura. Lo que han hecho ellos nos ha inspirado, por lo menos a mí, para verme identificada y perseguir algo que es posible”
—La sombra de actores como Banderas, Penélope, Javier Bardem, Jordi Mollá, que han abierto camino a otros, ¿es alargada allí?
—Mucho, son referentes de cultura. Lo que han hecho ellos nos ha inspirado, por lo menos a mí, para verme identificada a perseguir algo que es posible.
—¿Has tenido que luchar contra el cliché de ‘latina’? ¿Cómo has logrado superarlo?
—Sí, siento que la industria, gracias a Dios, está avanzando mucho. Cuando empecé a hacer audiciones, esperaban que tuviera mucho acento o que, por ejemplo, fuera sexy. Eso fue una de las cosas que me motivaron a mejorar mi acento. Y a pelear con mi equipo para hacer audiciones para personajes que no eran latinos en un principio. No me gusta que me encasillen. Ahora puedo decir, después de mucho trabajo, a punto de tirar muchas veces la toalla y rendirme, que voy a hacer mi primer personaje americano en una película de Hollywood.
“Esperaban que tuviera mucho acento o que, por ejemplo, fuera ‘sexy’. Eso fue una de las cosas que me motivaron a mejorar mi acento. No me gusta que me encasillen”
—Pronto estrenarás, además, la serie Now and Then.
—Sí, el rodaje ha sido un sueño tanto por los compañeros como por los sitios que he conocido. En Miami conectamos mucho como grupo y guardo muy bonitos recuerdos. Venía de España, donde aún había muchas restricciones por la COVID y, al llegar allí, era como si todo hubiera vuelto a la normalidad. Fue un soplo de aire fresco.
“Después de mucho trabajo, a punto de tirar muchas veces la toalla y rendirme…, voy a hacer mi primer personaje americano en una película de Hollywood”
—¿Quiénes son tu amigos en Hollywood?
—Tengo un grupo de amigas que hice desde que llegué la primera vez. Con los años y de cada proyecto que he hecho, conservo amistades, y cada vez que voy está en mi lista de prioridades pasar tiempo con ellos. Mis managers y agentes son un gran apoyo para mí y podría llamarlos mi familia americana.
“William Levy es una persona siempre dispuesta a hacerte reír y hacer el trabajo fácil. Somos buenos amigos y tuvimos mucha química en ‘En brazos de un asesino’. De ahí a que la gente confunda eso…”
—Te han relacionado con William Levy…
—Somos buenos amigos y tuvimos mucha química en En brazos de un asesino, y de ahí a que la gente confunda eso…
—¿Cómo es como compañero?
—Una persona siempre dispuesta a hacerte reír y hacer el trabajo fácil.
—¿Sueles venir a España con frecuencia?
—Desde que me vine a rodar El Cid, me volví a enamorar de Madrid. Ahora no pasan más de tres meses sin que esté allí. Realmente no me veo viviendo en Los Ángeles a tiempo completo. Mi corazón esta entre Los Ángeles y Madrid. Ahora también tengo base aquí. Madrid me conecta mucho con la ciudad, y Los Ángeles, con la Naturaleza.
“Desde que me vine a rodar ‘El Cid’, me volví a enamorar de Madrid, así que ahora también tengo base aquí. Madrid me conecta mucho con la ciudad, y Los Ángeles, con la Naturaleza”
—¿Qué proyectos tienes próximamente?
—El mes de febrero lo pasaré en Toronto grabando Hello Stranger, dirigida por April Mullen, donde comparto cartel con actores como Sam Worthington, Simu Liu y Jordana Brewster.