Beatrice Brusco es la top model de la nueva generación. Su interpretación frente a la cámara hace que la prenda cobre vida. La suya es la “actitud” moderna que cada estilista y cada fotógrafo quiere hoy. Con veinticinco años y una belleza indiscutible, tiene en su portafolio campañas, editoriales, pasarelas de alta costura y prêt-à-porter, como la de Dolce & Gabbana primavera-verano 2021. Vive entre bosques, le encanta perderse en la Naturaleza, ha puesto su vida a favor de la ecosostenibilidad y, hablando de shopping, ama el que es consciente.
—Estás en la cresta de la ola.
—Todo cambió cuando empecé a trabajar para Dolce & Gabbana… Un shock para mí. Llevo dos años con ellos y trabajo en estricto contacto con Stefano y Domenico en la coordinación para desfiles de moda, campañas, redes sociales, joyería, gafas… De todo. Nunca seré la mujer mediterránea que aman, pero, en mi diversidad, siento que me quieren.
“No quiero que la mía sea solo la mirada penetrante: quiero transmitir todas las emociones. Me encanta alterar las reglas… Como un vestido elegante en versión ‘rock’”, nos confiesa la joven, de veinticinco años
—Precisamente, tu diversidad.
—Creo que la belleza juega un papel importante, pero si eres guapa y no bailas… Creo que la razón de mi éxito es mi personalidad, porque, cuando trabajo, disfruto. Me sumerjo en el personaje.
—¿Cómo interpretas lo que llevas? La tuya es la nueva actitud.
—Quiero dar vida al vestido. Ese es mi propósito: darle un alma.
—Te encanta ser atrevida.
—Sí, me corté el pelo porque me encanta atreverme, ser menos tradicional y más extrema. No quiero que la mía sea solo una mirada penetrante: quiero transmitir todas las emociones, alterar las reglas. Como un vestido elegante en versión rock, por ejemplo.
“La belleza juega un papel importante, pero creo que la razón de mi éxito es mi personalidad, porque, cuando trabajo, disfruto, me sumerjo en el personaje”
—¿Qué opinas de las redes sociales?
—No me gustan. Las trabajo porque son parte de la realidad de mi trabajo. No amo el mundo virtual.
—¿Cómo te ves en diez años?
—Espero terminar mis estudios de Derecho, pero mi vida cambia cada año y me siento aventurera; quiero transformarme en el fluir de mi vida.
—¿Cuál es tu sueño?
—Encontrar la serenidad y el equilibrio. Sueño con ser una persona feliz, capaz cada día de sacar lo bello incluso de lo feo. Explorar el mundo, conocer gente nueva, divertirme, viajar.
—Hoy, gana el look de día, ¿cómo es el tuyo?
—Jeans de los ochenta (estoy obsesionada con esa época) de talle alto, jerséis y sneakers muy coloridos, maquillajes extravagantes… Para mí no hay un estilo único.
—¿Quieres encontrar el gran amor?
—¡Por supuesto! Soy una romántica irreductible, necesito mucho cariño. Pero aún lo estoy esperando.