Son dos de las chicas del momento. Guapas, jóvenes y talentosas, Emily Ratajkowski y Kaia Gerber triunfan en sus respectivas profesiones. Pero además, ambas parecen compartir su afición por la moda y los complementos; en concreto, por las joyas de Jennifer Fisher, una firma que en los últimos tiempos se ha convertido en una de las preferidas y más utilizadas por las ‘celebrities’. Creada en Nueva York en 2005, se trata de un sello joven con originales diseños y marcado carácter urbano.
Selena Gomez, Cara Delevingne, Rihanna, Fergie e, incluso, Madonna son algunas de sus ilustres clientas, de las que la propia marca se hace eco a través de las redes sociales. Una de las últimas imágenes publicadas es la de Emily, que posa con un sensual look mientras sostiene una caja de pizza en la mano. Bajo el cabello de la actriz y modelo británica se pueden ver sus pendientes, unos aros de oro de tamaño mediano, que se corresponden con el modelo Samira de la firma, disponible en su tienda online a un precio de 550 dólares (unos 470 euros).
Pero no solo ella ha caído rendida al encanto de los aros de gran tamaño, una de las tendencias que parecían ancladas en el pasado y que en los últimos tiempos está viviendo un nuevo resurgir. Renovados y adaptados al estilo actual, las más jóvenes han encontrado en ellos el complemento ideal a sus looks. Una buena muestra es Kaia Gerber, la hija modelo de Cindy Crawford, en una de sus últimas apariciones.
La fiesta de Halloween de inspiración años 70 celebrada hace pocos días por Casamigos (la marca de tequila participada por George Clooney y Rande Gerber) en Los Ángeles dejó varias divertidas e impactantes imágenes de sus asistentes. Una de ellas fue la de Kaia -digna heredera de la belleza y el estilo de su madre- que sorprendió con un perfecto disfraz inspirado en la moda ‘glam’ que marcó aquella época. Minifalda, top brillante y plataformas con calcetines fueron los protagonistas de su estilismo, pero hubo un detalle que pasó casi desapercibido: sus grandes pendientes de aro creados también por Fisher. Se trataba del modelo Karla, según apuntó la propia firma desde su cuenta de Instagram, un diseño creado en plata y rodio con un precio de 585 dólares (algo más de 500 euros).