Fue una de las estrellas que decidió saltarse el ‘dress code’ de temática religiosa que marcó la reciente Gala MET, pero Scarlett Johansson tenía un buen motivo para hacerlo. La actriz no quiso engalanarse cual santa o beata, como hicieran otras protagonistas de la cita, para enfundarse en uno de los románticos vestidos de Marchesa, firma fundada por la ex mujer de Harvey Weinstein, Georgina Chapman, y su socia, Keren Craig. Una marca que había tenido mucha aceptación entre las ‘celebs’ en el pasado pero que, desde que saltara el escándalo sexual del productor hace unos meses, había sufrido un boicot que se hizo constatar en la pasada edición de los Oscar, cuando ninguna invitada se atrevió a vestirla.
Algo que sí ha querido hacer la intérprete de Los Vengadores, convirtiéndose en la primera en hacerlo desde entonces y demostrando su apoyo a la diseñadora para devolverla a la primera línea de la actualidad tras el vacío sufrido. "Llevé Marchesa porque su ropa hace que las mujeres se sientan seguras y hermosas. Es un placer para mí apoyar una marca fundada por dos creadoras femeninas increíblemente talentosas e importantes", afirmó Johansson a través de un comunicado publicado por la revista Variety, en el que evita mencionar a Weinstein, con quien trabajó en la película Vicky Cristina Barcelona, dirigida por Woody Allen, en 2008.
Los representantes de la artista revelaron al medio que fue ella misma quien se puso en contacto con el sello creado en 2004 para que le confeccionara un exclusivo diseño hecho a medida. Se trataba de un bonito vestido drapeado de organza de seda, en color burdeos degradado, escote ‘off the shoulders’ y decorado con aplicaciones de flores tridimensionales y detalles de plumas. Una delicada creación que se adaptaba a la perfección a la curvilínea silueta de Scarlett.
Un gesto que desde Marchesa han querido agradecer, tal y como señaló un portavoz de la firma a la publicación norteamericana: “Nos sentimos realmente honrados de que nos haya elegido para un evento tan importante. Es una actriz con mucho talento que, además, tiene un estilo y una presencia increíbles. Fue maravilloso trabajar de cerca con ella para crear este modelo personalizado”. Unas palabras que también han llegado a las redes sociales de la firma, donde han publicado varias imágenes del proceso de creación del vestido, así como de la propia estrella luciéndolo orgullosa a su llegada a la gala.
Asimismo, se trata de una particular iniciativa a través de la cual, la ex de Ryan Reynolds ha puesto aún más de relieve su activismo en el terreno feminista, siendo uno de los rostros más representativos de los movimientos Time's Up y Me Too, ambos en contra de la discriminación y el acoso hacia las mujeres en la industria de Hollywood.