“El espíritu de Diana, sus palabras y sus actos siguen vivos en el corazón de tantísimas personas... Es un auténtico honor y privilegio incorporarme a esta obra maestra, que me ha tenido prendada desde el primer episodio”, expresaba Elizabeth Debicki en la página oficial de The Crown, la prestigiosa y laureada entrega de Netflix. Elizabeth, desconocida para algunos, conocida para otros por sus papeles en Tenet, el último filme del reconocido director Christopher Nolan; El gran Gatsby, o Guardianes de la Galaxia; dará vida a Lady Di en la recta final de la serie, la más controvertida de todas las ‘Dianas’.
Esta actriz australiana, nacida en Francia hace 30 años, es hija de bailarines profesionales y, aunque su camino parecía estar labrado, muy pronto se interesó por la interpretación. Su piel blanca de porcelana, su mirada penetrante y sus infinitas piernas (mide 1,90 metros de altura)... la convierten en la viva imagen de Diana y en la candidata perfecta para encarnar los años más difíciles, a la par que liberadores, de la princesa. Debicki, que vive en Los Ángeles, se caracteriza por ser una persona enigmática y celosa de su vida privada, y en eso también se parece un poco a Lady Di. Su estilo es exquisitamente francés y hace buena gala de sus orígenes. Suele caracterizarse por llevar diseños sofisticados, optando habitualmente por impecables vestidos o trajes de esencia masculina. En estos últimos años, la hemos visto deslumbrar tanto en la alfombra roja como fuera de ella, con elegantes mezclas de colores neutros o básicos como el total black, y concesiones al floral print. Su deslumbrante melena rubia suele estar peinada en un pulido corte bob , a temporadas garçon.
Pero, volviendo a su esperada caracterización, Elizabeth promete no dejarnos indiferentes a la hora de tomar el relevo a una flamante Emma Corrin. Esta última, quien asegura que su madre fue la viva imagen de Lady Di, bordó el papel de una ilusionada y jovencísima Diana durante la que fue su época más confusa y tortuosa: su fugaz noviazgo y primeros años de matrimonio. Corrin supo reflejar a la perfección aquella tremenda confusión que experimentó la princesa al encontrarse en un contexto palaciego desconocido, que en ocasiones le venía muy grande, a la par que generaba un interés desmedido en los medios, un factor sorpresa que le alejaba inexorablemente del príncipe Carlos... Su valiente interpretación, al igual que ocurriera en la vida real, fue creciendo en seguridad y fe en sí misma, dejándonos a todos con ganas de más, a pesar de ser conocedores de esta trágica historia.
Ahora le tocará a Elizabeth ahondar en la parte más difícil de este fascinante drama histórico: su divorcio e intento de independizarse de la Corona británica... Una etapa más madura y decidida en la que la princesa de Gales llegó a convertirse en defensora de causas humanitarias y a ofrecer su apoyo en materias de índole social, como visitar campos de minas y hospitales infantiles. Fue también durante esa época de ‘liberación’ cuando Diana forjó su gran amistad con personajes influyentes del mundo de la moda, como Mario Testino, o de la música, como Elton John. Pero la sombra de Diana es alargada, también en la gran pantalla. Y a esta interminable lista engrosada por nombres como Naomi Watts, Julie Cox, Serena Scott Thomas... y muchas más, se incorpora uno que nadie hubiera imaginado, el de Kristen Stewart. Y es que la camaleónica actriz es la enésima cara conocida en meterse en la piel de la princesa. Será en Spencer, el nuevo filme de Pablo Larraín, que rendirá homenaje a Lady Di en el 25 aniversario de su muerte, aún en pleno proceso de rodaje. Para ver a Elizabeth en la próxima entrega de The Crown también tendremos que esperar a 2022, pero, mientras tanto, seguiremos volviendo siempre a ella, la única Diana.