La boda de Jaime de Borbón Dos-Sicilias y Lady Charlotte Diana Lindesay-Bethune, celebrada el pasado sábado 25 de septiembre en la catedral de Monreale, Palermo, reunió a representantes de varias casas reales europeas, además de a una nutrida representación de la nobleza española, entre la que se encontraba el duque de Alba con sus hijos y sus nueras: Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo, duques de Huéscar, y Carlos Fitz-James Stuart y Belén Corsini, condes de Osorno.
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Una vez más, las jóvenes aristócratas se convirtieron en el centro de todas las miradas por su belleza, su porte y su estilo y volvieron a demostrar por qué se encuentran siempre en el podio de la moda.
Sin embargo, llama la atención que si en el día a día, Belén y Sofía coinciden bastante en la elección de prendas, colores y complementos -siendo dos de las reinas del street style español-, a la hora de vestirse para una boda, buscan opciones muy diferentes.
Belén Corsini y su apuesta segura
Tras su enlace de ensueño, el pasado mayo, con Carlos Fitz-James Stuart en el Palacio de Liria, Belén ha asistido como invitada a numerosas celebraciones este verano. Para deslumbrar en estas ocasiones especiales, la condesa de Osorno guarda un as en la manga: las creaciones de Matelier, la firma de su antigua compañera de colegio Andrea Mateache. Desde que la vistió para su pedida de mano, Andrea se ha convertido en la diseñadora de cabecera de Belén.
Al igual que hizo en días tan señalados como el bautizo de su sobrina Rosario (la hija de Sofía y Fernando), las bodas de sus amigas Marina Urdiales e Inés Pérez-Pla y la de su hermana María con Diego Osorio (celebrada el pasado 18 de septiembre en Guadalajara), para el enlace de los duques de Noto en Sicilia volvió a apostar sobre seguro con un look de Matelier. Belén fue una de las invitadas más elegantes con un vestido midi de gasa azul con un delicado estampado de hojas. La prenda repetía el patrón del escote en la espalda del vestido que ya lució en la celebración familiar en Sevilla, pero era diferente del diseño anterior con detalles como el fruncido en el escote de tipo corazón y las mangas largas abullonadas. Para coronar su estilismo, la aristócrata escogió un tocado de Mimoki, formado por una diadema ancha con abanico y plumero gris perla.
Sofía Palazuelo: el riesgo, su arma secreta
De esta misma firma era el accesorio con el que la duquesa de Huéscar completó el estilismo que llevó en la boda de Jaime de Borbón-Dos Sicilias. Sofía se atrevió con el color blanco con un diseño de Leando Cano -vestido midi de tejido satinado, con un divertido estampado de flores, letras, animales y aplicaciones de patchwork-, y adornó su peinado con una redecilla goyesca, de rafia y pompones, que recogía su moño bajo. Además, llevó un bolsito de M3Matellier, una pieza con estampado de cerezas, realizada en Guatemala con cuentas de cristal bordadas a mano por mujeres artesanas mayas.
Lo cierto es que Sofía también tiene su propia arma secreta para salir airosa en todos los eventos que requieren un dress code más formal. Y no es otra que Es fascinante, la firma de slow fashion de su amiga Valentina Suárez-Zuloaga. Para una noche en la ópera, una boda o una velada especial, la duquesa recurre a este showroom como si fuera su propio vestidor y escoge los complementos más atrevidos, entre ellos las originales joyas en silicona de Joaquín Blanco. De su taller era el collar que llevó en la boda de su hermano Jaime con Micaella Rubini, una espectacular pieza que elevó su look y la convirtió de nuevo en una de las invitadas más admiradas. Y eso que el vestido túnica de tono rosado que llevó en un día tan relevante fue muy cuestionado.
Lo cierto es que con sus elecciones, más seguras en el caso de Belén, más osadas en el de Sofía, las nueras del duque de Alba siempre fascinan por su clase y belleza en cada una de sus apariciones públicas.