Con unos exóticos rasgos, Zendaya Coleman nos ha demostrado que algunas reglas están para romperlas y que los estereotipos están pasados de moda. Defendiendo siempre sus raíces y haciendo caso omiso a las fuertes criticas, esta artista ha ido forjando, a lo largo de estos años, una estilo muy personal que siempre ha defendido a capa y espada. Así cuando en 2015 decidió romper moldes acudiendo a la gala de los Oscars con rastas todos supimos que se convertiría en un modelo a seguir para millones de personas. Cansada de aquellos que consideran los cabellos y peinados afroamericanos como algo asociado a diferentes hábitos insanos, esta actriz dio toda una lección al mundo defendiendo su estilo públicamente. Pero ella no es la única artista que nos ha hecho ver que las cosas están cambiando y que la belleza es mucho más que unas medidas perfectas, una larga y rubia melena y una piel de porcelana.
Cambiando las reglas
Los tatuajes siempre han estado asociado a un acto de rebeldía e incluso hoy, que es algo muy común entre todo tipo de personas, siguen estando mal vistos en determinados ámbitos y trabajos. Pese a ello, Ruby Rose, con más de 50 diseños repartidos por todo el cuerpo, se ha consolidado como una de las modelos más sensuales del momento. Esto sumado a su cabello corto, sus grandes ojos azules y su estilo badass la convierten en todo un icono de belleza intergénero que atrae a hombres y mujeres por igual y que nos recuerda que antes que formar parte de uno u otro género somos personas.
Sus constantes cambios de looks y sus outfits surrealistas permitieron al mundo comenzar a amar lo diferente. Llevándolo todo siempre hasta los extremos, Lady Gaga se convirtió no solo en una gran artista, sino también en un icono de estilo para millones de jóvenes gracias a estos estilismos que no hacían otra cosa que mandar un mensaje al mundo: lo diferente está bien. No busques ser uno más, sino ser tú misma. Alternando este tipo de looks con elegantes y sofisticados outfits, la intérprete de Bad Romance marcó un antes y un después en el mundo de la moda.
Sus rasgos andróginos y su personal visión de la moda llevaron Tilda Swinton a convertirse en una de las musas de Chanel y del propio Karl Lagerfeld quien la define como “una mujer moderna y un icono de elegancia atemporal. Y es esa mezcla de elegancia y excentricidad lo que la convierte en uno de los claros referentes de moda de los últimos años. Nadie viste como la actriz y modelo británica los trajes de chaqueta y pantalón y nadie mejor que ella, figura etérea, para demostrarnos que la belleza está más allá del género.
Fue su rebeldía y sus espesas y salvajes cejas lo que acabó cautivando a las diferentes firmas que confiaron en ella para representar sus colecciones y productos, una belleza cargada de espontaneidad y atrevimiento que encuentra en cada nuevo look la manera de sacar a relucir su personalidad. Así es Cara Delevingne, una modelo y artista que no tiene problema en ir siempre más allá, ¿que se rapa el cabello? pues pinta su cabeza de plateado y se pone varias perlas. En una profesión en la que están tan marcados los estereotipos ella fue una de las primeras en romper los moldes.