Decidió abandonar la danza profesional para dedicarse a la interpretación. Hoy, a sus 27 años, ve despegar su carrera a golpe de dedicación, honestidad y un estilo único basado en el instinto y la naturalidad. Camaleónica, capaz de encarnar a una joven asistenta en Maid (Netflix) o cerrar el desfile de alta costura de Chanel vestida de novia; sofisticada con un diseño de Gucci o Giambattista Valli, o conceptual en un look de Off White o Prada, la actriz del momento defiende con aplomo (y con la ayuda de una cándida y sugerente sonrisa) todo lo que se le pone por delante. Dice haberse sentido como Cenicienta rodando el fashion film de alta costura de Chanel a las órdenes de Sofia Coppola.
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En los noventa, su madre, Andie Macdowell fue paradigma de belleza y estilo. Hoy, Margaret recoge el testigo y lo hace evolucionar
Admiradora de Jackie Kennedy y devoradora de libros desde que era niña, Qualley aprende a desenvolverse en la industria del cine. Su alma de bailarina le pide libertad de movimiento, quizá sea esa la razón por la que a diario suele apostar por outfits sport . Sin embargo, cuando se trata de arreglarse, la coherencia se mantiene. En este sentido, su armario se define con siluetas midi, vestidos sueltos o clásicos trajes de chaqueta y vestidos sixties firmados por Chanel, maison de la que es embajadora.
La sutilidad en el uso de los accesorios es una de sus armas de estilo. Así, Margaret defiende el menos es más
No quiere disfrazarse ni dejar de ser ella, por eso no abusa de los complementos, más bien al contrario, y se aferra a la frescura convertida en su tarjeta de visita. Qualley hace grande el look más sencillo, sin artificios, solo acompañada de una suerte de naturalidad cool, la misma, quizá, que tres décadas antes transmitiera su propia madre en clave minimal 90’s y que ahora la joven actriz ha sabido imitar y llevar a su terreno gracias a sutiles toques románticos. A eso se le llama evolución generacional. Érase una vez en Hollywood... ¡Margaret Qualley!
Los clásicos con alma romántica definen su estilo en la alfombra roja. Una tiara y una trenza es lo único que necesita para ser el centro de atención