El desfile de Victoria’s Secret de este año ha sido, sin duda, el que más titulares ha generado hasta la fecha. Los problemas con el visado de algunas de las modelos como Gigi Hadid, así como el de Katy Perry (artista escogida en un principio para poner música al show), la ausencia de Kendall Jenner por su contrato exclusivo con La Perla y la aparatosa caída de la top china Ming Xi convertida en viral son algunos de los más reseñables, pero, más allá de estos sinsabores, lo que realmente ha captado la atención del público ha sido la inesperada pero muy deseada unión de Balmain y V&S en una colección perfecta que ha superado con creces las expectativas y no ha dejado indiferente a nadie.
Olivier Rousteing, director creativo de la firma y amigo de la mayoría de los ángeles preparó, con gran esmero, una línea muy especial para el debut de este mediático desfile en suelo asiático, creando una gran expectación entre seguidores de ambas marcas, en general, y de los adictos a la moda en particular.
En una colección marcada por la influencia punk de los 70, llena de cuero, tachuelas, brillantes y negro, mucho negro, el diseñador francés puso el broche de oro a la cita más esperada del año de la moda lencera con una línea que gritaba rebeldía y sensualidad a partes iguales y que rompió con la estética romántica y dulce habitual de la firma. Minifaldas, botas customizadas, chokers metálicos y chaquetas llenas de tachuelas completaban los outfits del joven modisto.
Entre las afortunadas que lucieron los diseños de la casa francesa encontramos a las tops con la categoría más importante, aquellas que además realizan campañas para la firma el resto del año y que se han ganado sus alas de ángel a pulso: Adriana Lima, Alessandra Ambrosio, Lily Aldridge, Sara Sampaio, Martha Hunt y Josephine Skriver, entre otras. Junto a ellas, pudimos ver a Karlie Kloss, quien regresaba al desfile de lencería como invitada dos años después de colgar sus alas. Pero el honor no fue solo de las más veteranas sino que otras tops como María Borges o Devon Windsor también pudieron mostrar con estos diseños su punto más rebelde sobre el espectacular escenario de Shangái.
Pero si hay una de estas impresionantes mujeres que llamó la atención por encima del resto esa fue Jasmine Tookes. En 2016 fue la escogida para lucir el carísimo Fantasy Bra y en esta edición se ha convertido en la protagonista, con permiso de Lais Ribeiro (portadora del Fantasy Bra valorado en 2 millones de dólares) al representar el verdadero espíritu punk con unas originales y hermosas alas hechas con imperdibles, una camiseta customizada y graffiteada bajo un bustier plateado y negro, shorts decorados con tachuelas y botas altas.
Aunque Victoria’s Secret ya ha colaborado anteriormente con otras firmas ninguna ha sido tan especial como esta ya que es la primera vez que incluye una colección limitada de venta al público, línea destinada a captar la atención de los Millennials con precios asequibles y diseños vanguardista, y es que si por algo se caracteriza la firma francesa es por el empeño de su director creativo en que toda mujer tenga acceso a sus creaciones. Lo cierto es que nos preguntamos por qué no ha sucedido antes esta perfecta unión que ya ha colgado el sold out en la mayoría de prendas.