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En la recta final de su tercer embarazo, Jessica Alba no pierde ni un ápice del estilo que siempre la ha caracterizado. A lo largo de estos meses, la actriz ha sabido cómo conquistar al público haciendo de cada una de sus apariciones una auténtica pasarela con sus ideales looks premamá llenos de frescura y originalidad. Pero entre todos ellos hay una prenda que parece haberse convertido en su aliado perfecto a la hora de lucir su nueva silueta: el kimono XXL.
Esta pieza propia del estilo oriental ha enamorado por completo a la estrella, hasta el punto de lucir distintos modelos en las diferentes etapas de su gestación. El último fue hace apenas unos días, cuando Jessica sorprendía con un modelo ‘oversize’ por las calles de Nueva York. En negro y con flores bordadas en la parte central, Jessica lo combinó con pantalones negros más camiseta y zapatillas blancas, componiendo un práctico look de ‘street style’ muy inspirador. Toda una experta en moda, la estrella pone de relieve que supone una original alternativa a la manida chaqueta denim para la época de entretiempo.
Madre, actriz y empresaria, Jessica es una mujer todoterreno que no está dispuesta a renunciar al estilo ni a la comodidad durante el embarazo. Con dos niñas, más el bebe que viene en camino, no puede permitirse bajar el ritmo. De este modo, las prendas amplias y abiertas son un ‘must’ que le permiten total libertad de movimientos, estilizando además su figura.
Pero su idilio con el kimono comenzó ya en el verano. Muy ligero, es el complemento ideal para las noches en las que la brisa invita a cubrirse el cuerpo. Así lo hizo la intérprete de Los Cuatro Fantásticos cuando quiso dar su toque personal a un clásico ‘little black dress’ recurriendo a un llamativo modelo amarillo con estampado floral para una velada romántica junto a su marido, Cash Warren. Una prenda muy favorecedora firmada por Topshop, con la que demostró que no hace falta gastar mucho -tan solo 98 euros- pare ir a la última.
También durante el día, Jessica dio una nueva lección de uso del kimono con un diseño en tonos rosas con que lució sobre un vestido de tirantes básico. Una nueva ecuación de éxito que pone de manifiesto que los guiños a la cultura oriental están más de moda que nunca.
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