A golpe de likes, Carla Hinojosa se ha hecho un hueco como una de las prescriptoras de tendencias de las redes sociales de nuestro país. Su pasión por la moda la heredó de su madre y tuvo claro desde pequeña que quería que ese fuera su mundo, por eso enfocó sus estudios, su carrera y sus primeros pasos profesionales hacia su sueño. Decidida, valiente y con las ideas muy claras, su personalidad se refleja en su estilo, aunque no le gusta encasillarse en uno determinado. A ella le gusta apostar por prendas de calidad y poner luego a cada uno de sus looks su punto, sobre todo, con el calzado, con el que le gusta arriesgar. “Comprarme un par de zapatos me hace feliz”, nos confiesa la influencer. Y es que, para ella, la moda es un juego que se ha convertido en un trabajo, donde su máxima es el “más es más”.
—¿Cómo comenzaste tu andadura en las redes?
—En dos mil doce me fui a vivir a Milán. Era mi cuarto año de la carrera e hice allí el Erasmus. Siempre quise tener un blog de moda, pero estudiar dos carreras, Periodismo y Publicidad y Relaciones Públicas, no me dejaba tiempo. Cuando me di cuenta de que, al subir una foto a Instagram, la gente me preguntaba por mis looks, decidí enfocarlo a modo de blog. Luego me fui otro año a Londres y cada día subía tres fotos del mismo look… Era el inicio de todo, un buen momento y fui de las primeras.
“Heredé mi pasión por la moda de mi madre y mi tía. Valoran lo bien hecho, ven el esfuerzo que hay detrás de cada colección y desde que nací me lo han inculcado”
—Eres de Barcelona, pero ahora vives en Madrid, ¿qué es lo que más te gusta de la ciudad?
—Hace más de dos años que vivo en Madrid. No podría elegir una sola cosa que me guste de Madrid porque me gusta absolutamente todo. Vivo donde quiero vivir y jamás he sido tan feliz en un lugar, ni me he sentido tan en casa. Es una ciudad que recibe con los brazos abiertos.
—¿Qué significa la moda para ti?
—A mí comprarme un par de zapatos me hace feliz. Ir a un desfile durante la Milan Fashion Week me emociona. Ver a mi madre haciendo la selección de prendas de una marca para la temporada del año siguiente me enseña. Me he criado en Brillant, la firma familiar, y jamás me he visto fuera del mundo de la moda. Estudié Comunicación para ser editora de una revista y con Instagram logré tener mi propio canal de comunicación.
—¿De quién has heredado esta pasión?
—De mi madre y mi tía. Ellas son las que sienten realmente pasión por la moda. Valoran lo bien hecho, ven el esfuerzo que hay detrás de cada colección y desde que nací me lo han inculcado. Me he criado con el dicho de “mejor uno bueno que diez malos” y así ha sido siempre.
—¿Te gusta arriesgar con tus looks?
—Sí, la moda es divertida y me gusta eso. Llevar un traje chaqueta negro y, de pronto, unos zapatos de plumas me divierte y, sobre todo, me diferencia. Me aburre lo clásico, aunque es cierto que unos buenos básicos son fundamentales, pero les doy un toque. El menos es más funciona siempre, lo complicado es saber llevar el más es más y defenderlo.
“Me aburre lo clásico, aunque es cierto que unos buenos básicos son fundamentales, pero siempre les doy un toque. El menos es más funciona siempre, lo complicado es saber llevar el más es más y defenderlo”
—¿Cómo definirías tu estilo?
—Con los años me he vuelto más clásica y cada vez me veo más como mi madre, aunque me siento tan joven todavía que siempre acabo con un toque actual y extremado. Nunca me he visto encasillada en un estilo, pero mis seguidores siempre comentan que es más bien elegante y sofisticado. No lo sé, quizás unos buenos jeans , una buena blazer y unos zapatos cañeros es lo que más me identificaría. Y, por supuesto, siempre mis collares.
—¿Has sido víctima de duras críticas en las redes sociales?
—Creo que el no exponer mi vida privada hace que me ahorre esa parte negativa de ser creadora de contenido. Hace años, al dejarlo con mi expareja, sí que me afectó mucho lo que se decía. Lo pasé muy mal. Mi padre me dijo: “Si te afecta que se metan con tu vida, no la expongas, que no sepan y no podrán meterse con ella”. Dicho y hecho. El haber diferenciado lo profesional de lo personal me ha dado paz mental y no creo que cambie.
—De todas las personas que has conocido por tu trabajo, ¿quién te ha impresionado más?
—Sin duda, Carmen Lomana. La he admirado siempre y siempre me he sentido muy identificada. La veía en entrevistas en televisión y la entendía tanto… Siempre me han hecho la vida imposible en el colegio por ser ‘pija’, tanto alumnos como profesores. Luego, cuando te conocen, te dicen: “Jamás hubiese dicho que eras así”, pero es que no todo el mundo es capaz de conocer antes de juzgar. Con ella pasa esto y luego la conoces y es maravillosa. Llegué a Madrid y me cuidó como una madre.