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beatrice borromeo y pierre casiraghi© GTres

Beatrice Borromeo: una diosa del Olimpo entre la realeza del cine y de la moda

Junto a Pierre Casiraghi, asistió, en Atenas, al desfile de la colección crucero de Dior, de la que es embajadora


30 de junio de 2021 - 21:30 CEST

Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi interrumpieron sus vacaciones en la Costa Azul, donde, como informamos en el número anterior, pasan unos días de ensueño junto a sus dos hijos, Stefano y Francesco, para viajar hasta Atenas. La pareja, que está a punto de celebrar su sexto aniversario de boda —se casaron el 25 de julio de 2015—, causó sensación a su llegada al Estadio Panathinaikó como invitados estrella del desfile de la colección crucero 2022 de Dior, el primero de la casa con asistencia de público desde el comienzo de la pandemia.

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Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi© GTres
Junto a estas líneas, Beatrice Borromeo y Pierre Casiraghi a su llegada al Estadio Panathinaikó, de Atenas. La aristócrata italiana llevó un vestido de la colección Dior Alta Costura primavera-verano 2020, de clara inspiración helénica.

La aristócrata italiana, una de las figuras reales contemporáneas que más fascina a la moda en la actualidad, fue nombrada embajadora de la maison el pasado mes de febrero, por lo que no quiso perderse este histórico acontecimiento. Del brazo de su atractivo marido, Beatrice deslumbró a todos los presentes con un vestido de flecos dorados, de la colección Dior Alta Costura primavera-verano 2020, de clara inspiración helénica. La nuera de Carolina de Mónaco, llevaba, además, un peinado trenzado, al estilo de las deidades del Olimpo, y como calzado, unas sandalias esclavas también en dorado.

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La otra gran protagonista de la noche fue la nueva ‘reina’ de Hollywood, Anya Taylor-Joy, con vestido de tul gris bordado de la colección que se daba a conocer. La protagonista de Gambito de dama, que también lució un peinado trenzado, comentó a su llegada: “Es mágico y resulta maravilloso poder estar aquí”.

Beatrice Borromeo DIOR© LagenciaGrosby
Bianca Brandolini y Eugenie Niarchos.
Beatrice Borromeo DIOR© PHOTONE
Beatrice Borromeo DIOR© CORTESÍA DIOR
Miranda Kerr, que, aunque no pudo asistir presencialmente, posó en un photocall virtual. 
Beatrice Borromeo DIOR© CORTESÍA DIOR
Cara Delevingne.
Beatrice Borromeo DIOR© CORTESÍA DIOR
Suki Waterhouse.
Beatrice Borromeo DIOR© CORTESÍA DIOR
Catherine Deneuve.
Beatrice Borromeo DIOR© CORTESÍA DIOR

El referente que Maria Grazia Chiuri, directora artística de la casa de moda francesa, tomó como punto de partida de esta colección fue la serie de fotografías que monsieur Dior realizó junto al Partenón para su colección de alta costura de 1951. Chiuri se inspiró también en el arte de la Grecia Clásica, el surrealismo de Giorgio de Chirico y el universo del galerista Alexander Iolas. El resultado fue un desfile en el que se veía una mezcla de la herencia ateniense, mitología y moda deportiva. Túnicas griegas o peplos con drapeados que se transforman en monos a la altura de la cadera, looks de gala combinados con zapatillas y conjuntos dignos de alfombra roja. En la misma línea que sus anteriores entregas para Dior, la diseñadora ha querido rendir homenaje a las mujeres del pasado y del presente. Es una alianza entre clasicismo y modernidad que busca desvincularse de restricciones, como explica la creadora italiana: “El peplo es un elemento que permite que el cuerpo se mueva libremente, que evoca a la mujer en movimiento”.

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Catherine Deneuve, Suki Waterhouse, Cara Delevingne, Bianca Brandolini y Eugenie Niarchos, así como Miranda Kerr, que, a pesar de no haber podido asistir de forma presencial, quiso posar de forma remota en el photocall, dieron brillo a esta presentación.

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Anya Taylor-Joy, que, como la esposa de Pierre Casiraghi, parecía una deidad recién llegada del Olimpo.