Carlota Casiraghi: la voz de una princesa
Audaz, fuerte, enigmática… Muchos son los adjetivos que definen a Carlota Casiraghi y en su mayoría van más allá de lo que es obvio, su cautivadora belleza. La hija de Carolina de Mónaco nos enamora y nos asombra a partes iguales por su faceta más profesional: escritora, filósofa y moderadora de coloquios sobre la importancia de la mujer en la cultura. Gracias a su gran pasión, la literatura, Carlota nos ha abierto las puertas de su fascinante universo
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Un giro inesperado, de esos que producen que un cambio de rumbo abra el camino de un sinfín de nuevas oportunidades. Ese golpe del destino fue para Carlota Casiraghi la decisión que tomó, con 25 años, de apartarse de la vida mediática y labrar su propio futuro. Pocos, solo aquellos que conocían de cerca su pasión desde pequeña por los libros, sabían que la niña de ojos azules que se convirtió en una bella amazona se adentraría en el universo de Sófocles, el poeta Baudelaire o Virginia Woolf, para hacernos llegar después sus ideas y reflexiones sobre obras maestras de la historia de la filosofía y la literatura de todos los tiempos. Ahora, diez años después de aquella importante decisión, se puede decir que estamos ante uno de los pensamientos literarios más importantes de Francia.
Su voz tiene un tono grave, pero con esa dulzura que el acento francés es capaz de emitir en cada palabra; su incesante trabajo entre libros, ensayos y escritos filosóficos la ha convertido en una mujer que ha cambiado las alfombras rojas y las fiestas por coloquios y tertulias, y su exclusiva presencia compone el último ingrediente cautivador de la faceta profesional de la hija de Carolina de Mónaco.
Para Carlota Casiraghi, entrar en una librería es como para otros encontrarse en una tienda de golosinas. “Lo quiero todo, cogería tantos libros como pudiese, y nunca puedo decidir qué voy a empezar a leer, así que cojo más y más. Nunca me siento culpable, porque siempre me digo a mí misma que no es tan malo ser adicta a los libros”, confiesa para la maison Chanel en los encuentros literarios que ella misma lidera y que organiza la firma. Pero ¿cuándo comenzó su pasión por las letras? “No ocurrió de un día para otro. Son muchas las cosas que me llevaron a apasionarme por ellas. De alguna manera, siempre tuve la sensación de ahondar en la gran fragilidad existencial que todos afrontamos”, explicó Casiraghi a El País Semanal. Estudió Filosofía en la Universidad de París, una pasión que a Carlota ya le venía de lejos. Y, en 2015, fundó, con Robert Maggiori, su profesor del liceo de Fontainebleau, donde cursaba el bachillerato, Los encuentros filosóficos de Mónaco. Unas reuniones con mucho éxito con las que Carlota pretendía situar al Principado en el centro del pensamiento contemporáneo y que fueron el comienzo de su carrera filosófica.
“Creo en el poder de la literatura. El poder de las palabras cambia nuestra visión del mundo. Chanel está ejerciendo un importante cometido. La moda tiene el poder de actualizar, de expresar las ideas y empujarlas para que vayan hacia delante, demostrar que las mujeres no solo somos deseables porque somos perfectas y bellas, sino porque somos audaces y cultas, porque tenemos una voz”, declaraba para el canal de YouTube del Loic Pridgent, bajo el paraguas de los encuentros literarios de la maison. Así, la nieta de Grace Kelly ha querido y ha sabido aunar sus dos pasiones: la moda, con la que ha nacido: “Pienso en las fotos de mi madre embarazada de mí y la veo con los maravillosos vestidos diseñados por Karl Lagerfeld para Chanel”… y la literatura, creando e ideando junto con la casa francesa Los encuentros literarios de la Rue Cambon. Ella misma, cuando fue nombrada embajadora de la casa francesa, ha confesado que fue bastante espontánea la manera en la que pensó en este tipo de coloquios. “No puedo separarme de quién soy, de mi pasión por la literatura”.
“Creo en el poder de la literatura. El poder de las palabras cambia nuestra visión del mundo”
A través de estas reuniones, donde Carlota Casiraghi ha reunido a mujeres relevantes del mundo del cine, la literatura y la cultura, quiere poner en alza el valor de la mujer, su emancipación e independencia y cómo la moda puede ser un gran soporte para hacerlo realidad: “Mi armario es muy ecléctico, me gusta la idea de imaginarme de muchas maneras distintas. De hecho, tengo ropa que no me corresponde en absoluto o que no va mucho con mi personalidad. Pero me gusta tener la posibilidad de expresar distintas formas de ser. Además, tengo una idea de elegancia transmitida por mi madre que consiste en tener ropa adecuada para cada circunstancia”, comentaba Carlota en la última reunión literaria.
Un consejo que hemos admirado y por el que perdura la gran sofisticación de la Casa Real de Mónaco. Belleza y valores de una joven filósofa y escritora contemporánea que hacen de Carlota Casiraghi una mujer admirada por la fuerza de su voz y la independencia de sus raíces reales.
© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.
