No hay duda. La camisa blanca tiene el poder de combinar con todo, incluso, con un body o traje de baño, convirtiéndose así en la gran aliada de nuestro armario. De tamaño oversize, en clave esmoquin o de inspiración caftán, es la pieza infalible para llevar los 365 días del año, derrochando sencillez, sensualidad y cierto aire salvaje.
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La modelo, con body de manga larga estilo sporty, de Matteau; camisa oversize anudada, de Anine Bing; pendientes y pulsera, de Orfebreria, y botas negras vintage.
Junto a estas líneas, la modelo lleva camisa con mangas abullonadas, de Clea Studio; braguita alta con volantes, de Sandro Paris, y pendientes, de Orfebreria.
Dúo infalible: el clasicismo de la blusa y la sensualidad del traje de baño con aberturas demuestran el gran poder de una buena combinación de básicos.
El equilibrio entre la elegancia de la camisa blanca y la sensualidad del las aberturas del bañador forma el look de playa más chic. En esta imagen, la modelo, con traje de baño con tiras y braguita alta, de Matteau, y vestido camisero, de Carolina Herrera, y joyas de Orfebreria.
Toma nota de este truco de estilismo: olvídate del clásico vestido de playa y opta por una camisa masculina para un look impecable y muy cool.
Los escotes asimétricos añaden un toque chic y elegante a piezas básicas y favorecen a todo tipo de siluetas. Junto a estas líneas, la modelo con traje de baño modelo Olimpia, de Alex Rivière Studio, y camisa oversize, de Arena Martínez en ES Fascinante.
Las camisas de inspiración esmoquin van directas a los armarios de las mujeres más sofisticadas. añade un twist escogiendo una con largo asimétrico y llevándola a modo de vestido.
La versatilidad de la camisa blanca nos permite llevarla tanto en forma de túnica como en modo minivestido. La modelo con camisa oversize asimétrica, de Dior.