A mediados de octubre, Katie Holmes volvía a rendirse al pixie que durante tantos años acompañó a la actriz. Un corte de pelo muy favorecedor que acentúa sus rasgos faciales, le da un toque mucho más cañero a su imagen y nos remonta diez años atrás de manera inevitable. Un cambio radical al que la exmujer de Tom Cruise ha querido llevar ahora un punto más lejos, peinándolo hacia atrás con gomina.
Este lunes, la intérprete acudía a la fiesta navideña de Hearst 100 celebrada en la Gran Manzana. Allí, Holmes coincidió con numerosas personalidades del cine y de la música, como Sarah Jessica Parker, Jenna Coleman o Jessica Rae (hija de Bruce Springsteen). La actriz de Dawson crece escogió para el evento un look muy llamativo que se aleja de los tradicionales y alegres vestidos que suele lucir.
Katie era una mezcla de Olivia Newton John (Sandy) y Stockard Channing (Rizzo) en Grease. Con unos pantalones pitillo de color negro, unos stilettos y un llamativo top de piel del mismo tono, la intérprete consiguió una imagen con la que parecía una auténtica ‘rock star’.
Para romper con la monocromía de su ‘total black’, la actriz apostó por un pequeño bolso en tono burdeos, a juego con el gloss de un suave color cereza con el que pintó sus labios, y por una de las prendas de moda de esta temporada, el clásico abrigo camel, que lució por encima de sus hombros y con el que consiguió rematar un look de 10.
Ni pendientes, ni collares, ni ningún otro tipo de complemento; a Katie no le hizo falta accesorio alguno para brillar en Nueva York. Su look derrochaba personalidad, sin embargo, si hubo una pieza que realmente destacó por encima del resto, sin duda, fue el top de cuero que lució.
La pieza está firmada por Ralph Lauren y es, en realidad, una chaqueta. Se trata del modelo Maxine Nappa y su precio casi roza los 3.000 dólares (2.990 dólares, unos 2.500 euros). Cruzada, con escote en forma de pico, hombros descubiertos, la prenda se ceñía a la cintura de la actriz, para más tarde abrirse con una delicada silueta evasé a altura de la cadera. Una exclusiva pieza que está disponible en muy pocas tallas en la tienda online de la firma americana, y que amenaza con agotar existencias tras haberla lucido la actriz.