Tenía seis años cuando se presentó en su tierra, Zaragoza, al casting de ‘Menudas estrellas’ y recuerda haber vivido con mucha ilusión aquella etapa en la que salía al escenario a imitar a distintos artistas cantando. De manera inconsciente, fue la forma de comenzar en la interpretación. A los trece, y durante otros trece, Elena Rivera se coló en las casas y en los corazones de los espectadores como la inolvidable Karina, con su destino indisolublemente unido al de Carlos Alcántara, en Cuéntame cómo pasó. “Me ha dado mucho no solo en lo profesional, que cualquiera se puede imaginar que, siendo mi primer gran personaje e interpretándolo durante trece años, es algo que marca. También en lo personal porque me ha dado un oficio que, al final, es un estilo de vida. Me ha dado amigos, me ha dado valores, me ha dado popularidad (que siempre ayuda en esta profesión)…, es que ¡me dio incluso a mi novio! Porque nos conocimos cuando él me entrevistó por mi trabajo en Cuéntame. Por todo esto, Karina siempre irá conmigo”.
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Hace tres años, dio el salto, no con miedo, pero sí con respeto, y comenzó un nuevo camino fuera de San Genaro. No ha parado desde entonces. Primero llegó Inés del alma mía, “el mayor reto al que me he enfrentado”, y luego Alba , una de las grandes apuestas de ficción de Antena 3 para la próxima temporada, que ya se puede disfrutar en ATRESplayer Premium. Un papel difícil al que se ha enfrentado con una gran responsabilidad: “Sin ser una serie que pretenda vender consignas morales ni sacar ninguna bandera ni eslogan, la historia que cuenta la podríamos ver cualquier día en los telediarios. Lo que quizá no pensemos es que esas víctimas pueden ser tu hermana, tu hija, tu novia, tu prima, tu amiga… Y, para mí, meterse en la piel de este personaje y contar una historia así supuso una gran responsabilidad”.
Llegará también para Elena, aún sin fecha, Los hijos de la tierra, y suma y sigue. Hablamos con la actriz, que se considera tenaz, adora Madrid —aunque “la tierra tira, claro”—, se ha convertido en más de una ocasión en maquilladora oficial de la familia de lo bien que se le da y disfruta de los fines de semana viajando (cuando se puede) junto a David, su pareja desde hace una década.
—Llegaste a Cuéntame siendo una niña de trece años y te fuiste con veintiséis, media vida... ¿Te dio pena dejar la serie?
—Me dio una pena terrible… pero más pena me hubiera dado ver que Karina no tuviera el final que merecía. No quería mirar atrás dentro de diez o veinte años y decirme: “¿Por qué no le pusimos el final a Karina cuando había que ponérselo, cuando estaba muy arriba?”. Para mí —y creo que para los fans de la serie— el episodio final de Carlos y Karina fue precioso, emotivo y un broche inmejorable a la relación de estos dos personajes y a su paso por la serie. Claro que me dio pena, pero me llevé el buen sabor de hacer las cosas como se tenían que hacer. Es algo que procuro siempre en mi vida, hacer las cosas bien, como tocan.
“Karina me ha dado mucho no solo en lo profesional… es que ¡me dio incluso a mi novio! Porque nos conocimos cuando él me entrevistó por mi trabajo en ‘Cuéntame’. Siempre irá conmigo”
—Y todo este tiempo no has parado, te has enfrentado a dos papeles dramáticos muy diferentes, pero ambos muy complicados
—La experiencia en Inés del alma mía fue inexplicable. Era mi primer proyecto fuera de España, suponía cruzar el charco e irme cuatro meses muy lejos de mi casa y de mi gente, así que eso ya era todo un reto. Era tener que aprender a montar a caballo, aprender a manejar la espada y luchar… Y era aprender a mirar con los ojos de un personaje histórico como fue Inés Suárez, una mujer española que conquistó Santiago de Chile. Este proyecto fue toda una experiencia profesional y personal.
—¿Y en Alba en qué radicó la dificultad?
—En Alba, la dificultad ha sido más psicológica. Recuerdo terminar este rodaje con unos cuantos kilos menos por el desgaste emocional que me supuso meterme en la piel de una mujer a la que le sucede algo tan terrible. Y ya no por el hecho en sí, como es el horror de sufrir una violación múltiple, sino el contar qué pasa después, qué ocurre en el día a día de las víctimas, en cómo intentan sobreponerse a ese suceso y el calvario que hay detrás.
—Alba trata un tema muy delicado, contando el antes y el después de una agresión grupal.
—No ha sido fácil interpretar algo así siendo mujer. Alba ha sido un viaje desgarrador. La historia de Alba es tan dura y tiene una connotación tan cruda con la realidad actual que te deja un poso de vacío en el interior. Pero también me ha dejado una gran satisfacción al ver el mensaje tan importante que subyace en Alba.
—¿Cuál crees que es el punto fuerte de la serie, el que hace que el espectador quiera seguir viendo cada capítulo?
—La serie tiene una historia muy poderosa. Como espectador, tú sabes quién ha violado a Alba, pero ves cómo los autores intentan escapar haciendo uso del poder de su familia. Además, son amigos del novio de Alba, que también se ve salpicado y eso afecta mucho a su relación. Alba lucha por saber quién le hizo eso y por lograr justicia y en ese camino el espectador vivirá giros increíbles de guion. La serie tiene mucho ritmo y, al estar rodada en la costa, es muy visual: playas, paseos marítimos, barcos…
“Me decanté por estudiar Magisterio Infantil mientras estaba siempre entre grabaciones y giras de teatro. No ha sido fácil, pero, poniéndole empeño y organización, pude terminar en el confinamiento”
—¿Cómo es tu relación con Ricardo Gómez después de tantos años de “amor”… en la ficción? ¿Os tenéis también “amor” en la vida real?
—¡La llama de nuestro amor sigue viva! Jajaja... Es un amor de amigos, de grandes compañeros. Sentimos una conexión muy especial, nos entendemos muy bien dentro de un rodaje y nos comprendemos muy bien fuera de él. Yo lo quiero mucho, intento apoyarlo en cada proyecto, compartimos confidencias… y cuando quedamos me divierto mucho porque es un chico que te gana y con un humor muy fino. Es muy inteligente y tremendamente profesional.
—Has estudiado Magisterio Infantil, ¿te ves ejerciendo de profesora?
—Al empezar en esto desde tan niña, en casa siempre me han puesto como condición que los estudios fueran por delante, por lo menos hasta que cumpliese la mayoría de edad. Los niños siempre me han encantado y ya jugaba a hacer de maestra en mi habitación, con mis muñecos, que eran mis alumnos… Así que me decanté por estudiar Magisterio Infantil mientras estaba siempre entre grabaciones y giras de teatro. No ha sido fácil, pero, poniéndole empeño y organización, pude terminar la carrera en pleno confinamiento. Ahora mismo no me veo ejerciendo como maestra, pero sí diré que cuando hice las prácticas me sentí muy a gusto también en el aula, aunque mi prioridad siempre será la interpretación.
—¿El amor te trata bien?
—No juego a la lotería… ¡imagínate! Jajaja... En ese aspecto estoy genial. Ahora justo hace diez años que empecé con mi novio, David. Llevamos bastantes años viviendo juntos y ya compartimos hasta hipoteca, que parece el mayor símbolo de unión hoy en día… Vamos quemando etapas y la cosa está muy consolidada.
“Mi ideal de vestido es el que llevaba Julia Roberts en ‘Pretty Woman’, marrón de lunares blanco. ¡Todavía lo sigo buscando!”
—¿Qué admiras de tu pareja?
—De David no sabría qué destacar… Somos muy diferentes, pero tenemos una misma manera de ver la vida y unos mismos valores. Somos muy independientes, nos respetamos nuestro espacio y nos complementamos bien. Él es una persona muy profesional en su trabajo y, en lo personal, muy leal a su gente y muy íntegra. Le he visto hacer grandes sacrificios solo por mantener su palabra o por lealtad. Supongo que en esto también he tenido suerte… o he elegido bien, jajaja…
—¿Qué encontraríamos de más en tu armario? ¿Hay algo que te vuelva loca y no puedas resistirte?
—En mi armario hay muuuucha ropa, jajaja... Sobre todo, ropa que me hace sentir cómoda. Vestidos hasta los tobillos de estilo casual puedo tener de todo tipo: lisos, de lunares, de cuadros, con estampados… Para verano son los más cómodos y para primavera y otoño son ideales con unas botas y con una cazadora o abrigo largo. Mi ideal de vestido es el que llevaba Julia Roberts en Pretty Woman, marrón de lunares blanco. ¡¡¡Todavía lo sigo buscando!!!
“En los últimos diez o doce meses, he tenido la suerte de estrenar dos series como protagonista (‘Inés del alma mía’ y ‘Alba’) y grabar otra más, ‘Los herederos de la tierra’”, junto a Yon González”
—¿Cuál es tu pasatiempo favorito?
—Estoy siempre con un ojo en las redes sociales… No soy muy activa, pero sí cotilleo, jajaja... Y confieso que me gusta mucho la televisión, desde ver series o películas hasta ver concursos. Me encanta estar en el sofá viendo Pasapalabra, por ejemplo.
—¿Tus planes para los próximos meses?
—Quiero sacarme el carnet de conducir. Nunca lo he intentado, pero ahora estoy mentalizada. Hay algún proyecto nuevo a punto de ver la luz, espero que pueda salir todo bien y, sobre todo, deseo que vayamos venciendo esta pandemia y podamos ir recuperando la normalidad en nuestras vidas.