El desfile de Louis Vuitton celebrado ayer en París ha dado para mucho más de lo previsto. Por una parte, el diseñador Kim Jones se despedía al frente de la dirección creativa de la división masculina de la firma con su colección Otoño/Invierno 2018-2019. Por otra, Kate Moss y Naomi Campbell se reencontraban sobre la pasarela (¡Sí, Moss ha vuelto a desfilar!). Y por última, la presencia de la familia más cool del front row parisino: los Beckham. Victoria, David y Brooklyn acaparaban todos los flashes en lo que podría ser un duelo de estilo Beckham en toda regla. La verdad es que estamos más que acostumbrados al estilo impecable del ex futbolista, así como de los looks híper-estudiados de su mujer (como no, Victoria Beckham vestida de sí misma), pero en esta ocasión el primogénito de la familia no se quedó atrás y demostró ser digno hijo de padres fashion.
Mientras David Beckham se enfundaba un abrigo caqui, combinado con un jersey de punto y un pantalón en azul marino, así como unas impolutas deportivas blancas; su hijo se atrevía con un look mucho más audaz y juvenil. Brooklyn apostaba por un abrigo en color gris oscuro que no dudó actualizar conjugándolo con una camisa roja con estampado en blanco de estilo hawaiano, de Louis Vuitton. Además la combinaba con unos pantalones pitillo (incluido el llavero colgando de la cinturilla, una constante en sus looks), calcetines a la vista y botines en color negro. ¡Buena elección, Brooklyn!
Lo cierto es que la presencia del primogénito de los Beckham pudo deberse a varios motivos, entre ellos el hecho de estar en plena promoción de su libro fotográfico What I See junto a la firma Bench. De hecho, tras su paso por Londres para compartir tiempo con su chica, Chloë Moretz, Brooklyn viajaba a Manila para cumplir con sus compromisos profesionales. Sin duda, el joven de 18 años busca abrirse camino y hacerse un nombre en solitario, ¿la sombra de sus padres será demasiado alargada como para conseguirlo?