Inés y Pelayo se conocieron hace más de 15 años y, tras finalizar la universidad en Madrid y viajar unos años por lugares como Dubai, Francia, Argentina, Australia, Filipinas..., se casaron y decidieron instalarse en Sotogrande. Ambos se sienten afortunados de la vida que llevan en plena naturaleza, donde han formado su propia familia (tienen un niño y el siguiente viene en camino). Inés se dedica a la abogacía y Pelayo, quien siempre estuvo muy vinculado al mundo del caballo, decidió probar suerte y emprender con otra de sus grandes pasiones, el polo. La pareja nos recibe en este impresionante paraje.
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-¿Cómo habéis cambiado desde que os conocisteis?
-Inés y Pelayo: Éramos unos niños y hemos vivido muchas etapas juntos, así que nos hemos ido amoldando el uno al otro. Realmente, no hemos cambiado tanto nosotros como nuestra situación, ahora casados, con un hijo y esperando otro.
“El mundo del polo implica vivir en contacto constante con la naturaleza y hacer mucha vida en familia. Se trata de un proyecto laboral, pero también un proyecto vital” (Pelayo)
-Pelayo, tú te especializaste en Gestión de Eventos Deportivos Orientados al Polo. ¿Qué te llevó a tomar este rumbo?
-Pelayo: Siempre quise compaginar mi carrera como polista con una idea que rondaba mi cabeza y que finalmente nació en 2017. Se trata de Iberian Polo, una empresa cuyo propósito es fomentar el polo en España tanto infantil, en nuestra Polo Academy, como de adultos, a través de los torneos que celebramos durante todo el año y por toda la Península.
“Ahora vivimos en Sotogrande, pero seguimos viajando por todo el mundo por trabajo, así que nos gusta decir que somos una familia nómada”
-¿Qué os aporta el mundo del polo?
-P: Implica vivir en contacto constante con la naturaleza, hacer mucha vida en familia y por supuesto conocer personas, lugares y culturas increíbles. Se trata de un proyecto laboral, pero también de un proyecto familiar apasionante.
“Sevilla para mí es mi raíz, mi origen, familia, amigos y, sin duda, mi hogar. La ciudad más bonita del mundo y a la que siempre quiero volver” (Inés)
-Habéis formado vuestra familia en un entorno rodeado de naturaleza como es Sotogrande. ¿Qué es lo que más valoráis en vuestro día a día?
-Inés: Es un lujo poder vivir aquí, pues creemos que nuestros hijos van a crecer rodeados de naturaleza, cerca del campo y del mar y a tan solo dos horas de Sevilla, que es mi ciudad. Además, Pelayo creció en Sotogrande, así que para él ha sido volver a su casa. Aun así, seguimos viajando por todo el mundo gracias al trabajo de Pelayo, por lo que se podría decir que somos una familia nómada.
-Tú eres natural de Sevilla. ¿Qué te une a tu ciudad?
-I: Sevilla para mí es raíces, origen, familia, amigos y mi hogar. La ciudad más bonita del mundo, donde siempre quiero volver.
“Creemos que hay que luchar por los sueños, aunque estos sean poco convencionales. Tienes que buscar lo que te haga feliz a ti, ojalá nuestros hijos aprendan esto y nosotros seamos capaces de transmitírselo” (Inés)
-Te dedicas a la abogacía y tienes la suerte de poder teletrabajar, ¿qué es lo que más te gusta de tu profesión?
-I: Es mi pasión. Siempre tuve claro que quería ser abogada, es algo que me viene de casta, pues hay una fuerte tradición jurídica en mi familia y he tenido la suerte de aprender del que para mí es el mejor: mi padre.
-¿Qué enseñanza os gustaría dejar a vuestros hijos, sobre todo, en estos tiempos más difíciles para las nuevas generaciones?
-I y P: Nos gustaría transmitirles la importancia de esforzarse por vivir rodeados de lo que los haga feliz y de luchar por sus sueños, aunque sean poco convencionales.
“Mi profesión es mi pasión. Siempre tuve claro que quería ser abogada y he aprendido del mejor: mi padre” (Inés)
-¿Y qué valores os gustaría inculcar en ellos?
-I y P: Los mismos que nos han inculcado nuestros padres y esperamos poder transmitir. Tenemos la suerte de poder viajar bastante en familia y esperamos seguir aprendiendo y disfrutando de cada destino al que nos toque ir.