El día que la Reina Sofía entró en su taller por sorpresa, Isabel Guarch llevaba ya una larga tradición como diseñadora de joyas. Sin embargo, aquel encuentro marcó un antes y un después, ya que doña Sofía se ha convertido, sin pretenderlo, en la mejor embajadora de sus creaciones. Desde su refugio a las afueras de Palma, hablamos con ella de este fortuito encuentro y de sus grandes pasiones: el diseño de joyas y su casa balear familiar.
-Isabel, acabas de presentar colección, ¿qué nuevas historias cuentan estas piezas?
-La sierra de Tramontana, y en especial Deià, son para mí una de las zonas más impresionantes de la isla y también era el lugar preferido de mi madre, que fue la que comenzó con este proyecto. Por ello, he creado una colección que alberga el espíritu de este mágico lugar.
“La primera vez que la reina Sofía entró en nuestro atelier fue una anécdota muy curiosa, porque lo hizo sin avisar, sin cita previa, como una clienta normal. Jamás ha aceptado ningún trato de favor”
-Se te conoce como una de las diseñadoras de joyas favoritas de la Reina Sofía, ¿cómo fue esa primera vez que la Reina entró en tu taller?
-Fue una anécdota muy curiosa porque lo hizo sin avisar, como una clienta normal, y no estábamos ni mi madre ni yo. Siempre he admirado su discreción, jamás ha aceptado un trato de favor.
-¿Qué se siente cuando doña Sofía lleva tus diseños de manera habitual?
-Es un gran orgullo. Ella es una de las personalidades más importantes para la isla de Mallorca y se ha convertido, junto con la Reina Letizia, en la mejor embajadora de las firmas mallorquinas.
-¿Qué tipo de piezas suelen gustarle?
-Todas nuestras colecciones están inspiradas en la tradición, la naturaleza y la cultura de Mallorca. Y creo que eso es lo que más le ha gustado. La primera vez que compró algo nuestro fue la Cruz de Calatrava y fue maravilloso cuando se lo vimos puesto.
-Vuestra producción es sostenible, algo que el consumidor valora cada vez más, ¿hasta qué punto es importante que la moda gire en esta dirección?
-Es fundamental para el futuro del planeta. Por nuestra parte, siempre que podemos refinamos y reutilizamos materiales. Nuestra producción se hace en la isla, con economía circular.
“Es un gran orgullo para mí que doña Sofía se haya fijado en nuestras creaciones. Se ha convertido, junto con la reina Letizia, en la mejor embajadora de las firmas mallorquinas”
-Nos recibes en tu maravillosa casa balear, ¿cuéntanos un poco su historia?
-Mi marido y yo construimos esta casa hace 19 años y el diseño es totalmente nuestro. Desde que compramos el terreno tuvimos varios años para idear la casa de nuestros sueños. Después, buscamos con mucho cariño cada uno de los materiales con los que fuimos construyéndola.
-¿Por qué escogisteis esta zona para construirla?
-Es una zona residencial, con un pueblo al lado y cerca de Palma, a donde me desplazo todos los días para trabajar en mi taller. También pensamos en nuestros hijos -todavía no habían nacido-, pero teníamos claro que queríamos crear una familia y buscábamos una cierta comodidad y servicios.
-¿Qué destacarías de ella?
-Lo que más me gustan son los espacios abiertos. Es cómoda y disfrutamos de todos los rincones de la casa.
-¿Qué estilo habéis querido crear?
-Tiene un cierto aire rústico. Es un estilo balear de aire muy mediterráneo.
-¿Cuál es tu rincón favorito?
-Me encantan las noches de verano en el porche y, por supuesto, la chimenea en invierno. Puedo pasarme horas mirando el fuego.
“Mi marido y yo construimos esta casa hace 19 años y el diseño es totalmente nuestro. Compramos el terreno y buscamos todos los materiales”
-¿Te gusta recibir en casa?
-Me gusta mucho, sobre todo porque, debido a los espacios abiertos, me doy cuenta de que nuestros invitados se sienten bien, como en su propia casa. De la cocina a la piscina o del salón al porche, en todo momento puedes estar hablando con los ellos creando una reunión muy dinámica.
-¿También habéis querido imprimir en la casa ese espíritu artesanal y sostenible que hay en las joyas que diseñas?
-Exacto, mantengo ese mismo espíritu en todo lo que hago. Las piedras de la casa han sido traídas de una cantera de Felanitx y hemos apostado por proveedores locales en todos los detalles para fomentar la economía circular. Incluso los árboles y las plantas son autóctonos de Mallorca. El objetivo es que todo vuelva y beneficie a la isla.
“La sostenibilidad es fundamental para el futuro del planeta. Nosotros, siempre que podemos, refinamos y reutilizamos materiales. Nuestra producción se hace en la isla, evitando innecesarios procesos contaminantes”
-En cuanto al exterior, ¿cómo planteaste el jardín, la vegetación, la piscina?, ¿cómo quisiste integrar todo con el entorno?
-Para mí era importante crear nuestro propio ‘oasis’, un jardín que nos acogiera y aislara del exterior. Toda la vegetación está al mismo nivel que la casa, creando una vez más un espacio abierto e integrado. Podríamos decir que es un jardín muy mediterráneo.