A Sara no hay nada que se le ponga por delante. Madre de dos niños antes de cumplir los treinta, y a punto de estrenar la películaEl refugio, la tinerfeña no duda en reivindicar un desarrollo profesional al cien por cien, sin tener por ello que descuidar su vida personal y familiar. Luchadora, autoexigente y coherente con la vida que ha elegido, Sara disfruta de esta etapa y exprime cada minuto. Confiesa que en su armario hay más abrigos de la cuenta “porque en Tenerife nunca los necesitaba y ahora siento pasión por ellos”, y, como vegetariana convencida, declara ser fan de marcas que se preocupan por el bienestar animal. Cuando la firma Tous le pidió formar parte de Tous Squad, la actriz sintió volver a su adolescencia.
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-Ser imagen de Tous te devuelve a la niñez...
-Esta relación me hace especial ilusión. Durante varios años, el primer regalo que pedía en la carta a los Reyes Magos era un anillo de Tous. Además, es una marca con valores y comprometida con las mujeres.
“Me encanta vincularme a una firma como Tous, que, además de joyas preciosas, tiene valores y un gran compromiso con las mujeres”
-¿Qué joyas llevas todos los días del año?
-Llevo siempre dos anillos en el dedo anular de la mano derecha. El primero me lo regaló mi madre cuando era adolescente, el segundo me lo regalaron por mi dieciocho cumpleaños.
-Este mes se estrena la película El refugio. ¿Qué tipo de papeles echas de menos?
-Faltan personajes escritos por y para nosotras. Me encantaría interpretar a una mujer con conflictos, más allá de servir para apoyar la trama masculina o que estén hipersexualizados. Echo de menos optar a personajes que me supongan un reto.
“No siento que haya una verdad absoluta sobre la maternidad... A cada una nos funciona una cosa. solo quiero que mis hijos sean felices, autónomos y sientan que siempre voy a estar ahí”
-Eres autoexigente, persigues estar a tope en todos los niveles. ¿Cómo lo consigues?
-Estoy transitando por una etapa en la que aprendo a deshacerme de la culpa que me genera tanta autoexigencia. Si trabajo mucho, me siento mal por perder momentos con mis hijos; si estoy con ellos veinticuatro horas, me siento fatal por no estar produciendo... Mis padres han sido una parte fundamental en mi conciliación. Ellos me han acompañado en los rodajes para no renunciar a la lactancia...
-El año pasado escribiste tu primera novela, El ocaso del mono que arañaba la pared. ¿Desde cuándo escribes?
-Escribir es terapéutico. Escribo desde pequeña gracias a tener muy afianzado el hábito de lectura. Ha sido una experiencia bonita en la que me gustaría ahondar.
“He tenido varias polémicas en redes sociales y, por supuesto, hacen mella. No hay debates respetuosos, sin insultos o argumentados. esconderse detrás de un avatar y sobrepasar cualquier línea roja se está convirtiendo en algo habitual que debemos atajar”
-¿Cómo te organizas con tus dos hijos?
-Me encanta ser madre, aunque no paro de preguntarme si lo hago bien con cada paso que doy. Es como ir improvisando con miedo a todo. Me esfuerzo mucho en que sean felices y aprovecho todo el tiempo que puedo con ellos.
-¿Solo te guías por el instinto?
-Todo lo que leo, escucho o estudio sobre crianza y que acabo aplicando, lo pongo en tela de juicio. No siento que haya una verdad absoluta sobre la maternidad... A cada una nos funciona una cosa. Las premisas más importantes son que sean felices, autónomos y que sientan que me tienen siempre.
“Llevo siempre dos anillos en el dedo anular. Uno me lo regaló mi madre en un momento importante de nuestra historia, cuando yo era adolescente; el otro, por mi dieciocho cumpleaños”
-Eres vegetariana desde hace siete años. ¿Cómo surge en ti esa necesidad?
-Tanto por mi amor a los animales como por la endometriosis que me diagnostican en esa época. Mejoró mucho mi calidad de vida.
-¿Y cómo lo haces con los niños?
-Mis hijos también son vegetarianos. Tanto si comen animales como si no, es una imposición de los padres. Soy incapaz de cocinar un animal, así que me informé para ver si era viable que ellos llevaran este tipo de alimentación. Lo hice con nutricionistas pediátricos y fui a cursos y clases, no quería que tuvieran ningún tipo de carencia... Mi sorpresa fue encontrar el apoyo de todos los profesionales, incluidos varios pediatras.
“En mi armario quizá hay demasiados abrigos. en canarias nunca los he necesitado, así que ahora tengo pasión por ellos”
-¿Es difícil ser coherente hoy día?
-Bastante. Hay muchas trabas. Pero si se quiere, se puede. Basta con poner empeño.
-Has tenido varias polémicas en redes sociales y la sensación es que eres una mujer valiente, que tiene claro lo que quiere y no le importa alzar la voz. ¿Cómo lo vives por dentro?
-Hace mella. No hay debates respetuosos, sin insultos o argumentados. El esconderse detrás de un avatar y sobrepasar cualquier línea roja se está convirtiendo en algo habitual que debemos atajar de una vez.