Su nombre siempre es sinónimo de elegancia, buen gusto y personalidad, cualidades que Inés Domecq ha trasladado a su faceta como diseñadora. En abril de 2020, la mujer de Javier Martínez de Irujo lanzó su propia marca, The IQ Collection, en la que, junto a su socia, Virginia Pozo, crea diseños originales y, sobre todo, muy femeninos. De la mano de una de las modelos con más proyección internacional, Mayka Merino (jerezana, como la marquesa de Almenara), y en un escenario de lujo, el velero real Giraldilla, que perteneció al abuelo del Rey, don Juan de Borbón, la aristócrata nos presenta sus propuestas para esta temporada.
“Es una colección con piezas únicas que mantienen la esencia propia de IQ —nos explica Inés—. Trajes de chaqueta con estructuras geométricas o los clásicos monos complementados con camisas de espíritu marinero. Los tonos de las tierras del sur, entremezclados con el azul del mar del Norte. Esta temporada, como novedad, hemos lanzado una colección cápsula con kaftanes, vestidos midi y conjuntos de top y falda”.
—¿Dirías que es vuestra colección más versátil?
—Cada temporada seguimos las mismas líneas, intentando, efectivamente, que los diseños sean versátiles, tanto para el día a día como para eventos especiales.
—¿Cuál sigue siendo vuestra principal seña de identidad?
—Los volantes y las grandes hombreras creo que son rasgos muy nuestros. En cuanto a una prenda en concreto, los monos, que hemos tenido en todas las colecciones, pero utilizando materiales diferentes y colores que se adaptan a cada temporada. Siempre intentamos que nuestra ropa tenga un toque IQ.
—Esta primavera habéis tenido grandes embajadoras y en cuestión de días: la Reina, Sofía Palazuelo, duquesa de Huéscar; Cayetana Rivera, Paz Vega…
—Siempre ha habido mucha versatilidad entre nuestras clientas. Desde que nació la firma, hemos intentado llegar a la mayoría de las mujeres.
—¿Cuál fue la repercusión de que doña Letizia escogiera el mono blanco para la inauguración de Fitur?
—Para nosotras fue un orgullo y un honor que la Reina decidiera vestir nuestra marca en un día tan relevante.
—Después de tres colecciones, ¿esta es la de vuestra consolidación?
—Desde el inicio nos hemos rodeado del mejor equipo posible, al que estamos muy agradecidas, y nuestra filosofía es ir poco a poco. Nos sentimos muy orgullosas de los éxitos obtenidos hasta ahora, con mucho esfuerzo y trabajo. Pero no hemos hecho más que empezar y nos queda mucho camino por recorrer.
—¿Puerto Sherry y el Giraldilla están ligados a tu vida o a tu familia de alguna manera?
—A nivel personal, Cádiz es un lugar muy significativo para mí, no solo por haber nacido en Jerez. La luz, el olor y su gente es lo que me inspiró para esta colección de verano. Y qué puedo a decir del velero: ha sido un verdadero honor y un orgullo poder hacer este reportaje en el Giraldilla, por toda la historia que tiene detrás, y una suerte también que fuera en Puerto Sherry.