El nombre de Rachel Valdés ya sonaba en el mundo del arte, con gran eco, mucho antes de iniciar su romance con Alejandro Sanz. Además de su pintura, son famosas sus grandes instalaciones, en las que busca la ilusión óptica a través del uso del reflejo de los espejos. Una de ellas ocupó el mismísimo Times Square neoyorquino y supuso un punto de inflexión en su carrera. Hoy, nos recibe en su estudio de Madrid y nos muestra su universo de pequeñas -y grandes- cosas.
-¿En algún momento imaginaste dónde podrías llegar?
-Siempre he tenido sueños muy grandes, aunque nunca me he preocupado por llegar lejos. He llevado a cabo proyectos que me parecían lejanos, pero con esfuerzo, convicción y empeño constante, sin darte cuenta, descubres lugares insospechados.
-¿En qué estás trabajando ahora?
-Estoy desarrollando una serie de dibujos y acuarelas de gran formato y preparando proyectos instalativos para espacios públicos.
“Si no me hubiera dedicado al arte, creo que lo haría a la actuación, aunque nunca lo he hecho, pero siempre me ha fascinado la idea de interpretar otros personajes, debe ser muy divertido”
-Al enfrentarte a una nueva obra, ¿en qué te inspiras?
-Mi proceso creativo cambia en función del formato que escoja; por ejemplo, en el caso de las instalaciones, me inspiro en la naturaleza, en un determinado entorno; suelo visitar ese lugar, observarlo e imaginarme cómo sería la pieza para ese sitio . Luego, hago muchos bocetos y maquetas hasta conseguir la forma concreta. Me gusta construir un elemento u objeto, colocarlo dentro de ese ambiente y crear un diálogo entre el espacio, la obra y el espectador.
-¿Tienes alguna rutina que te guste seguir a la hora de trabajar?
-Al llegar al estudio por las mañanas, me suelo poner inciensos, me siento en silencio, me preparo un té o un café y comienzo a dibujar, a hacer pruebas de color y a experimentar con distintos materiales. Luego, pongo un poco de música cubana y sigo trabajando.
“Cada obra que hago tiene una carga emocional distinta e importante para mí, pero guardo con mucho cariño un autorretrato que hice cuando tenía 18 años, siempre lo voy a conservar”
-Tu instalación The Beginning of the End fue expuesta en Times Square, ¿cómo viviste ese momento?
-Fue un reto construir una pieza en ese lugar tan impactante visualmente y con tal dimensión. La arquitectura y el movimiento fueron factores fundamentales para mí a la hora de hacerla. Fue una experiencia superenriquecedora compartir mi trabajo con tantas personas y de tantas culturas. Verlas interactuar de una forma tan especial con la pieza fue lo mejor de esa experiencia.
-¿Tienes especial cariño a alguna obra?
-En realidad, cada obra que hago tiene una carga emocional distinta e importante para mí, pero guardo con mucho cariño un autorretrato que hice cuando tenía 18 años, siempre lo voy a conservar.
-Si tuvieras que quedarte con una disciplina, ¿cuál sería?
-Qué difícil. Desde mis inicios decidí trabajar con diferentes medios, la pintura para mí es un lenguaje íntimo, muy poderoso, pero también lo es la escultura o la instalación; honestamente, no sabría elegir.
-Trabajas con una paleta cada vez más definida. ¿Qué transmiten para ti esos colores?
-Tengo mucha tendencia hacia los colores fríos , las gamas de los azules, los violetas; me parecen colores místicos, aunque cada uno tiene sus características e intención. Digamos que estos tonos me ayudan a entrar en ese estado de introspección que busco muchas veces.
“Siempre he tenido sueños muy grandes, aunque nunca me he preocupado por llegar lejos. He llevado a cabo proyectos que me parecían lejanos, pero con esfuerzo, convicción y empeño constante descubres lugares insospechados”, nos cuenta la artista, que comparte su vida con Alejandro Sanz
-¿Sigues el trabajo de algún artista de cerca?
-Tengo muchos amigos y compañeros artistas, intento seguir sus trabajos. Creas como una especie de círculo, donde muchas veces se comparten ideas, pensamientos, incluso hasta dudas, lo cual es muy bueno para trabajar.
-¿Qué significa para ti el arte contemporáneo?
-Es una mezcla infinita de todos los métodos y movimientos que ha habido en la historia del arte . Definitivamente, me considero una artista contemporánea, es una terminología del arte que habla de un periodo histórico, en este caso, de la contemporaneidad, donde no existen los límites.
-¿En quién te apoyas cuando tienes que tomar una decisión importante?
-Muchas veces consulto con mi madre, pienso que es una mujer muy sabia. Y, a veces, me ayuda a esclarecer las ideas.
-¿Te planteas volver a Cuba en algún momento?
-La verdad es que nunca he dejado Cuba, ahí tengo gran parte de mi familia y amigos, y un estudio. Siempre voy a regresar a mi tierra. Me gusta España, es un país que lo tiene todo. No me he planteado vivir en otro sitio.
-Si no te hubieras dedicado al arte, ¿qué te hubiera gustado hacer?
-Creo que actuar, aunque nunca lo he hecho, pero siempre me ha fascinado la idea de interpretar otros personajes, debe ser muy divertido.
-¿Qué te gusta hacer cuando no estás trabajando?
-Disfruto mucho de la playa, creo que al ser del Caribe eso es algo que llevo conmigo. Deportes que tengan que ver con el mar, aunque también debo decir que me encanta esquiar.
“Me encanta la moda, forma parte de la identidad, transmite seguridad en uno mismo”
-¿Qué te trasmite la moda?
- Me encanta la moda , forma parte de la identidad, me transmite seguridad en uno mismo.
-¿Tu look perfecto para el día y para la noche?
-De día te diría que un vaquero y una camisa blanca de manga larga desahogada, y unos zapatos bajos y cómodos. Para la noche, me gustan los vestidos, preferentemente oscuros, algo de brillo, y unos tacones altos.