Cecilia Gómez, bailaora de profesión y de sentimiento. Tras vivir un año difícil, por su ruptura sentimental con Marco Vricella y la operación de dos hernias cervicales a la que tuvo que someterse en diciembre, y que la ha obligado a hacer un parón en su carrera, la gaditana busca ahora nuevos retos e ilusiones que le permitan seguir ligada a los escenarios. Su carácter pasional y su amor por la danza la han llevado a interpretar a grandes mujeres sobre el escenario, como Cayetana de Alba o Chavela Vargas, que han cobrado vida, a ritmo flamenco, con la fuerza de su baile. Recientemente se cumplieron siete años del fallecimiento de la duquesa y la bailaora le ha querido hacer su particular homenaje recordando el espectáculo «Cayetana, su pasión», vestida con los diseños creados para la obra por Victorio & Lucchino. Cecilia ha posado con ellos en la finca «Las Arroyuelas», propiedad de Cayetano Martínez de Irujo, situada en la campiña sevillana. —Cecilia, ¿cómo definirías a Cayetana? —Como una mujer única e irrepetible. —¿Qué admirabas de ella? —Su pasión por la vida. —Recuerdas alguna anécdota… —Sí, tengo momentos inolvidables… Recuerdo que cuando le mostramos por primera vez el guion del espectáculo entendió que sería ella la que bailaría y me dijo: «¡Me encanta!, pero ya no puedo bailar». Tuve que empezar de nuevo a contarle la propuesta. —Las fotos se han realizado en la finca «Las Arroyuelas», de Cayetano Martínez de Irujo. ¿Cómo es tu relación con la familia de la duquesa? —Siempre hemos tenido una buena relación, especialmente con Cayetano, que nos apoyó tanto como la duquesa. De hecho, fue aquí, en el tablao de «Las Arroyuelas», la primera vez que doña Cayetana me vio bailar. El homenaje que pretendía hacerle con «Cayetana, su pasión» tenía como inspiración su apoyo incondicional al flamenco y, sinceramente, creo que Cayetano sigue ese legado. —Tu compañía se estrenó con la obra «Cayetana, su pasión», basada en la vida de la duquesa. Fue un proyecto ambicioso y resultó todo un éxito, ¿cómo lo recuerdas?—Con mucho cariño, aunque es cierto que fue una apuesta arriesgada y mereció la pena. Hice el espectáculo que quise y como quise, disfruté de cada función. Fue el arranque de mi compañía.—El vestuario lo diseñaron Victorio & Lucchino, ¿qué has sentido al volver a vestirte con ellos? —¡Los diseños son un sueño! Volver a ponérmelos ha sido revivir tantas sensaciones y visualizarme de nuevo en el escenario. —Has tenido que posponer el último estreno con tu compañía, ¿de qué trata esta nueva obra? ¿Tiene fecha de estreno? —«Íntimo» era un espectáculo de baile y piano con el que estaba muy ilusionada con volver a los escenarios. Era el más reducido en cuanto a elenco, pero el más auténtico como bailaora, sin guion teatral, sin interpretar a ningún personaje, solo mi baile. Tras la operación, creo que en seis meses podría volver a bailar, si Dios quiere.—¿Tienes pensado seguir con tu compañía aunque no sea como bailaora principal? —Sí, tengo proyectos de espectáculos, que se han quedado un poco en el cajón, que me encantaría hacer con mi compañía y llevar a cabo, siempre y cuando no esté yo de cabeza de cartel. Es más complicado de vender, pero ahora tengo que recuperarme un poco. Tengo todo sobre la mesa. Estoy ordenándolo, poniendo prioridades y viendo hacia dónde tiro y cómo lo reconduzco sin estar en el escenario. —Eres una mujer apasionada, emprendedora y luchadora, ¿qué otros proyectos tienes?—Acabo de presentar un proyecto digital que espero poder llevar a cabo muy pronto y, sin duda, seguiré en el mundo del espectáculo, aunque sea desde otro sitio. La comunicación, la interpretación… Al final, es mi manera de expresarme y el contacto con el público forma parte de mi vida. —Has vivido un año complicado en lo personal y en lo profesional. ¿Cómo te encuentras? —Efectivamente, ha sido un año lleno de cambios. Tenía un proyecto personal que tuve que dejar: anular mi boda. Otro proyecto profesional que también tuve que anular: el espectáculo «Íntimo». Un año lleno de cambios que espero que se puedan encauzar en este dos mil veintidós con cosas más definitivas, sobre todo, en el tema laboral. —Después de tu drástica ruptura, ¿cómo está hoy tu corazón? —Mi corazón está tranquilo, con la prioridad de sentirme bien conmigo misma. Para ello, tengo que reubicarme profesionalmente. —¿Te planteas rehacer tu vida o prefieres dedicarte tiempo a ti misma? —Para mí es fundamental que ambas cosas sean compatibles. Realización: RAQUEL REVUELTA/ PRODUCCIONES DOBLE ERRETexto: María Conde Alcañiz Fotografía: INMACULADA PUCHAL/ DEINM ESTUDIOEstilismo: PEDRO GONZÁLEZ PARA DOBLE ERRE Localización: HACIENDA
Cecilia Gómez, bailaora de profesión y de sentimiento. Tras vivir un año difícil, por su ruptura sentimental con Marco Vricella y la operación de dos hernias cervicales a la que tuvo que someterse en diciembre, y que la ha obligado a hacer un parón en su carrera, la gaditana busca ahora nuevos retos e ilusiones que le permitan seguir ligada a los escenarios. Su carácter pasional y su amor por la danza la han llevado a interpretar a grandes mujeres sobre el escenario, como Cayetana de Alba o Chavela Vargas, que han cobrado vida, a ritmo flamenco, con la fuerza de su baile. Recientemente se cumplieron siete años del fallecimiento de la duquesa y la bailaora le ha querido hacer su particular homenaje recordando el espectáculo Cayetana, su pasión, vestida con los diseños creados para la obra por Victorio & Lucchino. Cecilia ha posado con ellos en la finca Las Arroyuelas, propiedad de Cayetano Martínez de Irujo, situada en la campiña sevillana.
—Cecilia, ¿cómo definirías a Cayetana?
—Como una mujer única e irrepetible.
—¿Qué admirabas de ella?
—Su pasión por la vida.
“Tengo momentos inolvidables con la duquesa… Recuerdo que cuando le mostramos por primera vez el guion del espectáculo entendió que sería ella la que bailaría y me dijo: ‘¡Me encanta!, pero ya no puedo bailar’”, dice Cecilia
—Recuerdas alguna anécdota…
—Sí, tengo momentos inolvidables… Recuerdo que cuando le mostramos por primera vez el guion del espectáculo entendió que sería ella la que bailaría y me dijo: “¡Me encanta!, pero ya no puedo bailar”. Tuve que empezar de nuevo a contarle la propuesta.
—Las fotos se han realizado en la finca Las Arroyuelas, de Cayetano Martínez de Irujo. ¿Cómo es tu relación con la familia de la duquesa?
—Siempre hemos tenido una buena relación, especialmente con Cayetano, que nos apoyó tanto como la duquesa. De hecho, fue aquí, en el tablao de Las Arroyuelas, la primera vez que doña Cayetana me vio bailar. El homenaje que pretendía hacerle con Cayetana, su pasión tenía como inspiración su apoyo incondicional al flamenco y, sinceramente, creo que Cayetano sigue ese legado.
“Fue aquí, en el tablao de ‘Las Arroyuelas’, la primera vez que doña Cayetana me vio bailar”
—Tu compañía se estrenó con la obra Cayetana, su pasión, basada en la vida de la duquesa. Fue un proyecto ambicioso y resultó todo un éxito, ¿cómo lo recuerdas?
—Con mucho cariño, aunque es cierto que fue una apuesta arriesgada y mereció la pena. Hice el espectáculo que quise y como quise, disfruté de cada función. Fue el arranque de mi compañía.
—El vestuario lo diseñaron Victorio & Lucchino, ¿qué has sentido al volver a vestirte con ellos?
—¡Los diseños son un sueño! Volver a ponérmelos ha sido revivir tantas sensaciones y visualizarme de nuevo en el escenario.
“Creo que en seis meses podría volver a bailar, si Dios quiere”, admite la bailaora, que en diciembre tuvo que ser operada de dos hernias cervicales
—Has tenido que posponer el último estreno con tu compañía, ¿de qué trata esta nueva obra? ¿Tiene fecha de estreno?
—Íntimo era un espectáculo de baile y piano con el que estaba muy ilusionada con volver a los escenarios. Era el más reducido en cuanto a elenco, pero el más auténtico como bailaora, sin guion teatral, sin interpretar a ningún personaje, solo mi baile. Tras la operación, creo que en seis meses podría volver a bailar, si Dios quiere.
—¿Tienes pensado seguir con tu compañía aunque no sea como bailaora principal?
—Sí, tengo proyectos de espectáculos, que se han quedado un poco en el cajón, que me encantaría hacer con mi compañía y llevar a cabo, siempre y cuando no esté yo de cabeza de cartel. Es más complicado de vender, pero ahora tengo que recuperarme un poco. Tengo todo sobre la mesa. Estoy ordenándolo, poniendo prioridades y viendo hacia dónde tiro y cómo lo reconduzco sin estar en el escenario.
“Mi corazón está tranquilo, con la prioridad de sentirme bien conmigo misma”, dice la bailaora, tras anular su boda el año pasado
—Eres una mujer apasionada, emprendedora y luchadora, ¿qué otros proyectos tienes?
—Acabo de presentar un proyecto digital que espero poder llevar a cabo muy pronto y, sin duda, seguiré en el mundo del espectáculo, aunque sea desde otro sitio. La comunicación, la interpretación… Al final, es mi manera de expresarme y el contacto con el público forma parte de mi vida.
“¡Estos diseños son un sueño! Volver a ponérmelos ha sido revivir tantas sensaciones y visualizarme de nuevo en el escenario”
—Has vivido un año complicado en lo personal y en lo profesional. ¿Cómo te encuentras?
—Efectivamente, ha sido un año lleno de cambios. Tenía un proyecto personal que tuve que dejar: anular mi boda. Otro proyecto profesional que también tuve que anular: el espectáculo Íntimo. Un año lleno de cambios que espero que se puedan encauzar en este dos mil veintidós con cosas más definitivas, sobre todo, en el tema laboral.
—Después de tu drástica ruptura, ¿cómo está hoy tu corazón?
—Mi corazón está tranquilo, con la prioridad de sentirme bien conmigo misma. Para ello, tengo que reubicarme profesionalmente.
“El espectáculo ‘Cayetana, su pasión’ tenía como inspiración su apoyo incondicional al flamenco y, sinceramente, creo que su hijo Cayetano sigue ese legado”
—¿Te planteas rehacer tu vida o prefieres dedicarte tiempo a ti misma?
—Para mí es fundamental que ambas cosas sean compatibles.