Ha trabajado en muchos sectores, pero su pasión por la moda siempre ha sido su guía. La diseñadora parisina Fiona Imbert ha llegado para revolucionar el clásico concepto de sofisticación y robarnos el corazón con originales propuestas que aúnan formalidad y desenfado. Una visión diferente.
-Estudiaste Periodismo, Historia e Historia del Arte, ¿por qué te pasaste al diseño de moda?
-Ocurrió de forma muy ‘orgánica’. Es lo divertido de la vida: nunca sabemos lo que nos va a deparar, hay que dejarse guiar por el instinto.
-Tras una primera incursión en este mundo, de la mano de Paco Pintón, volvéis con Day&Night, ¿qué podemos encontrar en esta colección?
-Nuestra intención ha sido trabajar la parte de home, con prendas casual con un toque muy versátil, como, por ejemplo, pijamas para casa que también se puedan llevar por la calle. Ideamos una colección con piezas para el día y para la noche que se puedan intercambiar.
“Las madrileñas son muy femeninas, se visten sin miedo, con colores, con prints. Hay mucha cultura en mezclar estilos, entre la tendencia y lo clásico, que es lo que a mí me gusta”
-¿Dónde encuentras la inspiración?
-Viene de mucho sitios: el arte, la música, los recuerdos, los lugares… Quiero trasladar a nuestros diseños sentimientos y sensaciones.
-¿Cómo es la mujer que los lleva?
-Una mujer que quiere sentirse bien, relajada, y que se sofistica sin esfuerzo, sin que se note.
-¿A quién te gustaría ver con tus creaciones?
-A mujeres de todas las generaciones, y la versatilidad de la colección nos da esa oportunidad. En cuanto a famosas diría que desde Charlotte Rampling hasta Zendaya.
-Eres parisina, pero vives en Madrid, ¿qué te parece la moda española?
-Siempre me ha encantado el estilo de las madrileñas, son muy femeninas, se visten sin miedo, con colores, con prints. Hay mucha cultura en mezclar estilos, entre la tendencia y lo clásico, que es lo que a mí me gusta.
Se impone un nuevo dress code de la elegancia, en el que los sutiles toques de sofisticación ensalzan un look que podemos llevar de día o de noche
-Siempre recuerdas a tu abuela Ama con verdadera devoción, ¿qué aprendiste de ella?
-El valor de hacer las cosas lo mejor posible, ser fuerte y avanzar, siempre. También pasarlo muy bien y reírse mucho. Ella tenía un estilazo tremendo y era una persona increíble.
-¿Qué valores, consejos y vivencias te inculcó que has querido transmitir a tus hijos?
-¡No tomarse demasiado en serio a uno mismo! Tener sentido del humor, ser respetuosos y esforzarse siempre.
-Tu madre, la interiorista Sabine Marchal, te ayudó a decorar tu casa madrileña, ¿cómo fue hacerlo juntas?
-¡Muy divertido! Siempre la acompañaba de pequeña en todas sus obras, y es algo muy natural para mí, la verdad.
-¿Y algún plan especial para la Navidad?
-Reencontrarme con la familia en nuestra casa de Bretaña. Chimenea, partidas de cartas, paseos por la playa y comidas increíbles.