La hija de Carolina de Mónaco siempre ha demostrado su pasión por las letras. Ya conocíamos su interés por la Filosofía y todo lo que tenga que ver con el discurso de la razón y ahora, Carlota Casiraghi nos muestra su interés por la literatura e inaugura unas tertulias de lectura para la maison francesa. Un homenaje a Coco Chanel y a los encuentros literarios que la diseñadora solía organizar en los salones de Rue Cambon.
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Tan solo un mes después de conocerse que, siguiendo los pasos de su madre, Carlota es la nueva embajadora de la firma e imagen de la campaña primavera verano 2021, la royal inaugura este club de lectura llamado “Les Rendez-vous littéraires rue Cambon ( Los encuentros literarios en la calle Cambon)”. No se nos ocurre mejor equilibrio entre cultura y moda para la belleza de Mónaco.
La segunda hija de Carolina ya afirmó que creía haber nacido vestida de Chanel y ahora la maison le da la oportunidad de inaugurar esta tertulia. Un marco donde se invitará a escritoras y actrices para leer, discutir y compartir su perspectiva sobre su trabajo o el de figuras literarias históricas o contemporáneas que las han inspirado.
Por supuesto, la primera entrevistada fue la segunda hija de los Casiraghi junto a la escritora francesa Sarah Chiche. Un coloquio conducido por la historiadora literaria Fanny Arama donde la royal monegasca ha leído algunos extractos de la obra de Lou Andreas-Salomé, una escritora y pensadora rusa sobre cuyo trabajo ha debatido con la escritora francesa Sarah Chiche.
Y es aquí donde se perfecciona la ecuación entre Chanel y Carlota Casiraghi. Y es que ella descubrió a esta autora del siglo XIX gracias a su admirado y amigo Karl Lagerfeld. “Fue en un verano en Biarritz, cuando tenía diecisiete años cuando me habló de ella y me recomendó descubrir su obra. Al día siguiente cuando me levanté tenía un montón de libros de su obra”. Unas lecturas con las que la ‘princesa’ de Mónaco confiesa que sintió una gran sensación de libertad cuando las leía.
Sin duda, leer es una de sus pasiones tal y como confesó vestida con un traje blanco en tweed de la maison. “ Entrar en una librería es como entrar en una tienda de gominolas, quiero coger todos los libros que puedo” y añade que su relación con determinados es ‘complicada’ a veces, algunos se le resisten, los deja y los vuelve a coger pero en el fondo sabe que es porque le remueven algo donde todavía no quiere ahondar. Algo inherente a su alma filosófica y a sus ganas de cuestionarse todo. Sin duda, Carlota ha llegado a Chanel para quedarse y dejar huella.