Es como una norma establecida, un compromiso no escrito, un protocolo que seguimos todos al pie de la letra: hay que cambiarse de ropa cada día y no repetir jamás un look en la misma semana. ¡Y menos en una fiesta! Prohibido repetir, es de mal gusto. ¿Por qué? ¿Quién dictó esta norma? ¿Por qué no podemos repetir prendas con las que nos sentimos seguras, guapas y fuertes? El fast fashion y el entorno consumista en el que nos movemos favorecen mensajes equivocados que recibimos desde niños: ante un estímulo, compra; te mereces una recompensa, compra... Hazte con algo nuevo y serás feliz. Hemos entrado en un bucle del que nos resistimos a salir. Adolfo Domínguez, una de nuestras firmas de moda más internacional, nos invita a reflexionar sobre el consumo desmedido y apela a nuestra conciencia con su nueva colección otoño-invierno 2020.
“Repite la ropa que te gusta, repite la ropa que te sienta bien”, ese es el nuevo mantra, “repite a pesar de todos los que dicen que no hay que repetir. Repite porque vestir más veces lo que mejor te queda es de sentido común” Adolfo Domínguez emite un mensaje directo, irrebatible, casi revolucionario y, sobre todo, liberador. En esta fase de nuestra vida en que todos buscamos prendas confortables (comfy para los amigos), ligeras, amables, que fluyan con nosotros y nuestros movimientos, que nos apoyen en situaciones inciertas, hay que saber reconocer la sabiduría de ‘ser más viejo’. Absolutamente. Reutilizar prendas es la mejor manera de afianzar un verdadero estilo propio.
El fast fashion nos ha convencido de que tener más y más variado, aunque de menos calidad, es mejor que tener poco y bueno. Pues hay que renovar conceptos, costumbres e inercias. Porque aquí lo importante ya no es cambiar de look, sino sentirnos a gusto con lo que llevamos puesto. Bien pensado, las ventajas son enormes, porque la compra volverá a convertirse en un acto meditado plenamente (¿tengo ya algo parecido? ¿me combina bien con lo que tengo en este tono?), una acto ilusionante y comprometido, porque comprando menos y mejor ahorramos más desperdicios al planeta. Piensa en ese abrigo de lana y cashmere que permanece desde hace años a tu lado. No te has desprendido de él porque es de buena calidad, está bien conservado, ha vivido grandes momentos contigo y es como un fiel compañero. Cultivemos esta nueva filosofía.
La moda es un bien valioso que consume grandes recursos en su producción, por ejemplo, se pierden muchos metros de tela en el proceso de corte y patronaje, así que no convirtamos nuestros armarios en basureros textiles que cada temporada generan kilos y kilos de prendas convertidas en objetos desechables solo porque han pasado de moda a las dos semanas de salir de la tienda. También es por tanto una cuestión ética. La idea es vestirse con cabeza y sentido común, con prendas con cortes sinceros, naturales, que hablen de nosotras y siempre con texturas, caídas y materiales ecológicos y de alta calidad, que perduren en el tiempo, que acaben formando parte de nosotros. Vistámonos con cabeza y pensemos en nuestro entorno. Adolfo Domínguez, una de nuestras firmas de moda más internacional, nos invita a reflexionar sobre el consumo desmedido y apela a nuestra conciencia con su nueva colección otoño-invierno 2020.