Entre todas las novedades que hacen acto de presencia durante Fashion Week Madrid, hay un momento destacado de la semana de la moda en el que la mirada hacia el futuro se convierte en protagonista. Hablamos del certamen Samsung EGO Innovation Project, que celebra su 14ª edición premiando la innovación en el sector. En esta ocasión ha sido Paula Alegría quien se ha erigido como ganadora con su proyecto Arquitectura de lo vivo y lo no vivo recibiendo no solo el reconocimiento o la oportunidad de abrir la última jornada de desfiles, también los 100.000 euros con los que podrá seguir desarrollando su trabajo. Y es que, como el propio nombre de su propuesta indica, su colección fusiona la materia orgánica -mediante una confección artesanal que emplea técnicas biosintéticas- con la inorgánica en una mezcla de tecnología y naturaleza.
El proceso, largo como la propia diseñadora admite a HOLA.com, dio comienzo cuando todavía estaba estudiando. "Este desfile nace de mi proyecto de fin de carrera en que desarrollaba un ecosistema en una cantera que había sido explotada y había quedado inutilizada. Durante todo el proyecto recopilé mucha información relacionada con el arte, la escultura, la arquitectura e incluso la música. Toda esta inspiración y duro trabajo ha sido volcado en este proyecto de moda, intentando conservar la esencia y trasladando el ecosistema de la cantera a una ciudad regenerada a través de la moda", declara Paula Alegría.
Los dos mundos que confluyen en su obra -el natural y el artificial- se convierten en las dos caras de la misma moneda hoy en día. "A priori tecnología y naturaleza pueden parecer conceptos opuestos. Sin embargo, el valor del proyecto radica en esta relación indispensable que se establece entre estos dos elementos. La naturaleza forma parte de todos y nos mantiene vivos tanto a nosotros como al medio que nos rodea. La tecnología se ha convertido en un wearable indispensable y es por ello que tiene mucho sentido intentar encontrar estrategias que relacionen a ambas y vías para un trabajo colaborativo entre ellas. Renunciar a alguno de estos dos elementos, en este momento, sería un gran error", afirma la diseñadora.
Para Paula, convertirse en la ganadora de este año no es la línea de llegada, mas bien el estímulo de un nuevo punto de partida. "Ganar el concurso ha supuesto para mí un cambio muy grande y una puerta abierta hacia nuevos proyectos en el mundo de la moda y la arquitectura. Más que una meta, este proyecto está suponiendo un impulso. Me alegra saber que una empresa como Samsung ponga en valor un proyecto que ensalce la naturaleza y la artesanía que, unida con su tecnología, resulta una mezcla muy prometedora para nuestro futuro", dice la diseñadora.