¿Cuál dirías tú que es hoy en día el ideal de belleza masculina?
Repasamos la evolución del concepto de belleza masculina en el mundo de la moda desde los galanes del cine western como Clint Eastwood hasta la aparición de la generación de 'hijos de' como Lennon Gallagher
Al igual que en el mundo de la moda las tendencias se reciclan, avanzan y resurgen, los cánones de belleza que dictan cuál es el prototipo de hombre ideal, el homólogo de las clásicas medidas femeninas 90-60-90, han ido evolucionando de forma sorprendente a lo largo de estos años. Si en la década de los años 50-60 no había más modelos encargados de marcar los códigos de estilo a seguir que los apuestos galanes del cine en general y el western en particular, como Clint Eastwood, unos años después, en los 90, asistiríamos a la revolución de la moda masculina con la llegada a anuncios y pasarelas de lo que hoy conocemos como metrosexuales, es decir, hombres fibrados, definidos, sin un solo pelo en el pecho y con una sonrisa propia de un anuncio de dentífricos, prototipos que se convirtieron más que en creadores de estilo en verdaderos objetos de deseo. Y ello sin olvidarnos de su versión 'senior', los retrosexuales.
Con el paso de los años esta figura se mantuvo, pero el campo se hizo más amplio acogiendo a cuerpos menos hinchados y artificiales centrados en otro tipo de encantos como son una mirada profunda, una sonrisa perfecta y un toque seductor, características que encarna a la perfección David Gandy quien, además, luce como nadie el traje de sastre.
Es en este momento, allá por el año 2000, cuando comienzan a aparecer en escena los primeros modelos españoles que triunfan más allá de nuestras fronteras, posicionándonos en el mapa con dos figuras clave en la industria como son Jon Kortajarena y Andrés Velencoso, dos bellezas totalmente diferentes pero que acaparan focos por igual.
Si en los últimos años hemos asistido a la revolución de los cánones de belleza femenina, dando espacio a tops que salen de los parámetros establecidos como perfectos (medidas 90-60-90, jóvenes y de piel perfecta) con grandes abanderadas como Ashley Graham, modelo curvy, Winnie Harlow, top con vitíligo o Carmen Dell’Orefice, modelo a sus 86 años, en el terreno masculino los límites están más marcados y, aunque Shaun Ross, modelo albino, ha sabido abrirse camino en la industria de la moda, es más complicado ver hombres realmente diferentes.
Sí, cierto es que los modelos musculosos han quedado atrás para dar paso a una nueva remesa de adolescentes con silueta ultraskinny que conquistan las pasarelas con miradas vacías y un lento caminar y en el que también hay cabida para lo andrógino, estilo que difumina las líneas de género, pero todavía queda mucho camino por recorrer.
Actualmente, nos encontramos en una época en la que likes, seguidores y comentarios conforman el barómetro que mide quiénes triunfan y quiénes quedan totalmente descartados en esta complicada industria. Los influencers ocupan así este mercado, en el que ya no es tan importante el físico sino que entran en juego múltiples factores. Además, hacen aparición los denominados “hijos de”, jóvenes revelaciones que se lanzan a los brazos de esta complicada profesión gracias al empuje de padres modelos, actores o músicos, ejemplos que encarnan a la perfección Presley Gerber, Lennon Gallagher o Jaden Smith, entre otros. Viejas glorias y jóvenes promesas conviven en una sociedad que está en constante cambio y en la que cada vez es más difícil vaticinar qué pautas establecerán los próximos referentes.