Silvia Tcherassi lleva más de 20 años dedicada al mundo de la moda. Una trayectoria que la ha llevado a crear una firma con personalidad en la que las prendas llenas de elegancia, con cortes estructurados y colores vivos se han convertido su seña de identidad. Y conquistan a mujeres tan conocidas como Rania de Jordania, Olympia de Grecia, Máxima de Holanda, Tamara Falcó, Dua Lipa o Karlie Kloss. Pero al historia de Silvia no sería lo mismo sin Vera (su madre) y Sofía (su hija). Cada una tiene su propio estilo y hablan de moda a partir de sus vivencias personales. Tenerlas a las tres en una misma charla, madre, hija y abuela, es un verdadero honor. Ellas son ‘Las Tcherassi’.
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—¿Cómo definís el estilo de cada una?
—Silvia Tcherassi: Mi estilo es definitivamente lo que llaman casual chic. Siempre he pensado que la elegancia tiene que ser alejada de pretensiones y excesos. Como diseñadora, he tratado siempre de aplicar ese concepto y es lo que llamo elegancia sin esfuerzo.
—Vera Tcherassi: Desde hace ya varios años he adoptado un estilo que yo llamaría atemporal, y más que un estilo, es mi concepto de vida: me siento atemporal, sin el calendario en la mente.
—Sofía Espinosa Tcherassi: En mi caso, mi estilo es ecléctico.
—¿Cómo ha trascendido la pasión de la moda en cada generación?
—S. T.: La moda forma parte de cada una de nosotras, todas nacimos con ese interés y cada una, de acuerdo con sus vivencias, le aporta su toque personal. Todo esto produce una visión única que no se parece a ninguna otra, porque precisamente está basada en nuestras experiencias, en lo que somos.
—V. T.: En cuanto a Silvia, le vi su pasión por la moda desde muy pequeña, como algo innato y muy definido. Jugaba a vestirse con mi ropa. Antes de irse para las fiestas, sus amigas venían donde ella a buscar lo que ellas llamaban “los trucos Tcherassi”. Lo de Sofi ha sido más previsible, ya que ella nació en este mundo y aprendió desde pequeña a elegir su ropa con gusto acertado. Esto le ha dado la seguridad y la libertad que se necesitan para tener hoy un estilo ecléctico.
—S. E. T.: Yo nací en este mundo, literalmente: dos semanas antes de nacer, mi madre subió a una pasarela conmigo y ganó un premio. Desde pequeña la he acompañado y así me familiaricé con todo el proceso, desde el diseño de las telas hasta en cómo atender a nuestras clientes en el atelier. Nunca olvidaré cuando cumplí seis años y me organizó un desfile al que invitó a todas mis amigas a participar en una pasarela con luces, maquilladores y todo el montaje que tiene un desfile de verdad.
“Cuando veo todo lo que hemos logrado me acuerdo de la Silvia soñadora, pero con los pies bien puestos sobre la tierra, que quería que su marca fuera relevante y tuviera reconocimiento internacional”
—¿Cuál es el diseñador favorito de cada una?
—S. T.: Admiro a muchos diseñadores por diferentes razones. Me identifico con la estética de Daniel Lee y Phoebe Philo. Miuccia Prada es simplemente genial. Armani demostró el potencial de una marca. Alber Elbaz hace moda con personalidad y con corazón. Ghesquière, Van Noten y Anderson son verdaderos artistas. Y, por último, admiro el compromiso de Stella McCartney y Gabriela Hearst por una moda más sostenible.
—V. T.: Dries van Noten. Desde sus inicios ha sido fiel a su estilo, ha conservado su esencia sin distanciarse nunca de él, sin aburrir ni abrumar ni saturar. Su colorido, siluetas, desfiles son cada vez una reinvención de sí mismo.
—S. E. T.: En este momento es Gabriela Hearst. Me encanta su filosofía sobre la sostenibilidad. Trabajé con ella mi último año en Nueva York y admiro mucho sus diseños.
—¿Cómo empezó todo esto?
—S. T.: La oportunidad llegó de forma casual. Una invitación para darle rienda suelta a la imaginación y crear algo muy especial fue el punto de partida de esta aventura. Se trató de una prenda embellecida con apliques, lo que me permitió explorar el mundo de los tejidos, las texturas y los volúmenes.
—V. T.: La marca Silvia Tcherassi nació de un acto de reciclaje, con un retal de piel de serpiente curtido en Italia. Era color tabaco, Silvia lo aplicó sobre una blusa de lino irlandés color avena. Por ese liderazgo que siempre ha tenido, sus amigas apenas la vieron quisieron una… Lo demás es historia.
—S. E. T.: No estuve físicamente en los inicios de Silvia Tcherassi, pero sí he sido testigo de su ascendente y constante evolución. Pero sí he estado presente en varios inicios, en el 2001, cuando arrancó la etapa de expansión internacional desde los Estados Unidos y en el 2017, nuestra incursión en el mundo del wholesale, bajo nuestras propias reglas.
—¿Qué consejo ha pasado y se mantiene entre las tres?
—S. T.: El éxito es de los que trabajan, se esfuerzan y perseveran. Es para aquellos que no se quedan dormidos en los laureles y empiezan cada día con una ilusión y con ganas de ser cada vez mejores.
—V. T.: Hay que hacer las cosas bien. Y aquello de que el éxito exige muchos sacrificios es verdad, pero el más grande es que todos los días hay que sostenerlo.
—S. E. T.: Mi abuela siempre me ha dicho que el mundo es de los que se atreven.
—Cuando os reunís, ¿qué os gusta hacer? ¿De qué habláis?
—S. T.: En el último año hemos pasado más tiempo juntas que nunca y nuestras conversaciones pueden ir desde lo más trivial hasta lo más profundo. No solo compartimos la pasión por la moda, hay muchos otros temas que nos gustan y disfrutamos en familia.
—V. T.: Somos un trío divertido donde la diferencia de edades es irrelevante. Hablamos de todo sin traspasar fronteras, de lo que nos sucede, lo que nos preocupa, lo que vimos; hablamos de Dios, de la vida, del futuro, de las noticias… en fin, de lo que pueden hablar tres buenas amigas que se conocen y se quieren.
—S. E. T.: Desde muy pequeña, mi abuela me contaba cuentos y me introdujo en la lectura. Esa conversación se ha mantenido, nos encanta hablar del último libro que nos hemos leído. Con mi madre tengo conversaciones de madre y de amigas, nos contamos todo.